04 • Parties.

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             — ¿Segura que no habrá problemas? — preguntó una nerviosa Fuyuka por enésima vez.

— ¡Mujer! He hecho esto más de tres veces ya, tú quédate tranquila que lo tengo todo controlado —

— ¡Tranquila, Fuyuka! Rika y yo somos unas expertas en esto. Solo dices que Fudou te espera dentro, le llamas a su móvil para que ellos contesten la llamada y listo, te dejan pasar — le tranquilizó Reika, como si colarse a la fiesta a la que no fuiste invitada fuera lo más fácil del mundo.

— ¡Pero no estamos en la lista de invitados! — lloraba la peli-morada. A su lado, Touko ya se había resignado a quedarse callada y dejarse llevar.

— Lo peor que puede pasar es que nos metan presas por unas horas, pero el padre de Touko nos saca al instante — Rika sonrió a sus amigas y tomó a Fuyuka del brazo cuando vio que iba a salir corriendo — ¡No te vas! Tu novio está dentro rodeado de quien sabe cuantas chicas y tú tienes que entrar y marcar territorio.

Touko se adelantó a la fila en cuanto ésta avanzó. A su lado, Reika quedó pensativa un momento y se dirigió a la peli-rosa.

— Entiendo que nosotras no fuimos invitadas porque no pertenecemos al equipo, pero Fuyuka es una mánager, ¿por qué ella no está dentro?

— Tiene una orden de restricción contra la novia de uno de los jugadores de un equipo que atiende a la fiesta — Midou iba a preguntar algo cuando Zaizen le interrumpió — Es mejor no preguntar.

Reika no paraba de imaginarse esenarios en donde Fuyuka le hacía algo a la chica. Ahora entendía por qué la mánager usaba una peluca negra corta y parecía más nerviosa de lo normal. Y lo de la cárcel tenía más sentido.

— Fudou, tu teléfono está sonando — le ofrecía Sakuma el aparato a su amigo.

El del mohícano había hecho que Sakuma lo siguiese a todas partes, sosteniendo su chaqueta. Es que Kidou y el peli-plateado habían perdido una apuesta contra el chico.

— Moshi, moshi — contestó — No, no conozco a ninguna señorita Urabe — negó — Sí, esas otras tres me suenan, pero Rika Urabe, no

— ¿No conoces a Rika? ¡Fudou! — reclamó Sakuma.

— Después de que metió en problemas a Fuyuka, no pienso perdonarla así como así. Aparte que es por Urabe que mi novia no puede estar acá y le toca escabuyirse como lo están haciendo ahora.

— Pero, ¿y cómo le hará para regresarse a casa ella sola?

— ¿De verdad crees que esa chica no hará lo que sea para escabullirse? Además, puede llamar al bueno-para-nada de su novio.

Sakuma suspiró resignado. No había manera de sacar de esto a Rika, tendrá que aparcárselas ella sola.

— ¿Pasa algo, Jirou? — a su lado, Yuuto Kidou trataba de cubrirse los ojos con sus manos. Y es que parte de la apuesta que habían perdido contra Fudou era que Sakuma le sirviera lo que durara la fiesta y que Kidou no llevara sus famosos googles.

— ¿Ya te había dicho que me encantan tus ojos?

— Sí, y ya te dicho yo lo mucho que los detesto — dijo avergonzado — ¿Qué hace Fudou besando de esa manera a Fuyuka frente a todos los medios de comunicación de la región de Kanto?

Ventajas y desventajas de salir con un jugador de soccer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora