Estaban enredados entre sábanas de satén blancas, él no podía parar de besarla, todo ella era adictivo, su gusto suave y dulce lo estaba enloqueciendo queriendo más.
Se separó un poco de ella, para poder mirar esa expresión de satisfacción, que se le enterraba en sus entrañas y lo hacían querer más de ella.
Anne tenía sus ojos cerrados, con una pequeña sonrisa, sus mejillas estaban un poco ruborizadas. Sus labios estaban en ese tono color cereza, hinchados, implorandole que los siguiera besando y claro que lo iba a hacer. Volvió a atacarlos.
Las manos de ella estaban vagando por su espalda, en algunos momentos por la intensidad podía sentir como se enterraba sus uñas en la carne de ahí, dejándole marcas.
Se interrumpió bruscamente su sueño. Se sentó en la cama, su respiración estaba errática, y sentía una dureza abajo en sus piernas, que supo que tendría que ocultar de Anne. Se pasó las manos por su cabeza, peinando sus rizos para atrás. Como método de tranquilizarse.
Volteó a esa dirección instintivamente al pensar en su nombre, su lugar estaba vacío en la cama, frunció sus cejas confundido, buscó rápidamente en su mesita de noche su teléfono, cuando estuvo en sus manos, miró que eran 8:30 de la mañana, eso explicaba los leves rayos que se alcanzaban a filtrar por sus cortinas.
Fue directamente a la ventana, la cual daba con el jardín delantero y recorrió con su mano un poco el pedazo de tela, para poder mirar afuera. Podía mirar como ya se había bajado la situación en sus pantalones.
Todavía había nieve en su jardín y en la acera, pero ya se estaba derritiendo, sus ojos captaron de inmediato la silueta de la pelirroja que faltaba en su habitación, estaba jugando con la nieve, eso le hizo sonreír. Se miraba super entretenida creando formas con la materia blanca.
Dejó de mirarla, para buscar por el piso sus zapatos y colocarlo en sus pies. También sobre su pijama se puso su bata.
En las escaleras, fue cuidadoso de pisar las partes de los escalones que no rechinaban, así no despertaría a Deli y Bash. Ya afuera, miró a un hombre del otro lado de la valla, estaba vestido de traje y corbata y conversaba con Anne, su rostro parecía imperturbable, pero había algo curiosamente familiar en sus ojos color azul que le hizo crecer una inquietud desde el centro de su pecho, se fue acercando a ellos.
Y pudo escuchar la voz de él, farfullando:
一... No querrás caer, no es algo maravillosamente trágico como tú crees.
一Hola, buenos días.一saludo Gilbert cordialmente cuando llegó a ellos con un par de zancadas. Colocó sus manos en los hombros de Anne, casi inconscientemente.
一Hola Gilbert.一 saludó alegremente la pelirroja mirando arriba a su cara, eso le hizo regalarle una sonrisa radiante.一 Él es Uriel.一 le presentó al hombre enfrente suyo que se estaba removiendo su corbata naranja.
一Hola.一se saludaron al mismo tiempo él y Gilbert.
一Bueno ya me voy, fue un placer mirarte Anne y recapacita lo que te dije.一se despidió Uriel mirando directamente a la pelirroja, hizo una inclinación de su cabeza y una mueca que era un intento de sonrisa amable y se fue caminando hasta que ya simplemente era una mancha en la acera Gilbert se atrevió a preguntar:
一¿Lo conoces?
一Sí, lo he mirado antes un par de veces.
一Oh. ¿Y qué tienes que pensar?
Todavía con sus manos en sus hombros, Anne se dio una vuelta y lo abrazó por su cintura, él también le correspondió el abrazo.
一En caer.一 le respondió simplemente. 一¿Dormiste bien?一 preguntó cambiando de tema, recargada en su pecho.
一Sí, sólo que fue raro no mirarte al despertar.
La pelirroja soltó un suspiro.一 Lo siento, quería jugar con la nieve antes que desaparezca por completo.
一No te preocupes.一 le restó importancia, mientras empezó a frotar la espalda de ella para que entrara en calor.
一Tú corazón está latiendo muy irregular.
一Debe de ser por tu amigo, me asustó mirarte hablar con alguien desconocido.一 explicó Gilbert tratando de calmarse.
Anne posicionó una de sus manos en su esternón.
一No es mi amigo.一 le respondió risueña.
La sensación se fue yendo de su pecho, y por fin pudo respirar normal. Se sentía tranquilo. Sonrió, miró abajo donde estaba la cabeza pelirroja de Anne.
Dejó de sentir la tibieza de la mano de la mano de ella, también como se fue separando poco a poco de él.
一¿Quieres hacer figuras conmigo?一 preguntó la pelirroja mirándolo directamente a sus ojos avellanas.
一Por supuesto, podríamos hacer un muñeco de nieve, tenemos zanahorias.
一Tienes que enseñarme.一 le demandó Anne tomándolo de la mano para dirigirlo a las figuras que previamente ella había hecho.
一Claro, es sencillo.
Tres muñecos de nieve después, Anne y Gilbert estaban sentados sobre el suelo del jardín.
一Son bonitos.一 comentó Anne, posicionando su mano sobre la de él y todavía recargando su cabeza en la de él.
一Ciertamente.一 coincido el doctor Blythe, luego se aclaró la garganta.一 Anne ¿sabes dónde naciste?
Se sintió un poco mal de estar preguntando por el pasado de la pelirroja, cuando seguramente ella estaba totalmente herida por tener a cuestas una vida complicada en su espalda.
一Es difícil.一 respondió confundida.一 Realmente solo fui lanzada al universo, supongo, a mi me gusta imaginar que nací entre las estrellas Sirio y la constelación Orión, debe de ser un hermoso lugar para nacer.一 su tono de voz era soñador.
Escuchar esa declaración le rompió un poco el corazón a Gilbert así que la atrajo a él en un abrazo.
一Esto es bonito.一escuchó la voz suave de Anne comentar.
Y él se rió.一Sí, lo es.
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Angel in the earth||Shirbert||Completa.
أدب الهواة(Actualidad) Una pelirroja con ojos color celeste visita a Gilbert en sueños, hasta que un día, la encuentra en una carretera ¿podrá Gilbert resistirse a ella? Aclaración: Los personajes no son míos, los derechos le pertenecen a Netflix y la CBC, as...