02 • Paparazzi.

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          Tsunami caminaba por la calle con dirección a la casa de su novia.

Caminaba tranquilamente hasta que sintió una presencia detrás suyo. Volteó su cabeza, pero no se encontró con nadie.

Extrañado y desconfiado, siguió su camino.

— Debí de haberle aceptado el que sus guardaespaldas me recogieran.

Estaba a punto de llegar cuando procuró notar el flash de una cámara, como si le hubiesen tomado una fotografía.

Al voltear, notó cómo algo se movía entre los arbustos de una de las casas, y entendió que debía apresurar su paso.

Toko esperaba impaciente. Hace diez minutos había recibido un texto del joven surfista en donde le comentaba que parecía que lo seguían y esto la inquietó mucho.

— Le dije que aceptara que lo recogieran. Pero es tan testarudo.

Salió de su casa para esperar en el jardín fronterizo por su novio. Prometiendo ir ella misma a buscarlo si no llegaba en cinco minutos.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que no notó como alguien saltó del muro del portón fronterizo, si hacer nada de ruido, dicha persona se escondió detrás de los arbustos, esperando a que algo interesante sucediera.

Tsunami tomaba el agua como si no hubiese mañana. Había llegado corriendo a casa de Toko y ahora estaba sudado, cansado y hambriento.

La peli rosada entró a su habitación con una bandeja de comida para ambos. Sacó una mudada para el chico de su armario y se sentó junto a él en el balcón.

— Después de comer, toma una ducha y seguimos con la tarde de películas — le dijo, sonriente. Estaba feliz de ver a su novio luego de unos días sin verlo. El equipo de soccer había viajado a Italia por unos días para dar varias entrevistas en el país europeo debido a un contrato de publicidad con una marca extranjera.

Toko también había estado ocupada. Ella y Rika se habían unido hace poco a una liga de soccer femenino en Tokio y pasaba mucho tiempo entrenando y también ayudaba a su padre con ciertos proyectos que realizaba como primer ministro. La joven pareja no tenía mucho tiempo libre, y el poco que podían pasar juntos, preferían hacerlo en privado.

Ambos jóvenes eran populares por varias razones, Tsunami por ser jugador de soccer de la selección japonesa y ser dos veces campeón de un campeonato de surf en su natal Okinawa.

Toko, al ser hija única del primer ministro, y la capitana de la liga juvenil de soccer femenino de Tokio. También se había aventurado junto a Natsumi en lanzar su propia marca de ropa deportiva para mujeres.

Por estas razones, ambos jóvenes eran acosados por paparazzis, para llenar las revistas de chismes.

— ¿No te sientes abrumado?

— ¿A qué te refieres?

— A los paparazzi.

Tsunami bajó el tenedor y tomó las manos de su novia. Los ojos azules de la chica miraban el jardín trasero. Habían muchos guardaespaldas asegurándose que el perímetro estuviese libre de peligro y de reporteros.

— Nos habían comentado los riesgos de la "fama", Toko. Es algo a lo que debemos acostumbrarnos.

— Lo entiendo, pero ¿ya viste? — tomó el rostro de su novio — Mira a tu alrededor. Estamos teniendo una cita en mi casa, porque ellos nos persiguen a todos lados si vamos fuera.

— Toko. Con tal de estar contigo, no me importa en qué lugar nos encontremos.

Ante este comentario, a Toko se le enrojecieron las mejillas y las mariposas en su estómago emitieron corrientes, recorriendo todo su cuerpo.

Lo que pasó luego fue la peli-rosa sujetando al moreno por el cuello de su camisa, para acercarlo a su rostro y besarlo apasionadamente. Tsunami, adorando el contacto con su amada, la abrazó por la cintura y la sentó en sus piernas.

Adoraba este lado de Toko, cuando ella iniciaba el contacto físico. No era algo que ella hiciera a menudo, pero cuando pasaba, era la adoración del moreno.

Los jóvenes no se enteraron, pero un reportero estaba en la cima de un árbol, el único lugar en donde los guardaespaldas de la chica no revisaron. Tomó varias fotos de los chicos en tan comprometedora posición.

Tsunami y Toko seguían en lo suyo, cuando escucharon varios gritos provenientes del jardín. La chica se detuvo al darse cuenta de lo que estaba haciendo en plena terraza, a la vista de sus empleados.

— ¡Señor! Esto es propiedad privada — se acercó cada uno al árbol, llamando a las autoridades para avisar del intruso — ¡Baje en este instante!

Zaizen se paró de inmediato y entró a su habitación, avergonzada y molesta a la vez.

— ¡Estoy harta!— gritó — ¿Es que ni en casa tengo privacidad?

Tsunami, sintiendo el dolor de la chica la abrazó por detrás para tratar de calmarla.

— Deja que ellos se encarguen. Tomaremos medidas de seguridad más estrictas — le besó el cabello — Lo arreglaremos todo.

— Solo quiero calma.

Le devolvió el abrazo y se quedaron así por un rato. Más calmada, la chica rompió el contacto para responder una llamada telefónica.

— Moshi moshi

Tsunami echó un vistazo al balcón, notó cómo varios policías estaban en la escena y como un señor castaño se adentraba en uno de los autos, esposado.

— Ya han detenido al sujeto — comentó.

La chica no respondió nada, y fue el silencio que le indicó a Tsunami que algo no estaba bien.

Pero fue el contrario, Toko envolvió a su novio en un abrazo y comenzó a besarlo.

— ¿Qué pasa? — Le siguió el juego a su novia, confuso pero alegre.

— Mi padre ha reservado una cabaña privada en las montañas. Podremos pasar un fin de semana solos sin que nadie nos moleste — le comentó feliz. Por fin podría pasar tiempo con su novio, a solas.

Tsunami se dejó hacer, no pasaba mucho que Toko actuaba de esa manera y no iba a echar ese momento a perder. Verla tan feliz lo hacía feliz a él, y aunque sí le resultara molesto que reporteros lo acosaran la mayor parte del tiempo, no era algo que le amargara como a ella.

La verdad, lo único que le importaba a Tsunami era el tiempo que pasaba con ella. No podían pasar mucho tiempo juntos por sus apretadas agendas, por eso cuando estaba con ella, no le daba importancia a nada más. No iba a permitir que cosas banales le arruinaran su momento.

Y así siguió la noche. La pareja reía en la cama de la chica, jugando, besándose, mostrando el amor que sienten por el otro de varias formas.

Procuro ser mejor en los siguientes capítulos. Ha sido una semana dura~

Saluditos.

Ventajas y desventajas de salir con un jugador de soccer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora