018 💙

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Capítulo 18:
Final

¿Cuál es el momento ideal para contraer matrimonio con alguien? ¿Todas las parejas se casan realmente enamoradas?

—Estás a punto de cometer el error más grande de toda tu vida. Lo raro es que estás consciente de ello y aún así pretendes continuar con esta farsa.— Declaró Jack, prácticamente su hermano no biológico. —¡Caray! ¡Esa mujer podría ser tu madre!

—No exageres, recuerda que estoy enamorado de una mujercita que podría ser mi hija— Respondió el pelinegro

—Viejo, un matrimonio es algo serio y no merece ser destruido de la noche a la mañana— Insistió

—Las cosas ya están hechas— Finn se resignó

—Te equivocas, ninguno de los dos ha dicho legalmente que sí— Mencionó Jack —Piénsalo bien, tu futuro depende de ello. 

—¿Qué estás insinuando?

—He observado que tu problema está en los estereotipos sociales y todos sus derivados. Mi consejo es: ignora esas estupideces, si quieres llevar una vida plena y feliz— Afirmó su amigo —Sé que mi comportamiento no te hace sentir cómodo. Créeme, no me importa la identidad de mujer que tú ya seleccionaste, solo quiero que reflexiones: ¡Tú no la amas! ¿Entiendes? ¿Qué estilo de vida le ofrecerás a alguien que no está en tu corazón?

—Ashley no será feliz conmigo. Tú deberías comprender eso— Finn permaneció bajo la misma posición

—¿Y acaso tú serás feliz con Teresa?— Replicó el pecoso —Sé que de verdad te preocupas por el bienestar de esa niña. Ese es un gesto lindo e importante, que demuestra lo mucho que sientes por ella, pero tu no tienes el derecho de decidir sobre la felicidad de otras personas. Dime, ¿Alguna vez se lo preguntaste?

—¿Preguntarle qué?— Murmuró confundido.

—¡Tú no tienes remedio!— Jack suspiró fastidiado —¿Estás dispuesto a dar lo que sea por esa chica?— Finn asintió —¿Quién demonios te dijo que ella no está dispuesta a hacer lo mismo por ti?. No lo sabes ¿Verdad?. Nunca pensaste en eso porque solo te encerraste en lo que tú consideraste correcto. Y sí sientes un poco de curiosidad, ten el coraje de averiguarlo, pero que sea rápido porque ya perdiste mucho tiempo.

[...]


—¡Ashley!— Jaeden presionó el brazo de su hermana, sin malicia. Así logró sacarla de Júpiter, el planeta en dónde ella estaba de visita.

—¿Qué? ¿Qué pasa?— Mencionó la castaña desorientada. Lo último que recordaba era haber estado en su habitación, discutiendo con sus amigas algunos detalles irrelevantes sobre su imagen. Y ahora, mágicamente ya estaba lista para festejar la sexta boda de su madre. Ashley y Jaeden seguían en casa, estaban esperando un transporte privado para salir.

—Después de la historia de nuestro padre, ya hemos pasado por cinco situaciones como esta, pero en ninguna te había visto así como ahora. ¿Qué te sucede hermanita? Parece que estás flotando de una dimensión alterna— Preguntó el de los ojos claros

"Jaeden, mi mamá se casará con el único hombre que de verdad me ha enamorado, a mis 17 años de vida"

Pensó la chica. Afortunadamente no se vió obligada a responder semejante cuestión, porque en el momento más oportuno, se escuchó el claxon del auto que estaban esperando.

En la calle estaban dos equipos estacionados. A través de los vidrios tintados del automóvil, Ashley reconoció a uno de los chóferes; Jack Grazer, el profesor de inglés, amigo íntimo de Finn y seguramente de su madre también. El mencionado retiró las gafas oscuras que intensificaban  su rostro y la recibió con una gran sonrisa, despues le abrió la puerta del vehículo que estaba bajo su manipulación.

—La señora Teresa pidió que sus hijos viajaran en un auto por separado— Jack comentó, cuando Jaeden estaba a punto de subirse en el mismo auto que su hermana.

La supuesta y espontánea petición de su madre no tenía coherencia. Por otro lado, ambos sabían que Angela teresa estaba loca, así que viniendo de ella, dicha súplica era aceptable. Al chico no le quedo otra alternativa, que subirse al auto que restaba.

[...]

Jack condujo el automóvil a un ritmo sereno, sin delatar sus verdaderas intenciones. Obviamente su ruta no iba a concluir en el lugar de la boda. Ashley permaneció en silencio, vigilando el movimiento de las calles que transitaba, el viaje le parecía largo, pero si Jack la estaba haciendo de chofer, era porqué Jack sabía lo que hacía, así que confío en él.

—Permíteme un momento, iré a buscar un encargo de Finn. No te preocupes, cuando menos lo esperes ya estaremos en la iglesia— Jack estacionó el coche en un parqueadero solitario, salió del vehículo y posteriormente se perdió en la nada. Ashley encendió la pantalla de su teléfono, el pecoso le había mentido, ya estaban a tres minutos de la celebración. Aunque internamente pensó que al menos no sería un testigo del momento en el que Finn y su madre unieran sus vidas.

Con su osadía limitada, retrocedió a uno de los extremos de su laguna mental. Los recuerdos dolorosos ardían sin perder el impacto, los arranques de frustración y los efectos de la impotencia, la consumían lentamente, sus ojos se volvieron a embriagar de lágrimas, por tal motivo, bajó la mirada para controlar el llanto y la congestión de su rostro. Procuró aparentar una imágen estable, cuando Jack regresó al piloto y encendió el motor. Levantó su mirada desganada para decir un: "Por favor conduce con prisa" pero de inmediato se olvidó de eso.

—¿Tú que haces aquí?—Exclamó. Jack no fue la persona que entró al auto. La postura del tiempo sufrió una drástica e inesperada mutación. De un segundo a otro, su profesor de biología, la estaba trasladando a una dirección que ella desconocía.

—Tranquilízate mi niña... Sé que estás confundida. Hace una hora yo también lo estaba, pero lo comprendí todo.

—En este momento deberías estar junto a mi madre— Agregó la castaña —¿A-A dónde me estás llevando?

—Existe una frase muy singular que dice: ‘El novio se robó a la novia’... Es imposible que no la hayas escuchado. Dejando a un lado el modismo, lo curioso es que: Yo me robé a la hija de la novia  Murmuró el pelinegro

—No estoy de humor para tus locuras ¡Detente ahora mismo!— Ordenó e intentó abrir la puerta, pero Finn ya tenía todo planeado.

—Te preguntaré algo y quiero que me respondas, de tu respuesta depende nuestro destino.

—¿De qué estás hablando?

—La sociedad está llena de parámetros que por obligación debes cumplir. Los prejuicios la vuelven vulnerable y hasta cierto punto enfermiza. No sé en qué momento se enriquecieron los íconos de lo que supuestamente es perfecto, y a consecuencia de esta sobrevaloración, la libertad de expresión se fue hacia abajo... ¿No estás cansada de eso?—Finn comenzó a hablar

—Déjame entender—Añadió la chica— ¿Hiciste todo esto para discutir mi opinión acerca de la sociedad?

—Quiero que sepas que te amo y que me apetece vivir todo contigo. Sé que soy mayor que tú, pero puedo ofrecerte un amor limpio, sincero, seguro y hermoso, sobre todas las cosas. Por ti, estoy actuando como un delincuente, pero solo si tú lo deseas, puedo alejarme para que tú seas feliz. Quiero llevarte a un lugar en donde podamos empezar las cosas bien, pero antes dime: ¿Linda? ¿Tú te escaparías conmigo?

Permaneció inaudible con la conciencia nublada. Él le había dicho que la amaba. Y en pocas palabras se estaba entregando a ella, solo a ella.

—¡Cállate!... Yo fuí la que se enamoró de un estúpido profesor. Besé al hombre de la mujer que me dio la vida y ya no quiero lamentarme por eso. Me moría de pensar que tenía que verte al lado de mi madre. Soy una inexperta en estas cosas, pero puedo y deseo con toda mi alma, decirte que acepto.— Sonrió satisfecha —¡Quiero irme contigo!... Ahora puedes llamarme princesa— Murmuró al final

Finn

The Teacher «Finn Wolfhard»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora