The Teacher «Finn Wolfhard»

Extra 10:

Capitulo 10:

Ashley y Teresa eran las únicas en casa. La mayor aprovechaba sus descansos laborales, para dedicarse a consentir a su hija. Y es que Ashley tenía tantas cosas que decir, ella necesitaba ser sincera con su madre.

—¿Puedes hablarme un poquito sobre cuando eras joven?— Cuestionó la castaña, a mitad del desayuno.

—¡Oye! Tampoco soy tan vieja— Replicó Teresa entre risas —¿Qué quieres saber?

—Muchas cosas, como por ejemplo ¿Cuál fue la locura más grande que cometiste?— Mencionó a propósito

—Creo que a tu edad, cualquier error es válido— Teresa sonrió. Ashley por el lado contrario, tragó saliva y permaneció en silencio —Cuando yo fui adolescente, siempre soñé con una vida de película, tal vez porque nunca viví con demasiada libertad. Yo crecí en otra época y fuí educada bajo otras creencias. Mis padres querían a la hija perfecta y yo estaba de acuerdo. Los decepcioné cuando me embaracé de tu hermano y con ellos nada fue lo mismo desde entonces. Creo que por eso trate de recuperar mi adolescencia en mi vida como adulta.

Finalmente, la castaña comprendió algunas de las razones por las que su madre se comportaba como una mujer desordenada. Teresa dijo: "Yo no quiero ser la madre que te detiene, porque sé que tú mereces vivir" "Se feliz, cumple tus sueños y no importa cuántos errores comentas, para cada uno habrá una solución, porque después de todo, eso es parte de vivir".

[...]

Su recámara ya se había convertido en un centro nocturno de visitas. Ashley estaba a punto de cumplir 18 años y Finn quería brindarle aquél amor adolescente, del que todas las jovencitas estaban enamoradas.

Detrás de esas guerras emotivas de besos y abrazos, también existían un par de controversias. Él la llamaba: "Señora" aunque sabía que el término no era de su agrado. Lo hacía con el afán de molestarla y robarle una sonrisa; es decir, hacerla feliz era su principal objetivo.

—Vuélveme a llamar señora y te juro que...— La Interrumpió

—Shhh— La estrechó a su pecho, sentada en su regazo. No existía una mejor manera de tenerla cerca.

Su mano derecha se dirigió hacia uno de los bolsillos de su pantalón, después la extendió a su amada. Un hermoso anillo de compromiso, resplandeció desde la palma de su mano.

—¿Te casarías conmigo otra vez?— Preguntó —Pero, esta vez dime un 'Sí' que yo pueda recordar...

Ashley silenció sus labios con un maravilloso beso, que liberó al aire su respuesta.

Fín

Lyattinn