01 •Meet and Greet.

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         — Tiene dos segundos para dejar de tocarlo — murmuró molesta.

— ¿Eh? ¿Dijiste algo, Haru?— preguntó Aki, preocupada al notar lo tensa que estaba la menor.

Haruna negó con la cabeza, y dio un largo suspiro.

— No es nada, ¿necesitas que vaya a algún lado? — cualquier lugar le parecía mejor a estar en ese vestíbulo, viendo como miles de chicas se acercaban a su novio mientras le coqueteaban, tomándose fotos y dando obsequios.

— No, solo tenemos que esperar a que los chicos terminen con su meet and greet — vio como la peli azul rodaba los ojos. Vio también como un aura de enojo y frustración rodeaba a dos de sus mejores amigas y sintió pena por ambas.

Si ella estuviese en su posición no sabría qué hacer.

Gracias al cielo, ella no estaba presente en ninguno de los eventos que asistía Ichinose puesto que él seguía perteneciendo al equipo estadounidense y visitaba Japón de vez en cuando para verla.

Natsumi frunció el ceño al ver cómo Endo dejaba que una chica lo abrazara para tomarse una foto. Ambos hacían el signo de victoria con sus dedos y sonreían ampliamente a la cámara.

— ¿Cuánto tiempo dijiste que duraba esta porquería de evento? — le preguntó a la peli-verde. Ya era la quinta chica que se acercaba tanto al espacio personal del moreno.

Digamos que si las miradas mataran, al menos treinta muchachas estuviesen en el suelo debido a las miradas en conjunto que Natsumi y Haruna obsequiaban a las féminas que se acercaban a sus chicos.

— Mira esa inocencia tan falsa. Y el idiota de Fudo la deja ser.

Fuyuka había regresado hace poco de una entrevista que su padre tuvo que dar a los reporteros fuera del evento y lo que se encontró no le causó gracia.

Y es que el segundo estratega del mejor equipo juvenil de Japón le sonreía cálidamente a una rubia de ojos azules. Fuyuka estuvo apunto de ir a abofetear al chico en frente de todos cuando vio como él le miraba descaradamente la figura a la chica cuando se dio la vuelta para irse.

— Te mato, sinvergüenza.

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Un escalofrío le recorrió la espina dorsal del mohícano. Buscó con la mirada a la joven mánager que echaba chispas por todo su ser. No sabía cuándo había regresado y cuánto había visto, pero de una cosa estaba seguro.

Su muerte se avecinaba y él se lo merecía.

— Endo, Goenji, ¿no sienten como si algo malo fuese a pasar? — le preguntó a sus compañeros de equipo.

Endo evitaba a toda costa voltear a ver la mesa de las mánagers. Sabía que Natsumi odiaba lo amistoso que él podía llegar a ser.

— Nos encargaremos de eso luego. Por el momento, disfrutemos del evento.

A Goenji, por su parte, le parecía gracioso como Haruna miraba a cada chica que se le acercaba. Él no había hecho nada para enojarla, sin embargo las chicas le coqueteaban descaradamente, a lo que el moreno solo respondía con una reverencia y agradecimiento por asistir al evento.

Claro que, de vez en cuando sonreía a alguna chica para ver el rostro molesto de Haruna. Le encantaba verla celosa.

— Para mí que esto ha valido la pena. Cuñado, ¿cómo vamos por ese lado? — le dijo a Kido que estaba sentado junto a Endo quien estaba en medio de ambos.

Ventajas y desventajas de salir con un jugador de soccer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora