VOYAGE (PARTE I)

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Y por fin llegó el inicio de ese viaje que llevaba planeando desde hacía año y medio.
Cogió su coche, pequeño pero elegante e ideal para sus aventuras, y empezó a conducir rumbo a aquel país que, sin saber porqué, adoraba des de hacía ya muchos años. Encendió la radio, sonaba love will set you free, y empezó a cantar como si no hubiera un mañana. Con ese buen rollo iba camino a su destino y creía que nada podría pararla hasta que se encontró en medio de un atasco que en su vida se había imaginado. Su expresión facial al ver la de coches que tenía delante, detrás, a un lado y a otro es imposible de describir. No iba a permitir que nada le arruinase su sueño, así que se tranquilizó, subió el volumen de la música y como empezaba a salir el sol, ya que había salido muy temprano para llegar no muy tarde a esa casita que había reservado, se puso sus estilosas gafas de sol que parecían de los años ochenta (pero le encantaban). Iba avanzando poco a poco y se tomó lo mejor que pudo el hecho de estar atrapada en la carretera, observando y tomando fotos del paisaje que le rodeaba. Al fin y al cabo por eso había comprado la cámara, ¿no? Así que cada vez que podía y veía algo bonito que destacaba entre lo habitual cogía la cámara, que ya llevaba colgada de su cuello para que fuese más cómodo, y sacaba una, dos o hasta tres fotos. La ilusión no se la quitó nadie, hasta hizo algún amigo por el camino cuando al lado de su coche estaba otro, con la ventana bajada también y mirando por ella. En una ocasión, una niña de unos 8 años de pelo largo y moreno que llevaba un vestido amarillo con florecitas naranjas le sonrió, y gracias a la cercanía entre ambos coches y lo saturada que estaba la carretera pudieron hablar un poco. Ella iba con sus padres y su hermano, quien sacó su cabeza por la ventana y le saludó eufóricamente, a ver a sus abuelos en un lugar que no había oído nunca, pero que por lo que le contó parecía ser uno de esos pueblos tranquilos, bellos por sus pequeños y antiguos edificios. Fueron tan simpáticos que hasta les hizo ilusión sacarse una foto juntos con ella y ella tenía clarísimo que esa foto iba a estar en el álbum. Precisamente en el álbum que cuando planeaba el viaje se le acudió hacer. Le vino la idea de una página web que contaba viajes que hacían distintas familias en distintos países y al final hacían un álbum con la recopilación de fotos que habían hecho. Por eso también decidió comprar una cámara que tuviera buena calidad, para poder retratar esos paisajes, esas personas, todo, tal y como realmente es.

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