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BaekHyun despertó con un dolor punzante en su espalda baja. Estaba desnudo, en medio de las mantas en la sala. El fuego de la chimenea estaba muy vivo, seguramente ChanYeol acababa de atizarlo. Se sentía algo confundido, pero también estaba inmensamente feliz. Su mente voló entre los recuerdos más recientes, su piel sintió de nuevo las caricias de su alfa, revivió el placer abrumador que sintió.

—¿ChanYeol? —BaekHyun llamó a su alfa, cuando notó su ausencia sobre las mantas. Se sentó, para buscarlo con la mirada.

ChanYeol estaba de pie junto a la ventana, mirando a través de ella atentamente.

—¿Qué pasa?

—Mhm... Nada, cariño —el alfa dio media vuelta y regresó al lado de BaekHyun.

Lo miró con toda la ternura que su corazón sentía. Los mechones rubios de su cabello estaban revueltos, sus labios rosados e hinchados por los besos y un patrón de pequeñas marcas rojas adornaban su pecho. Todas las señales del amor.

—Chan... ¿Estuve bien? —quiso saber el omega, sintiéndose muy tímido al respecto.

ChanYeol sonrió. Sus orejas se pusieron tan rojas, como su rostro.

—Estuviste... Increíble. ¿Y yo?... ¿Estuve bien?

Había sido la primera vez del alfa también. En el pasado, salió con un par de omegas, por pura curiosidad, pero ninguno le hizo sentir algo especial, así que no fue más allá de unos besos. Con la imagen de sus padres en su mente, se prometió a sí mismo que no se conformaría con menos. Quería esperar hasta encontrar a su pareja destinada, por eso estaba tan feliz ahora.

—Eres todo lo que se puede esperar de un alfa... Hasta más.

BaekHyun mordió su labio coquetamente, el alfa no pudo resistirse y lo besó. Ahora que habían consumado su relación, estaban seguros que les sería más difícil contenerse.

—Creo que debes vestirte, cariño —ChanYeol le habló con una voz adormilada, que le pareció increíblemente sexy.

—¿Qué hora es?

—Son las ocho con cuarenta.

—¡Diablos!

El omega abandonó la comodidad de los brazos de su alfa, y comenzó a vestirse.

—¿No quieres ducharte?

—Mi cabello no se secaría a tiempo. No quiero que mi padre sospeche nada.

ChanYeol hizo una mueca. Tomó una nota mental, debía comprar una secadora de cabello. Se levantó y comenzó a vestirse también. Luego, levantaron todas las mantas y las llevaron al cuarto de lavado.

***

MiSuk sonreía traviesa. BaekHyun la podía ver por el espejo retrovisor. Se sintió muy avergonzado, sabía que, tanto la omega como su alfa, podían olerlo sobre él. Estaba cubierto por las feromonas de ChanYeol, entre otras cosas.

—Parece que el vínculo se concretó —dijo con burla la chica.

—Sí —respondió BaekHyun, tratando de sonar desinteresado.

—Debes estar agradecido por tener a un beta como padre. Apestas a alfa.

—Gracias, MiSuk. No estaba enterado de ello.

La mujer alfa soltó una carcajada breve. Era un sonido muy lindo. BaekHyun se sintió más cohibido.

—Tomaste precauciones, ¿verdad?

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