Our Secret

Capítulo 34 / ¿Dónde estás, Haru?

Nos besamos dos segundos y me separé de golpe.

-Lo siento-me reverencié y me puse de pie tambaleándome.

Tomé mi bolso junto a mi celular y caminé hacia la salida.

-¡Haru!-exclamó y me tomó de los brazos.

-No puedo estar más a...

Atrapó mis labios en otro beso que me agarró totalmente por sorpresa.

No pude corresponder como él hubiera querido, así que opté por separarme nuevamente.

En mi estado, me sentía totalmente ofuscada. Estaba cometiendo locura tras locura.

-Esto está mal-sollocé.

-Tranquila-sonrió de lado- Ven, te llevo a casa.

Me cargó entre sus brazos y no me pude negar. Mi cabeza reposaba en su hombro y mis brazos yacían enrollados a su cuello.

Me depositó en el asiento del copiloto y besó mi frente.

-Voy a ponerme ropa más decente, espérame un momento-murmuró y noté que se llevó el botón que enciende el auto. Seguro tenía miedo de que cometiera alguna locura.

Le resté importancia y me acurruqué en el asiento. Miré por la ventana que ingresó rápidamente a su casa y mis ojos apenas aguantaron abiertos hasta que lo vi salir y caminar hacia mi auto.

Se subió en el asiento piloto y encendió el motor. Eso fue lo último que escuché ya que el adormecimiento me ganó.

No sé por cuanto tiempo dormí, me sentía tan mareada que no pude controlar la pesadez que mis ojos sentían.

Narra Ji Yong

Emprendí rumbo a mi casa junto a una sensación confusa.

Por un lado me sentía bien de que profesionalmente estaba teniendo excelentes resultados de tanto esfuerzo y aquello me enorgullecía.

Sin embargo, pensaba en la familia que tenía. Aquella familia que me esperaba en casa todos los días y sufría por mi ausencia. Tanto Haru como Ji Eun me demostraban lo resentidas que se sentían por mis constantes partidas.

Sé que ambas me aman, tanto como yo a ellas; pero mi trabajo es así... Y no lo puedo cambiar.

Acabamos de anunciar el One of a Kind Tour para este año y estaré viajando constantemente, al igual que el año anterior y no creo que a Haru le guste nada la idea cuando se la diga.

Si es que no se ha enterado ya...

Mis manos presionaban el volante con fuerza, tanta, que mis nudillos estaban blancos. Realmente me sentía preocupado y no sabía qué pasaría cuando estuviera frente a ella.

Sé que es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida y nuestra relación ha pasado por un sinfín de altibajos debido a la distancia, pero aun así nada de eso puede contra el amor que siento por ella y estoy tan seguro de mis sentimientos, que por esa razón le di un anillo de compromiso en su cumpleaños.

Quise dejar bien claro que voy enserio con ella y que nada de lo que pudiera pasar en el camino va a cambiar eso.

Aquel día lo aceptó muy ilusionada. Recuerdo su forma de besarme y abrazarme. Fue un momento muy especial, pero hoy... Hoy no sé qué pasará.

Además, sin dejar de mencionar que era San Valentín. No tuve tiempo de enviarle si quiera unas flores o comprarle algo. Me sentía triste por ese lado, pero intentaría arreglarlo al llegar a casa.