016 💙

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Capítulo dieciséis:

El pelinegro llegó a su departamento, vagó por la sala durante unos minutos y al final abrió la nevera, después se sirvió una copa, para digerir el estrés. Empezó a recordar todo lo que aconteció a lo largo del día, se llenó de rabia y estrelló la copa de cristal en el suelo.

—¡Fui tan estúpido!— Susurró —¿Por qué hice las cosas así? ¿Por qué le dije eso?... Mi niña dramática ahora me odia.

No podía dejar las cosas así, se equivocó y debía arreglarlo.

[...]

—¡Imbecil! ¿Cómo se atrevió a hacerte eso?— Expresó la pelirroja enojada

—¿No te dió ninguna explicación?— Continuó Millie

—Creo que eso ya no era necesario mills— Sadie volvió a opinar —¡Agh! ¡Que desgraciado!

—Prácticamente la estúpida fuí yo. Lo nuestro es imposible y eso no era un secreto, fuí una idiota, por haber pensado que entre él y yo podía suceder algo lindo— Mencionó Ashley

—¿Tú mamá no te ha dicho nada sobre el compromiso?— Preguntó Millie

—No ha tenido tiempo— Respondió —¡Demonios!... Ya me la imagino cuando regrese de trabajar, me compartirá un poco de su felicidad y yo tendré que fingir que la noticia me sorprendió

—¡Como quisiera tenerlo enfrente!... Yo ya había planeado tu boda con él—Agregó Sadie —Imagínate una tarde de verano, un vestido corto, fresco y minimalista, tu cabello decorado con flores naturales, manicura francesa y para concluir unas clásicas zapatillas converse...

—¿De que estás hablando?— Esa confesión la confundió bastante

—Pues...—La pelirroja se encogió de hombros

La tarde transcurrió entre botes de helado, papas fritas, frutillas, dulces y una buena cantidad de episodios, de los dramas más exclusivos de Netflix, shows que hacían que las chicas se salieran de la realidad por un determinado momento.

Muy pronto el sonido del timbre invadió los muros que conformaban la casa. Teresa estaba trabajando y su horario laboral siempre había sido el mismo, así que la probabilidad de una visita era muy baja. Ashley se negó a abrir la puerta, sin embargo algo se tenía que hacer al respecto.

Sadie se asomó por la ventana y suspiró aliviada, pues se encontró a un repartidor de mercancía que, aparentemente no tenía nada que ver con Finn.

—Seguramente tú mamá pidió algo por línea, ya sabés, el periodo de entregas es variable— Opinó Millie y eso bastó para que Ashley fuera abrir la puerta.

—Hola, estamos buscando a la señorita Ashley Martell— Dijo el jovén de afuera

—Sí... soy yo ¿Pasó algo?

—Solo queríamos hacer una entrega— Dicho eso, el jovén le hizo una seña a su compañero que estaba dentro de un auto, después entró a la casa y sobre la mesita del centro de la sala, dejó un hermoso arreglo floral, de aproximadamente 100 girasoles.

—¿Y Ahora? ¿Qué es todo ésto?— Preguntó Sadie con una gran sonrisa.

Ashley buscó entre las flores, estaba segura de que encontraría una nota.

“Mi linda princesa... Más bien debería decir ‘Solo Ashley’. Se que esto no arreglará lo que hice, pero necesitaba hacer algo por ti, me importas demasiado, por favor dame una última oportunidad para explicarte mejor las cosas”
→Finn

Sus lágrimas se desbordaron, cerró el puño y el pequeño cartoncillo sufrió las consecuencias. El vacío seguía ahí, causando molestías. Su respiración se descontroló en cuanto terminó de leer la nota. "Drama queen se apoderó de ella"

Lyattinn

The Teacher «Finn Wolfhard»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora