Our Secret

Capítulo 23 / Aún lo amo

-¿Haru?-pregunté en voz alta y me dirigí al cuarto de Ji Eun.

Al abrir noté que la señora Han estaba echada en una cama al lado de la cuna de mi hija, las dos dormían pero al escuchar el sonido de la puerta, la enfermera se despertó.

-Señor Ji Yong-murmuró un tanto avergonzada.

-Señora Han, buenas noches-me reverencié y me acerqué a mi dragoncita para darle un beso en la frente- Disculpe... ¿Dónde está mi esposa?

Sí, fingíamos estar casados frente a la señora Han, total, no teníamos nada que perder ante ella ya que desconocía mi condición de artista.

-Ella salió... Pensé que lo sabía, señor.

-No-negué- ¿Hace cuánto se fue?

-Hace media hora. Ella pensó que usted no vendría esta semana... Por eso me pidió que me quedara con Ji Eun.

-No... No se preocupe, estoy aquí y me puedo quedar a cuidarla.

-De acuerdo-asintió y se puso de pie- ¿Entonces me voy?

-Si no es molestia para usted. Igual le pagaré por venir hoy.

-No hay problema-sonrió- Si me disculpa, señor...

-Oh, sí claro-dije avergonzado ya que se iba a cambiar de ropa- Me llevaré a Ji Eun-tomé a mi hija con cuidado y me dirigí hacia la habitación de Haru.

Coloqué a mi bebé en la cama y la arropé suavemente. Ella entreabrió los ojos y al verme hizo un puchero. Sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas y me extendió los brazos.

¡Oh, Dios! Creo que está reclamando mi constante ausencia... Imaginar eso me parte el alma.

La cargué y la mecí inmediatamente. Pegó su rostro al mío y luego se acurrucó en mi cuello. ¡Cómo la amo!

Rápidamente se volvió a quedar dormida y la recosté con sumo cuidado en la cama de su mamá, rodeada de almohadas para que no se fuera a caer. Abrí la puerta y fui hacia la sala.

-Señor, Ji Yong. Ya me voy-murmuró la señora Han.

-De acuerdo-saqué mi billetera y le extendí la cantidad de dinero que Haru le había ofrecido por ese trabajo extra- Le pediré un taxi señora Han, es tarde y no me gustaría que se expusiera.

-Gracias-se reverenció. Le di mi celular y colocó su dirección.

Su vehículo llegó en menos de lo que creí, le di los datos necesarios del conductor y se fue reverenciándose.

-Muchas gracias de nuevo-dije y cerré la puerta.

Volví a la cama de Haru y me recosté al lado de mi bebé.

-¿En dónde estará, tu mamá?-susurré contra su oído y besé su frente.

¿Se habrá ido de fiesta?

Aparentemente sí lo ha hecho. No creo que haga trabajos universitarios tan tarde.

¿Con quién estará?

¿Con sus amigos de siempre o con alguien más?

Y si... ¿Y si conoció a alguien más y decidió salir con él?

Esa posibilidad me escarapelaba el cuerpo, pero más que eso, me llenaba de rabia.

Decidí calmarme y descansar al lado de dragoncita. La contemplé por largo rato y le saqué fotos. Lamentablemente la preocupación por Haru no se desvanecía, incluso pensé en llamarla, pero fue una opción que ignoré rápidamente. Prefiero que se lleve una sorpresa al verme, aunque ahora no sé si eso sea agradable o desagradable para ella...