Porque esta vida está hecha para apreciar cada detalle.
Cada persona que pasa por tu lado y ves que te mira disimulando. Cada despedida, por dura que sea; cada lágrima que cae por la mejilla de esa chica morena. Los trenes tardones y todos agobiados per el tiempo menos ese chico de ahí que no lleva reloj. Esa persona con la que te encuentras cada mañana cuando sales a la calle, que lleva sus auriculares puestos, pero que cada dos segundos se le cae uno de una oreja. Oír voces con distintos tonos, de colores. No perderse cada éxito de la semana o del mes. Cada librero echando a esos fans de la lectura por leerse el libro en la tienda en lugar de comprarlo. Cada bibliotecario gritando a los que gritan para que callen. Cada pareja que pasa por la calle; las que van cogidos de la mano y de vez en cuando, porque les apetece, se dan un beso allí en medio de la nada; y las que van cogidos de la cintura y solo se miran, con miradas que uno no debe perderse. Esas experiencias con personas que quieres, con personas que odias, con personas que debes soportar o simplemente solo. Cada ojo abierto y ojo cerrado de esa persona con la que te levantas cada mañana; cada lunar de su cuerpo. Cada canción hecha especialmente para ser cantada en la ducha. Cada paseo que te abre la mente a ideas nuevas, que te cansa y te hace sudar como nunca antes. Esa calor odiosa en verano y ese frío temblante en invierno. Tantos idiomas en el mundo y solo saber dos o tres. El mar, la montaña. Cada lugar por el que dejas huella. Esas voces prodigiosas a las cuales maldices por no ser tuyas.
¿Todo esto? Detalles de la vida que uno debe apreciar.
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Short stories
Short StoryDesde reporteros perdidos en medio de París hasta niñas pequeñas que tienen la suerte de visitar un circo. Mundos inexistentes, fotógrafas que hacen de guías, viajes en barco casuales. Desde romances en pequeños pueblos costeros hasta conversacione...