XII.

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Gilbert en instinto arrebató su mano del agarre de Anne, El iris de sus ojos ya no brillaba de esa forma y ni siquiera parecía que se estaba moviendo. El chorro de agua seguía cayendo ajeno a la tensión que se estaba incrementando en la cocina,

一¿Qué fue eso?一 le preguntó confundido. Mientras que tocaba la mano antes dañada.

Anne se relamió los labios. Lo miró a los ojos, en otra situación eso hubiera provocado algo en Gilbert, pero en ese momento estaba absorto tratando de comprender.

Miró como la pelirroja tragó saliva.

一¡¿Qué fue eso, Anne?!一 volvió a preguntar alzando más su voz.

La nombrada se encogió un poco en su lugar. Él suspiró hondo.

一¿Ya no te duele?一 cuestionó en voz baja, evadiendo sus ojos.

一No, ¿pero cómo lo hiciste?一 le decía totalmente serio.一¿Qué eres?一 le preguntó después de no ver que no le contestaba.一¿Eres acaso real?

Anne parecía que en cualquier momento iba romper a llorar y una parte de él quería jalar sus brazos y mantenerla segura de todo, ahuecada en su pecho.

一Solo te he mentido una vez y fue cuando nos conocimos.一 comenzó a hablar con su vista clavada en el vacío.一 No era cierto que estaba durmiendo en aquel árbol.一soltó un suspiro.一Te he observado desde que saliste del vientre de tu madre. He vigilado cada uno de tus pasos.一volvió a tragar saliva, y volteó su rostro a la entrada de la cocina, dándole un buen vistazo de su cuello y su mejilla izquierda.

Gilbert sentía como tenía sus cejas hasta el cielo de la confusión de aquella declaración.

Anne en un santiamén se quitó la parte de arriba de su pijama, dejando al descubierto su torso desnudo y detrás de su espalda empezaron a aparecer un conjunto de plumas hasta que por fin ese conjunto se convirtieron en un par de alas.

Gilbert abrió su boca de conmoción, en su cabeza se gritaba que era un sueño y que pronto iba a despertar al menos eso esperaba.

一Soy tu ángel guardián.

Las lágrimas ya caían del rostro de la pelirroja.

一Pero ¿cómo?一preguntó Gilbert con una voz distorsionada, apenas podía hablar.

一Cada que muere alguien, nace alguien nuevo. ese siempre ha sido el ciclo. Uriel me encomendó a tí. Al principio no sentía apego por tí, eres una cosa arrugada en ropa de tonos pasteles. Pero te fui mirando crecer, y me empecé a enamorar de tí, de cómo te expresabas, tu caminar y suspiraba por tí...

一Espera.一 la interrumpió Gilbert.一¿Tú todo este tiempo estuviste en mis sueños?

Anne giró su rostro para mirarlo.一 ¿Sueñas conmigo?

Él asintió con su cabeza aún confundido.

一No sabía.一 respondió la pelirroja sinceramente con su voz rota por el sentimiento de mostrarse a ella misma.一 Es cierto que he velado por tus sueños desde que murió tu madre y seguí velando por ellos cuando tu padre murió. Pero no soy capaz de manipular lo que esté dentro de ti, eso ya está en tu cerebro.

一¿Entonces todos esos sueños fueron cosas mías?

Anne asintió.一 Yo solo me encargo que no tengas pesadillas. Y no te pasen cosas malas.一agregó esa última frase echando un rápido vistazo a su mano totalmente curada一Ese día estaba siguiendo tu ruta en la carretera, en una nube, cuando caí, el impacto fue raro había golpeado mi cabeza. Llevaba unos segundos inconsciente cuando paraste.

一Pero no salió ninguna contusión en los estudios.

Anne soltó una risa en medio de su llanto.一 Soy un ángel, me curo rápido.

Gilbert recordó la imagen de la cortada en su brazo que había disminuido cuando se la estaban desinfectando.

一¿Entonces si tienes dos mil quinientos años?一preguntó Gilbert. Se acercó a ella y tomó el brazo recordando que era él que debía de tener al menos un pequeño indicio que se había lastimado, pero tal como dijo Anne, no había nada, estaba perfecto.

一Sí, se puede decir, tú tiempo no pasa igual que nuestro tiempo, de hecho soy el ángel guardián más joven que existe.

A su cabeza llegó la imagen de Uriel y Lucinda.

一¿Y Uriel y Lucinda? ¿Qué pasa con ellos?

Anne abrió los ojos desmesuradamente.一Se puede decir que estoy rompiendo las reglas al estar conviviendo contigo, Uriel es el jefe de los ángeles guardianes y Lucinda es una de las primeras ángeles guardianes.一 se encogió de hombros.

Él se acercó al lavavajillas analizando lo que le estaba diciendo, cerró la llave, parando el flujo de agua. 一¿Y de qué estaban hablando?

一Uriel está molesto conmigo y dice que tengo que dejar jugar contigo a la casita y Lucinda ha pasado por mi situación de enamorarse de un humano. Piensa que estamos destinados.

Gilbert se atrevió mirarla, por completo, sus alas emplumadas que eran grandes, sus pechos, sus pecas esparcidas por todo ella. Y no pudo evitar sonreír pero lo oculto en poco tiempo en una mueca. Al menos la pelirroja ya no estaba llorando.

一Tal vez deberías de ponerte de nuevo la parte de arriba de tu pijama.一 sugirió con su voz ronca, desvió sus ojos a la mesa.一 Debes de tener frío.

Anne soltó una risa cantarina.一No lo tengo, de hecho no me afecta ni el calor ni el frío, no son cosas que me afectan al igual que comer y beber agua, no me afecta.一 explicó juntando la prenda que estaba en el suelo. De todas maneras se la volvió a colocar encima. Cubriendo el dulce martirio de Gilbert., al igual que sus alas.

一Gracias.

一Haría lo que sea por tí.一 Anne soltó al aire esa afirmación con su voz dulce.

Sus ojos se conectaron. Entonces entendió porque Lucinda decía que tal vez estaban destinados, en sus ojos celestes estaba todo lo que él había deseado desde que tenía catorce, se acerca a ella en un par de pasos y la beso, la beso como la besaba en sueños, ansioso, deseoso de hacerla de él.

Angel in the earth||Shirbert||Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora