03• Special Ocassions.

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            — ¿Ya me dirás a donde vamos, Shirou?

Rika tenía los ojos vendados y era guiada por el defensa a través del pasillo.

— Paciencia, Rika. Ya estamos por llegar —

La pareja llevaba saliendo seis meses y Fubuki quizo celebrarlo llevándola a una cena romántica. Pero no la llevaba a un restaurante ni nada por el estilo. Shirou quizo celebrarlo al estilo futbolero, créditos a Endou que le dio la idea de llevarla al estadio que estaba al Norte de la Ciudad Inazuma.

Ese mismo estadio había sido renovado hace poco y gracias a las conecciones que Touko tenía -su padre seguía siendo el primer ministro, después de todo- logró apartar una noche para que él y la morena celebraran su medio año.

El estadio, recién remodelado todavía olía a pintura fresca. La grama, recién sembrada y recortada lucía un verde brillante. Las luces del estadio alumbraban solo lo escencial, dejando que las estrellas fueran las que iluminaran el cielo nocturno.

Localizado en las partes más altas y empinadas de la ciudad, el estadio estaba más cerca del cielo que los demás edificios en Inazuma.

— Llegamos — anunció, quitándole la venda a su chica.

— Shirou... — no tenía palabras. Era todo realmente precioso.

La mesa estaba al centro del campo. Habían dos sillas y estaban decoradas con listones rojos que combinaban con el mantel blanco.

— ¿Dónde conseguiste esta vela? — apuntó a la vela en forma de rosa — ¡Incluso huele a rosa! ¡Shirou, sabes que me encantan!

Fubuki rió, estaba feliz al ver a la chica tan emocionada. Todo había salido tal y como lo planeó, por lo menos hasta el momento.

— Raimon hizo el pedido especial en esta tienda de Francia — sacó la silla para que Rika se sentara en ella y le sirvió un poco de vino tinto.

— ¿Cómo lograste hacer todo esto? — la comida estaba exquisita.

— Los muchachos del equipo me ayudaron, por supuesto. Tenemos muy buenos amigos.

— Yo tengo al mejor novio — sonrió tiernamente al chico, haciéndolo sonrojar.

— Te mereces mucho más que esto, Rika.

Comieron, bebieron y rieron toda la noche.
Ambos se acostaron en una manta en la grama que el defensa había traído consigo y comenzaron a hallarle forma las estrellas.

— Esa parece un lobo, ¿no crees? — señaló

— Sí, ¡tienes razón! — el chico se acercó a Rika y comenzó a besarle, lentamente. La chica lo tomó de la camisa y lo posicionó sobre ella. El beso se tornó apasionado, y ambos comenzaron a moverse y tocarse de manera indecente.

— ¡Espera! — le detuvo la morena, tímida. Cosa que no pasó desprevenida ante el chico, quien se bajó de ella con cierta pena. — Es que, verás... yo también tengo una sorpresa para ti y, pues tenemos compañía...

Fubuki volteó a donde la chica le señalaba para notar unas figuras en una de las filas del estadio. Cuando estas figuras se acercaron a la luz, pudo notar como Hiroto y Haruna, con miradas bajas ponían algo en una caja. Luego de eso, le señalaron ver a la gran pantalla, cosa que la pareja obedeció.

Ventajas y desventajas de salir con un jugador de soccer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora