La mesa estaba servida. Dos platos de avena con miel y dos tazas de té verde. El padre de BaekHyun era un hombre completamente dedicado a su hijo. Desde que su hermosa esposa dejó este mundo, se prometió a sí mismo cuidar del pequeño con su alma y su corazón.
–Hoy tardaste más, hijo. Estaba a punto de recalentar la avena— Byun JungSoo, era un beta de cuarenta y cinco años. Aunque, al contrario de su hijo, él lucía mayor para su edad, como si llevara toda la tristeza del mundo a cuestas.
—Lo siento —BaekHyun se apresuró a quitarse el abrigo y sentarse a la mesa.
Comieron en silencio por un rato. El muchacho estaba nervioso, no sabía cómo comenzar esa conversación tan importante. Su padre odiaba a los alfas con toda su alma. Aunque tenía que lidiar con ellos todos los días en el trabajo, por dentro su rencor hervía más allá de la comprensión.
—Hijo... He estado pensando... Ya tienes edad suficiente para salir con alguien...
Los pequeños y tiernos ojos del muchacho se iluminaron con aquellas palabras.
—¿De verdad?
—Sí. Un amigo del trabajo... tiene una hija muy linda. Hoy acordamos que sería una buena idea que ustedes se conocieran.
Era obvio. JungSoo era un hombre ortodoxo en toda la extensión de la palabra. Aunque vivía en una sociedad evolucionada, él aún se encontraba flotando en su pequeña burbuja, donde un chico debe casarse con una chica y procrear adorables bebés. Esas eran las reglas del Dios Viejo. No podía concebir que su hijo omega terminara unido a un asqueroso alfa por el resto de sus días. Y peor aún, que pariera a sus desagradables cachorros. Esa era su peor pesadilla. JungSoo despertaba sudando frío, más de un par de noches a la semana, luego de tener ese sueño horrible. Su lindo y honorable hijo, mancillado por un animal sin sentimientos. No, era impensable.
—Pero, papá...
—No hay nada más que decir, BaekHyun. Este viernes en la noche saldrás con la chica. Te prestaré el auto y pasarás a recogerla, usando tus mejores ropas —el hombre sonrió satisfecho y tomó sus platos para llevarlos a la cocina.
BaekHyun sabía que no podía hacer nada al respecto. Siempre había respetado a su padre, y el beta tenía la última palabra en todo.
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—ChanYeol –el omega llamó a su alfa aquella noche. Cuando estuvo seguro de que su padre dormía, se encerró en su habitación y tomó su teléfono. Sollozaba y hablaba muy bajo para no ser descubierto. JungSoo tenía reglas estrictas sobre hacer llamadas telefónicas en la noche.
—¿Qué pasa, cariño? —el alfa sintió que su sangre hervía. Escuchar a su omega alterado, hacía que sus instintos de protección se activaran de inmediato.
—No pude decirle —respondió el omega, hipando.
—No... Cariño, no llores así. Está bien. Podrás hablar con él después.
—ChanYeol... él quiere que salga con alguien.
—¿Qué?... ¿C-cómo?
—Él quiere que salga con una chica. Ha concertado una cita para el viernes...
—¡No! ¡No, BaekHyun! Yo tengo mis límites. No puedo permitir que hagas eso —ChanYeol estaba tan enojado, que no notó cuando su mano se convirtió en un puño.
—ChanYeol, yo tampoco quiero hacerlo. Iré a la cita, y le diré a mi padre que la chica no me gustó. Eso es todo.
—Baek... —el alfa suspiró con frustración—. No tienes que hacerlo. Huye. Ven aquí, conmigo. Quiero que estés aquí.
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Forever
RomanceEn una sociedad evolucionada, el alfa ChanYeol encuentra a su pareja destinada. Un lindo omega, apasionado por el arte. Sin embargo, alguien se interpone en su inevitable unión. El padre de BaekHyun odia a los alfas, y prefiere morir, antes que ver...