Más que tensión, había terror en el ambiente. Todos los protagonistas de aquella escena se encontraban inmóviles. Podían escuchar los latidos acelerados de sus propios corazones.
La carcajada, casi violenta, de YunHo rompió el silencio.
—¡¿Qué demonios quieres aquí?! —gritó JungSoo, mientas su mano temblorosa se dirigía a su espalda, donde mantenía oculta el arma, sujeta en el cinturón.
—¡Señor, Byun! ¿Por qué no me dijiste que tenías un hijo tan hermoso? Es tan parecido a su madre... —YunHo suspiró, para darle dramatismo a sus palabras hirientes—. Eres un hombre muy egoísta. ¿Cómo te atreves a mantener a esta belleza fuera de mi alcance?
ChanYeol gruñó. Era un sonido que BaekHyun no había escuchado antes, un sonido que erizó cada centímetro de su piel.
—¡Aléjate de mi hijo, desgraciado! ¡Lárgate de mi casa!
—No me iré sin él —respondió el alfa, sonriendo todavía. Agitaba la pistola en el aire, como si estuviera decidiendo si disparar una segunda vez o no—. Sólo dile a este molesto alfa que se quite de mi camino, así tu hijo y yo nos iremos en paz.
Una punzada de conciencia se alojó en la mente del beta. Tenía sus sospechas, pero ahora estaba confirmado. El amigo de su hijo era una alfa y, muy probablemente, estaba acoplado con BaekHyun. Se sintió como una traición, pero en ese momento crítico, no podía procesarlo con ira.
—¡¿Qué estás diciendo?! —respondió, aferrando el arma con sus dedos, listo para apuntarla hacia YunHo.
—¿Acaso no lo sabías? Tu pequeño ya no es un inocente omega. Se ha estado revolcando con este mediocre —el alfa miró a ChanYeol con todo el desprecio del mundo.
—¡Ya escuchó al señor Byun, lárguese! —los dientes de ChanYeol estaban apretados, todos sus músculos se tensaron en una posición de ataque. Quería defenderse, decir que BaekHyun y él estaban acoplados, como una pareja destinada, que todo era real y sincero entre ellos. Definitivamente, no era la manera en la que deseaba confesarle la verdad a JungSoo.
El alfa ChanYeol no era bueno con las peleas de contacto físico, mucho menos cuando un arma estaba involucrada. Sin embargo, su instinto protector se activó, así que estaba listo para dar su vida por BaekHyun. El aroma del omega era un poco diferente, podía sentir su pánico, debía hacer algo para tranquilizarlo.
—ChanYeol, llévate a BaekHyun —JungSoo se cansó de escuchar a ese demente, así que sacó su pistola y la apunto, directamente a su cabeza.
La mirada de YunHo no tenía precio, parecía asustado y sorprendido. Una ligera corriente de satisfacción recorrió el cuerpo del beta. ¿Acaso podría tener su venganza, después de tantos años?
—Señor Byun... —ChanYeol miró a su suegro, estaba confundido.
BaekHyun sólo temblaba, aferrándose a la camisa de su alfa, como si su vida dependiera de ello, y quizá así era. También miró a su padre, miles de sangrientos escenarios se formaron en su cabeza.
—Papá, por favor... —las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
—¡Llévate a BaekHyun! —JungSoo avanzó, hasta posicionarse frente a los dos chicos. De todos los presentes en la habitación, él era el más débil. Sin embargo, era el que estaba más dispuesto a luchar y sacrificarse. En ese momento, él era el más fuerte, el más valiente.
ChanYeol tomó la mano de BaekHyun, apretándola con fuerza. Su instinto era un caos, quería proteger a su omega por sobre todas las cosas, también quería proteger a JungSoo. Pero, en lo más básico de su ser, quería arrancarle la cabeza al intruso.
Sin embargo, entendió que, en ese momento, JungSoo había depositado toda su confianza en él. ¿Qué más podía hacer? El intruso quería a BaekHyun, así que era primordial ponerlo a salvo.
—¡Corre! —ChanYeol utilizó su voz dominante, y no hubo nada que BaekHyun pudiera hacer para resistirse.
Como si sus piernas tuvieran vida propia, comenzaron a correr hacia la salida, mientras su alfa lo guiaba, tomando su mano con fuerza. Todo ocurrió demasiado rápido. En un segundo, dejó a los dos hombres en la sala, enfrentándose, apuntándose mutuamente con sus armas. Después, estaba en la vieja camioneta de ChanYeol, quien había subido a prisa, después de asegurarse de que tuviera el cinturón de seguridad puesto. Avanzaban por las calles de la ciudad, dejando a JungSoo atrás. ¿Podría ser aquella, la última vez que vería a su padre con vida?
—¡ChanYeol, regresa! —gritó el muchacho, sintiendo que la desesperación despertaba dentro de él.
—¡No, BaekHyun! Debo ponerte a salvo... Te prometo que regresaré por tu padre... Sólo, déjame ponerte a salvo.
BaekHyun ya había comenzado a llorar más. Le costaba trabajo hablar, así que sólo sollozaba. Estaba teniendo un ataque de pánico.
La mente de ChanYeol estaba en blanco, manejaba sin rumbo, sin saber qué hacer. No tenía amigos cercanos en los que pudiera confiar. Un nombre y un rostro llegaron a su mente, como una flecha enviada por algún ángel guardián desconocido. La señora Oh, murmuró, mientras daba vuelta en alguna calle solitaria.
***
No era la señorita adorable que la señora Oh tenía en mente, cuando decidió remodelar la chochera para convertirla en una habitación para rentar. Ella pensó que alguna estudiante podría tomar el nuevo espacio. Ahora, había un omega asustado y tembloroso, recostado en la suave cama nueva.
—Te voy a traer un té, estás muy nervioso. Pobrecito.
BaekHyun asintió.
—Por favor, ChanYeol, regresa por mi papá —suplicaba, con un hilo de voz.
El alfa había llamado a la policía, en cuanto pusieron un pie en la casa de la anciana. Le dijeron que esperar ahí, enviarían patrullas a ambas ubicaciones cuando antes. Pero, no podía dejar a su omega nadando en aquella angustia. Regresaría para ayudar a JungSoo.
—Cariño, la policía ya va en camino. Yo me iré ahora, ¿sí? —el alfa sostenía la mano de su omega, besándola de vez en cuando—. La señora Oh te cuidará, prometo que regresaré lo antes posible. Por favor, no te muevas de aquí.
BaekHyun asintió de nuevo. Estaba muy cansado, asustado y a punto de entrar en Shock. Era evidente, por sus pupilas dilatadas y su confusión. No parecía entender del todo la situación, sus piernas dejaron de sostenerlo cuando cruzó la puerta de la casa. ChanYeol tuvo que cargarlo hasta la habitación.
—Te amo, cariño. Regresaré... —el alfa besó la frente del más joven y salió de la habitación. Se topó con la señora Oh en el pasillo, quien llevaba en la mano una humeante taza de té.
—¡Hijo! ¿A dónde vas? Deberías esperar a la policía. ¿Qué hago yo con un omega aquí? —la pobre anciana estaba igualmente asustada, a pesar de no haber presenciado la violenta escena en casa de JungSoo.
ChanYeol se sentía culpable por involucrarla, pero no tenía a dónde ir. Sabía que habían estado vigilando su casa, basado en lo que YunHo dijo. Era obvio que los habían seguido por días. Sólo esperaba, que no estuvieran al tanto de la existencia de la señora Oh.
—Por favor, cuide mucho a mi BaekHyun. Tengo que ayudar a su padre —ChanYeol tomó la mano de la anciana.
—Hijo, no te expongas. Quédate aquí...
—Se lo prometí... Él está angustiado por su padre. Tengo que ir...
Un sonido repentino los interrumpió. El corazón de ChanYeol se exaltó de nuevo. Le hizo una seña a la señora Oh, para que guardara silencio. Sigilosamente, avanzó por el pasillo, de regreso a la habitación donde BaekHyun se encontraba.
Lo que vio allí, hizo que todos sus instintos alfa despertaran de nuevo.
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Forever
RomanceEn una sociedad evolucionada, el alfa ChanYeol encuentra a su pareja destinada. Un lindo omega, apasionado por el arte. Sin embargo, alguien se interpone en su inevitable unión. El padre de BaekHyun odia a los alfas, y prefiere morir, antes que ver...