XIII.

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Paró un par de segundos ese ataque a sus labios, solo para mirar los ojos celestes que tanto le provocaba en sus entrañas las ganas de nunca dejarla ir de su vida. Esos que le recordaban que el cielo era real.

一¿Así que eso es lo que sentía aquella chica?一 preguntó Anne inocentemente mirando al ras de sus pestañas a él.

Gilbert salió de su ensoñación.一¿Qué?

一Winnifred Rose. 一dijo Anne inocente.一 Ella parecía disfrutar mucho esto.

Gilbert sintió como si le hubieran pegado un puñetazo en la boca del estómago, bueno eso había acabado con la temperatura de la situación. Tosió incómodo.

一En general, no se dice ese tipo de cosas, no mencionas a los exes de las personas. 一explicó con la voz amortiguada por la incomodidad.

一Oh.一 fue lo único que dijo Anne.一 ¿Entonces ya no vamos a seguir bailando con nuestros labios?一 preguntó Anne mirando al suelo confundida.

Gilbert se le escapó una pequeña sonrisa de sus labios.一 Por supuesto que sí.

Anne ante la afirmación, regreso su mirada a sus ojos avellanas contenta, y se abalanzó a sus labios. Entre besos, él succionó un poco el labio inferior de la muchacha para que dejara entrar su lengua. Se sentía en el Edén.

La pelirroja ya había subido las manos a su cabeza para atraerlo más a ella. Eso le encantó, el saber que la situación era mutua, que ambos necesitaban tanto uno del otro.

一Aní ohevet otcha一 murmuró Anne entre besos.

Gilbert creyó haber escuchado sonidos sin sentido. Y tal vez lo eran, para alguien que no entendía el idioma de los ángeles.

Anne se alejó de súbito de él, tenía una mueca de dolor en su agraciado rostro, quitó sus manos de su cabello y se las llevó a su propia cabeza, mientras que su respiración se hacían jadeos de dolor.

Él la miró asustado. 一¿Qué sucede?一 le preguntó angustiado acercándose la distancia que ella había interpuesto.

Las alas de Anne volvieron a escena. Provocando dolor en el proceso, ese acto había sido involuntario. Y la pelirroja abrió sus ojos, estaban brillando como hace algunos instantes lo estuvieron. Su iris se movía, fluía en su propio círculo. Y Gilbert se sintió más angustiado y ansioso que antes.

Anne tragó saliva entre jadeos. Y a cómo pudo llevó una de sus manos atrás donde estaban sus alas, se arrancó una de sus plumas blanquecinas, se la extendió a Gilbert.

一Ten.一 le dijo sin aliento.一 Evócame en el atardecer.

Él la tomó de los dedos temblorosos de la pelirroja, en cuanto sus dedos rozaron, Anne soltó un alarido, y en un parpadear, ella ya no estaba. Había dejado una corriente de aire invernal a su paso, la puerta principal estaba abierta y salió afuera. Donde todo seguía a oscuras.

Se sentía confundido y ansioso por la partida de Anne, por lo cual sintió que era mejor ingresar de nuevo a la casa y prepararse un café. Y aún así en ningún momento soltó la pluma de Anne, sentía que era a lo único que se podía aferrar. Era suave, como ella.

Fue incómodo tener que decirle a Bash que Anne se había ido, así sin más, Bash intentó comenzar a dar sermones, pero Gilbert no estaba ahí, tangiblemente estaba ahí pero su espíritu, corazón y mente estaban en las nubes, junto a Anne.

Por otra parte, Anne en el cielo se encontraba arrodillada mirando a Uriel, a su vez este la miraba impasible, pero se notaba que en cualquier momento Uriel le iba a gritar.

Sabía que ella tendría una oportunidad en cuánto Gilbert la invocara a su presencia solo era cuestión de tiempo.

一Anne.一 Por fin habló Uriel.一 Has cruzado la línea hoy. ¿Algo que quieras decir?

Anne suspiró.一 Odio mi existencia. Odio el saber que predicamos en algún momento el amor al hombre y no seguir nuestras propias palabras.

Uriel levantó una ceja.一 Veo que el estar con un hijo de Adán te ha vuelto más voluble.

Anne inhalo tratando de no sentir una sensación que le aprisionaba el estómago y se iba expandiendo por todo su ser, era Ira.

一No es cierto, lo que yo ame no debe de ser una cuestión de castigo.

一Nunca lo ha sido.一 Anne chisto. Uriel prosiguió一 Pero no se supone que te tienes que enamorar de un humano, de tu protegido, va en contra de lo que somos. Tu deber no es ese.

一¿Y era necesario aturdirme?一 preguntó Anne.

Uriel suspiró negando con la cabeza, la pelirroja ya era causa pérdida para él.一Era mejor detenerte antes de que cometieras una atrocidad.

Anne jadeó.一 ¿Nos estabas espiando?

Él arcangel rodó los ojos.一 Te he estado observando desde que te visite. Nada bueno puede salir de la unión de un hijo de Adán y un ángel, lo sabes, ¿qué no has escuchado bastante de Semyazza? ¿De los nefilim?

Anne se levantó decidida.一 He escuchado lo suficiente como para saber que tú estuviste detrás de la caída del pobre Semyazza. Y que los nefilim ni siquiera fueron sujetos malos, ni siquiera eran tan enormes como los has pintado.

Uriel le sonrió burlón, rodando sus ojos azul cielo.一 ¿Y por qué yo estaría detrás de la caída de Semyazza?

La pelirroja ladeó la cabeza. Y se encogió de hombros.一 Los ángeles más antiguos siempre me han hablado que era normal que los ángeles nos enamoramos de humanos tal como tú lo...

Uriel la agarró por el cuello.一Los humanos son efímeros, nosotros somos eternos. Y no te atrevas a blasfemar mi nombre.

Anne sentía como se le iba todo el aire, y con la voz estrangulada, le soltó lo siguiente.一Te volvió loco ¿no? El saber que aunque ella fuera tu protegida... Lo prefiriera a él que... a tí.

一¿De qué hablas?

Anne ya estaba mirando como su vista se estaba oscureciendo cuando la nombro一Arizbeth.

Uriel la soltó, casi como si le quemara el nombre.

Anne cayó en la suavidad de la nube tosiendo y agarrándose el cuello, él cual le ardía por dentro y fuera.

一¿De dónde has sacado ese nombre?

Anne seguía tosiendo, apreciando cada bocanada de aire nuevo. Y en jadeos respondió.一 Lucinda me visitó.

Él la miró perplejo. Y declaro.一 Ahora más que nunca, he decido ni siquiera interceder en tu destino.

Angel in the earth||Shirbert||Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora