Chapter SIXTEEN

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THE BATTLE OF STARCOURT

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-Bien, por lo que veo ya se os ha ido el efecto.- dijo Dustin con una ceja alzada.

-Creo que es hora de que salgamos de aquí, nos estaran buscando.- se apresuró a responder Blake mientras se ponía de pie junto a Steve.

Los cinco salieron de los baños.

-Mierda.- Steve puso su brazo para barrar el paso del resto.
-Hay guardias por todas partes.- avisó.

Blake y Dustin sacaron la cabeza por la esquina sutilmente.
Había varios hombres corpulentos vetidos de negro y con armas.

-¿Nos estarán buscando a nosotros?- preguntó Dustin.

-Sea a quien sea que busquen no creo que sea un encuentro agradable.- dijo Blake.

-Pardillos, esto se está complicando más de lo que esperaba.- habló Erica pegada a la pared.

-Tenemos que escondernos.- propuso Steve.

Fueron hacia una tienda de ropa para poder esconderse detrás del mostrador.

Dustin sacó su emisora de la mochila, ahora con pilas, y habló.
-Código rojo chicos, código rojo. ¿Mike, Lucas, Max? ¿Me recibís?- habló desesperado mientras miraba a los guardias por encima del mostrador.

No había respuesta.

-¿Dónde coño estan los demás mocosos?- preguntó Blake nerviosa.

Los agentes rusos los habían localizado y cada vez se acercaban más a dónde ellos estaban escondidos.

Sin embargo la bocina del coche de exposición que estaba en el centro comercial empezó a sonar.

Los agentes rusos fueron aplastados sin compasión cuando el coche voló por los aires dando varias piruetas.

Once...

Los que estaban escondidos se levantaron lentamente para poder ver que había pasado.

– ¡Mocosos!- exclamó Blake con alegría al ver al resto del grupo.

Todos se acercaron entre si.

– ¡Ha sido una pasada lo has lanzado como si fuera un juguete!- vitoreo Dustin siendo el primero en abrazar a Once, quien estaba siendo sujetada por Mike.
Eso procupo a Blake.

– ¿¡Lucas!?- dijo Erica.

– ¿Qué haces tú aquí?- preguntó su hermano.

– Es su culpa.- señaló a Steve y a sus acompañantes.

– Sí, es nuestra culpa.- aceptó el castaño.

– ¿Once que te ha pasado?- preguntó Blake preocupada acercándose a la chica.
– ¿Dónde coño habéis estado?- preguntó por segunda vez.

– Con nosotros.- dijo Jonathan.

– Veo que sois unos excelentes niñeros.- habló con sarcasmo mientras ayudaba a Once a sentarse en el suelo.

– Os dije que debíamos avisarles.- pronunció Nancy hacia su hermano.

– Lo intentamos pero no entendíamos nada.- se excusó Mike.

– ¿Y a vosotros dos que os ha pasado? Parece que os haya atropellado un camion.- preguntó Max al ver las caras de los mayores.

– Larga historia.- simplificó Steve.

– Lo siento, aún no entiendo lo del coche.- habló Robin confundida.

– Ce tiene superpoderes.- aclaró Dustin como si fuera lo más normal del mundo.

– ¿Perdón?-

– Poderes, lo ha hecho con la mente. Ponte al día.- repitió Steve.

– ¿Quien es Ce?- habló con exasperación la de pelo corto.

– Lo siento, ¿Y tu eres...?- preguntó Nancy.

– Ella es Robin Buckley, ella es de fiar Wheeler. Es nuestra amiga.- dijo Blake.

Nancy miró a Blake.

– Chicos, tenemos que curar a Ce. Esta perdiendo sangre.- habló esta vez Mike al lado de su novia.

– Mi pierna.- se quejó la chica.

Todos se acercaron hacia la telequinetica.

Jonathan quitó lentamente la venda que cubría su pierna.

–¡Ooh!- exclamaron todos al ver su herida.

Pero algo se movió dentro de su piel. Once se quejó.
– ¡Ce! ¡Ce! ¿¡Estas bien!?- preguntó Mike asustado.

– Mierda, mierda. Tiene algo en la pierna, se mueve.- habló Blake mientras se arrodillaba a su lado.
– Hay que quitarselo.- aseguró la mayor mirando a los demás.

– Voy a quitarselo.- dijo Jonathan.

Cogió una cuchara de madera y un cuchillo de una de las tiendas de domestica.

Le dió a Once la cuchara para que la mordiera.

Cortó encima de la herida y puso los dedos en el corte.
Once empezó a gritar de dolor.

– ¡Para Jonathan!- exclamó Nancy preocupada.

– ¡Silencio!- dijo el chico buscando el parásito dentro de la pierna.

– ¡Para, para!- lloró Once con dolor.
– Yo lo haré.- se quejó.

Jonathan retiró las manos de la pierna de la menor y Once estiro su brazo para controlar mejor sus poderes.

El parásito salió disparado hacia el suelo y Once se dejó caer rendida en los brazos de Mike.

– ¡Joder! Eso es un puto trozo de Azotamentes.- recalcó Dustin al ver al parásito en rl suelo cubierto de sangre.

– Tranquila, lo has hecho muy bien. Eres increíble.- ánimo Blake  dejando que parte del guerpo de la menor también se apoyara en ella.

Todos miraban la bicho retorcerse en el suelo, hasta que una bota lo aplastó sin piedad.

Se quedaron perplejos al ver el dueño de esa bota...

Se quedaron perplejos al ver el dueño de esa bota

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EDITADO

Rᴇᴀʟʟʏ Hᴀʀʀɪɴɢᴛᴏɴ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora