Ventajas y desventajas de salir con un jugador de soccer.

08 • Father

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— ¿Y qué debo de hacer, padre? — le preguntó, dolido — ¿Ignorar mis sentimientos?

— Yuto, solo te pido que evites este escándalo por el momento. — trató de calmarse su padrastro — Las empresas Kido pronto quedarán en tus manos, faltan solamente dos años.

El de googles rió, sarcástico.

— ¿Solamente dos años? — le miró — ¿Por qué mejor no eliges a otro heredero?

— ¡Porque tú eres mi hijo y harás lo que te ordene!

Yuto se quedó quieto al notar como su padre rompía la copa de vino en su mano al momento de gritarle. Se acercó con una toalla para limpiar el líquido rojo y assgurarse que el mayor no se hubiese herido.

— Sabes que estoy enfermo y no tengo mucho tiempo.

— Necesito un tiempo solo. — hizo una reverencia ante el mayor — Con tu permiso.

El castaño salió de su casa, enfurecido. Sabía que su padre le necesitaba, pero tampoco quería ocultar lo que sentía por cierta persona.

Había pasado mucho tiempo luchando contra ese sentimiento para evitar ser juzgado y ya no quería hacerlo más. Sus amigos y hermana habían sido de mucha ayuda y todos apoyaban al estratega y al de parche para que estuvieran juntos.

Incluso su padre le apoyaba, lo único que le había pedido era que ocultara estar en una relación por más tiempo, para que Yuto pudiera tomar el puesto de presidente en su compañía.

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— No te fue tan bien, ¿eh?

— Me ha pedido que espere dos años más hasta que sea dueño de la empresa.

Jiro lo miraba de reojo. El de googles estaba con el rostro rojo del enojo, y no lograba respirar de maneral normal. Estaba muy agitado.

— Tranquilízate — le dijo, parándose detrás de él para masajear sus hombros — Vas a enfermarte de nuevo.

Se encontraban en el jardín de los Kido, sentados en unas bancas. Sakuma estaba de visita en la mansión cuando el señor Kido le pidió a su hijo hablar a solas, por lo que el peli-plateado salió al jardín a jugar con el perro de la familia.

— Ya no quiero ocultar esto. — empezó, mientras acariciaba a su golden retriever — Mi orientación sexual no afecta mi capacidad para ser el cabecilla de una empresa como la de mi padre.

— Yuto, eso no muchos lo entienden. — siguió Sakuma, sentándose junto a él — Tu padre necesita de tu apoyo en este momento. No te pide dejar de ser tú, solo pide que esperes un poco más.

— ¿Tú estás de acuerdo con eso?

Sakuma rió nervioso ante la reacción de su novio. Estaba un poco agresivo todavía.

— ¿Quién soy yo para interponerme en los deseos de tu padre? Además, él me ha dicho lo mucho que te quiere y cómo nos apoya — se levantó de la banca — No me importa esperar un poco más, mis sentimientos por ti no van a cambiar.