Capítulo 36 / Confesión (Maratón 1-3)

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Diez meses después.

Mi vida había cambiado tanto desde aquel último día en que Ji Yong vivió en casa.

Hablábamos dos, o quizá tres, veces por semana para informarle como iba Ji Eun en la guardería. Quien a decir verdad había dado un cambio increíble.

Se había vuelto una niña mucho más sociable, independiente y había desarrollado su lenguaje bastante.

Lo único que, como madre, me ponía muy triste era que cuando la matriculé en aquella guardería, recalqué que no tenía contacto con su papá por ende no brindé ningún dato de Ji Yong.

En las celebraciones del "día del padre" o "padre e hija" siempre asistía yo.

A Ji Eun jamás se le había visto con otra persona que no fuera yo, mi madre o la señora Han ya que los señores Kwon tampoco podían participar de esta etapa de su nieta debido a que también los conocían por la fama de su hijo.

A veces los demás padres, incluso algunas maestras, nos miraban extrañadas. Supongo que era llamativo ver una mamá tan joven y además de eso, totalmente sola siempre.

Jamás permití que Minho me acompañara o algún otro amigo.

Y el tema de Minho... Eso lo relataré luego.

Retomando el asunto de mi hija, podía decir que me sentía totalmente lastimada de no poder darle explicaciones claras sobre su papá. Siempre le tuve que decir que estaba trabajando y ella solo se ponía llorar.

Ji Yong la llamaba seguido, incluso se veían por videollamada, pero como siempre digo... Eso no era suficiente.

Ji Eun estaba sintiendo la ausencia de su papá cada vez más debido a que crecía y se daba cuenta de las cosas.

Algunos fines de semanas Ji Yong se la llevó a su departamento y pasaron todos esos días juntos. Jamás se lo impedí ya que era un padre bastante responsable o por lo menos eso me demostraba con el pasar del tiempo.

En relación a nosotros, sólo había un trato cordial por el vínculo que teníamos pero frente a nuestra hija intentábamos ser un poco más efusivos para que ella no sintiera el ambiente extraño.

Jugábamos juntos y hasta comíamos los tres.

Ji Yong no me volvió a tocar el tema de nosotros, así que asumí que estaba enterrado.

Él seguía "saliendo" con Kiko o quizá si comenzó a hacerlo de verdad y no lo sabía a ciencia cierta ya que jamás se lo pregunté.

Después de hacer dormir a Ji Eun, venía a mí con un simple "adiós" y desaparecía tras la puerta.

Su frialdad me afectó los primeros meses, pero intenté ser más fuerte de lo que ya estaba siendo y para eso... Comencé a distraer mi mente en otra cosa o mejor dicho en otro chico.

Minho. Mi gran amigo de la universidad... Cierto día me dijo que sentía atracción por mí. Aquello no me sorprendió tanto porque con el tiempo me fui dando cuenta del interés que tenía, pero fui clara al decirle que no estaba preparada para nada serio.

Afortunadamente eso no afectó nuestra linda amistad.

Por otro lado, hice fiestas bastante seguido en casa y eso también me ayudó a olvidar el mal momento que pasaba.

Mis notas seguían siendo perfectas. Lo mejor de todo era que solo me quedaban dos años más de carrera y acababa. También había decidido buscar trabajo para poder ahorrar desde ahora. Como Ji Eun estaba más grande, la situación era manejable para mí.

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