Capítulo 38 / Te voy a recuperar (Maratón 3-3)

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Narra Ji Yong

Llegué a Seúl y fui directo a mi antigua casa.

Necesitaba ver con locura a las dos chicas que amo con toda mi alma.

Ji Eun y Haru.

Llegué con mis hyungs y pasaron varias cosas que no imaginé. Podría admitir que la bienvenida no fue muy agradable por mil motivos. Afortunadamente después de todo este mal rato las cosas salieron como quería.

Haru aceptó que viviera con ellas en mis vacaciones y seguido a eso, Ji Eun se despertó. Corrió hasta mis brazos al verme y noté la falta que estuve haciendo en su vida. Aquello me partió el alma pero a la vez me llenó de fuerza para seguir luchando por ser el padre que ella merece. Era una niña maravillosa.

Me agradó el momento en que Haru me preguntó por Kiko. Se notaba a miles de kilómetros que estaba celosa y eso me daba una buena señal. Si yo me alejé de ella por completo, no fue porque la olvidé. Fue porque estaba resolviendo cosas y organizando un plan.

Conversé con Kiko y le dije toda la verdad.

Dos meses antes de navidad nos juntamos una tarde a tomar un café y debo admitir que aquel momento fue muy revelador. En esos días ella estaba viviendo una situación muy crítica con su familia y le di todo mi apoyo moral para hacerla sentir mejor.

Se veía tan vulnerable y me demostró ser una persona tan buena, que supe en ese momento lo injusto que estaba siendo con ella al engañarla de esta forma. Así que utilicé esa puesta de sol tan bonita para ser sincero.

Tuve un poco de miedo pero mi sexto sentido no me falló. Kiko comprendió cada una de las cosas que hice y por supuesto que estaba totalmente sorprendida con mi confesión. Le había revelado mi más grande secreto y ella añadió sentir mucha pena por la condición de ocultas en las que Haru y Ji Eun debían estar.

A su vez le comenté el mal momento que atravesaba mi relación y que quería recuperarla a como dé lugar. Y fue por eso que decidimos dejarnos fotografiar días después de año nuevo.

Las fotos de navidad fueron una tontería con la que nos dejamos atrapar. Realmente solo pusimos esas imágenes en redes sociales fue queríamos publicar el bello paisaje frente a nosotros pero todos se dieron cuenta y lamentablemente se convirtió en un gran chisme.

Si pasamos esa fecha juntos fue porque no tenía a nadie más en Japón. Mis hyungs lograron volver a Seúl, pero yo no pude hallar un vuelo. Por otro lado, Kiko también estaba sola porque su familia estaba en Estados Unidos, así que nos juntamos con dos amigos de ella y recibimos la noche buena.

En todo este tiempo separado de Haru, había puesto a dos personas que la espiaran mientras yo estaba lejos. Quería hacer de todo para recuperarla, pero tenía que estar seguro que ella aún me amaba. Si la veían besarse o salir con alguien más, pues entonces me daría por vencido.

Diez meses la pasó sola.

Sólo me notificaban que salía para estudiar y que hacía fiestas seguidas con sus amigos en casa. Aquello no me molestaba en lo absoluto ya que al menos estaba en un lugar seguro para ella.

Pero algo que sí llamó mi atención fue que después de su cumpleaños la vieron salir varias veces con un chico.

Fueron al cine, a comer y a caminar por el parque.

Mi corazón se alertó ante las novedades que me traían mis espías, pero lo que me tranquilizó fue saber que jamás tuvieron un roce. No se dieron un beso o se tomaron de la mano en ningún momento. Así que decidí tomar todo con calma y esperar un tiempo más para tener nueva información.

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