- Si Blake se enterara de esto nos mataria.- dijo Mike con espanto.
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Blake Cooper, lleva viviendo toda la vida en Hawkins y obviamente sabía que algo no andaba bien.
Es la vecina del famoso Steve Har...
Ahora Steve estaba destapando la rejilla que cubría la entrada de la ventilación.
-Linterna.- pidió el chico desde la escalera.
Dustin le entregó la linterna y Steve ilumina hacia dentro del conducto.
-Tio, no sé si cabrás por aquí.- habló Steve no muy convencido por la idea del menor de meterse por el agujero.
El de uniforme bajó de la escalera y miró al menor.
-Sí que lo haré. No tengo clavícula.- dijo Dustin con simpleza y subiendo por la escalera.
-¿Disculpa?- preguntó Robin.
-Tiene una enfermedad. Se llama crido...no sé qué, pero le faltan huesos y se puede doblar como la penicilina.- explicó Steve.
-Querras decir plastilina.- corrigió Blake.
-No, estoy seguro de que se llama penicilina.- respondió Steve seguro.
-¡Callaos y empujadme!- dijo Dustin con la cabeza dentro del conducto.
Blake se acercó.
Ella empezó a empujar por los pies y Steve se lo miraba divertido.
-¡Por los pies no, por el culo!- dijo Dustin.
-¿Qué?- preguntó la chica dejando de empujar.
-Tocame el culo, no me importa.- volvió a decir el de rulos.
-Tú no toques nada.- ordenó Steve a la chica acercándose.
-Lo hacemos los dos a la vez.- dijo Blake hacia Steve.
-No le toques el culo.- replica Steve marcando una mueca y poniendo sus manos en el trasero del chico.
-No le importa. Vamos deja de discutir, se va a quedar atascado.- dijo la chica poniendo las manos sobre el trasero junto con las de Steve.
-¡Dadle con ganas!- habló Dustin.
-¡Es lo que hacemos!- exclamó Steve medio subido en la escalera junto con Blake empujando.
-Dejad de jugar con mis piernas.- se quejaba Dustin desde dentro.
-No estamos en una posición estable.- reclamó la chica bajando por la escalera y dejando de empujar.
-Debería haberme llevado la cámara.- sonrío Robin mirando a los tres chicos.
A Blake se le escapó una sonrisa y miró hacia el mostrador donde acaba de llegar Erica.
-Chicos, tengo una idea.- dijo esta yendo hacia la parte delantera de la tienda.
Steve dejó de empujar para prestarle atención a la chica y ver como se dirigía hacia la niña que hay en el mostrador.
Dustin sale del agujero y Steve y él bajan por las escaleras que hay colocadas al lado.
Blake hace pasar a Erica a la trastienda.
-¿Cabes por ahí?- preguntó hacia la niña.
-Claro que quepo. Pero no se si quiero hacerlo.- respondió la de peto celeste mirando el agujero.
-¿Eres claustrofobica?- habló Blake con sorna.
-Yo no tengo fobias.- respondió Erica con seguridad
-¿Entonces, cual es el problema?- preguntó Steve.
-El problema es que aún no se lo que gana Erica con todo esto.- dijo la niña con superioridad.
...
Los cinco chicos estaban sentados en una mesa mientras le entregaban todo tipo de helados a la niña.
-Más caramelo.- le dijo la menor a Steve para que se lo vuelva a llevar el helado que acaba de acercarle.
Él lo cogió de mala gana y se lo lleva otra vez.
-Vamos a ver. ¿Ves esto? Esta es la ruta que vas a seguir.- Blake señaló el mapa. -Esperamos que hagan la última entrega esta noche, rompes la rejilla, saltas y abres la puerta.- siguió explicando la chica.
-Y entonces veis que hay en las cajas.- adivino Erica mientras comia helado.
-Exacto.- habló esta vez Robin.
-El vigilante estara armado.- dijo la niña hacia Dustin.
-Sí, pero no estará allí.- aseguró con una sonrisa.
-¿Habrá trampas?- preguntó Erica.
-¿Trampas?- Robin habló con incredulidad.
-Sí, láseres, paredes con pinchos y esas cosas.- explicó Erica.
-¿Qué?- habló Blake soltando unas risas.
-¿Sabéis que opino yo de este plan chapucero? Imprudencia de menores.- aseguró y con voz chillona hacia los que estában en la mesa.
-Estaremos en contacto todo el rato...- repitió Robin.
-No, no, no. ¡Imprudencia, de menores!- se quejó la niña.
-Erica, mira. Creemos que estos rusos quieren hacerle daño a nuestro país. Mucho daño. ¿Tu no amas a tu país?- cuestionó Dustin.
-No se puede escribir 'América' sin 'Erica'.- respondió Erica bebiendo de uno de los tantos batidos que tenía sobre la mesa y empezando a sorber de manera ruidosa.
-Emmm... Sí. Es curioso pero es verdad. Entonces, no hagas esto por nosotros. Hazlo por tu país. Hazlo por tus compatriotas. Hazlo por América Erica.- intentó convencerla Dustin.
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