Our Secret

Capítulo 30 / Haru, Ji Eun y... ¿Minho? (Maraton 2-3)

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El fin de agosto nos alcanzó y la canción That xx fue revelada con éxito. Ji Yong se presentó en varios eventos y ganó premios por ello. ¡Su canción había sido realmente buena y a las fans les encantó!

Setiembre fue el mes que volvió a iluminar nuestra relación.

Todas las noches venía a casa. Algunas veces más tardes y otras más temprano, pero dormíamos juntos todos los días.

Ese fue nuestro mes del amor, hasta que llegó el día veintiséis y se fue a Singapur con BIGBANG para dar dos conciertos.

Tristemente octubre fue otro mes ausente. Se la pasó viajando por conciertos y casi ni hablábamos.

Algunos días me enviaba mensajes para dar señales de vida o saludarme.

Otros días simplemente no me respondía.

Yo entendía lo cansado y ocupado que podría estar, pero como siempre, no podía ignorar lo mal que me sentía al tenerlo tan lejos.

Ji Eun no entendía el porqué de la ausencia de su padre y tampoco podía explicárselo, pero como mamá, al ver a mi hija llorar por ver a su padre en la televisión o en algún anuncio, me partía el alma.

Tuve que bloquear todos los canales de música para que ningún tipo de publicidad donde saliera su padre aparezca y así ella pueda estar más tranquila.

Tampoco le comenté a Ji Yong sobre las lágrimas de Ji Eun porque sabía que se sentiría mal y lo último que quería era desconcentrarlo de su trabajo. Después de todo, era lo que le apasionaba y el medio que utilizaba para mantener nuestra familia.

Así que después de todo, de tanto tiempo y tantas cosas, seguí protegiéndolo.

En esos dos meses, mi amistad con Minho se intensificó. Realmente era una persona de confianza y buena.

Le conté algunas cosas de mi triste relación a distancia y él comprendió cada una de mis palabras. Claramente no pude ser sincera en su totalidad, pero por lo menos sabía el meollo del asunto y podía consolarme con él.

Ji Yong no sabía que Minho venía a casa porque creí que le incomodaría y tampoco quería pelear con él, pero a decir verdad mi nuevo amigo era una distracción para mí ante la ausencia de mi novio. No quería llorar o deprimirme por lo mucho que lo extrañaba.

Minho jugaba con Ji Eun, la pasábamos bien. Incluso antes de fin de octubre, decidimos llevarla a un parque no tan lejos de casa.

Eso fue algo nuevo para ambas.

Ji Yong había llenado la casa de juguetes y distracciones para Ji Eun, pero no era lo mismo que llevarla a la calle. ¡Y vaya que dragoncita disfrutó su paseo al máximo!

Mientras veía a Minho correr y jugar con ella con total libertad, mi corazón dolía e intentaba contener las lágrimas.

Esto es algo que dragoncita jamás podrá hacer con su padre, dada su condición.

Aunque... Apuesto que si se lo digo, responderá con un: Te compro un parque y todos los juegos que Ji Eun necesite.

Ya que esa es su forma de solucionar las cosas, pero nada de lo que le compre se va a comparar a esta expresión de libertad y comodidad que veo en su inocente rostro al verla jugar al aire libre.

Con gente desconocida alrededor, animales, poder respirar aire puro o contaminado. Lo que sea, el punto es dejar de vivir escondidas.

Mi corazón se entristeció y decidí ir por unos helados para disiparme un poco.