Entre Lycans: Lazos de oscuridad [Completa✔️]

Capitulo #51

°Isaac°

¿Qué si estoy listo?

La puerta se abrió de un azote inesperado y Enok fue aventado dentro de la habitación.
La mueca en su rostro no era precisamente la más contenta.

—¡Oigan, de donde vengo soy respetado! —gritó a la nada sin percatarse de mi presencia todavía —¿O acaso era temido? Agh, no recuerdo muy bien el dicho.

Suspiré arrepentido.

No, definitivamente no lo estoy.

Enok giró y me encontró de pie a un costado de la mesa metálica a mitad del grisáceo cuarto.
No pude adivinar exactamente su impresión, salvo por cierta tensión en su cuerpo que intentaba ocultar. Veo como adquiere un semblante serio y se acerca a zancada lenta hasta la silla más cercana, se desploma sobre ella y me observa con detenimiento, casi divertido de verme aquí.

—Así que... el gran alfa decidió volver.

Me veo en la obligación de tensar la mandíbula para retener mi peor lado con él. Sabía que pasaría esto. Él y su exasperante ironía.

—No creas que por estar en recuperación voy a perdonarte - establezco.

Lo veo echarse para atrás y alzar una ceja sin impresión.

—No viniste por cuenta propia, ¿verdad? —adivina, echando un vistazo al espejo a nuestro costado. No se tenía que ser un genio para deducir que habían lycans vigilandonos del otro lado.

—Por favor, ¿Quién tendría la paciencia para venir a visitarte?

—Vaya, linda manera de recalcar que no le importo a nadie. Gracias alfa, en serio —a pesar del sarcasmo, soy consiente del tono dolido que intentó disimular.

El cargo de conciencia no tarda en manifestarse en esas molestas punzadas. O Enok realmente seguía siendo un grandioso manipulador, o era yo quien realmente se ha estado comportando como un tonto con él sin considerar dos veces la gravedad de su situación.

Refriego libremente la palma de mi mano por mi rostro y decido tomar asiento frente a él. El silencio se vuelve absoluto tal y como me lo imaginé.

Recuerda, Isaac. Estás a cargo de él ahora. No tiene porque ser tu enemigo. Podemos llevarnos bien como el alfa y beta que somos.

—Hasta donde tengo entendido este es un supuesto lugar para desahogarse. Bien —. Enok apoya ambos antebrazos sobre la mesa y se inclina bajando la voz— Primero que nada: Me molesta saber que ya le han asignado a alguien más el puesto de segundo al mando para usted, ¿Puedo saber quién es? Es importante saber como deshacerse de la competencia.

—¿Disculpa? Es solo un niño.

—Oh, entonces no será tan difícil como pensé —.asiente, dejando repentinamente de lado ese aire asesino —¿Crees que acepte un duelo con espadas? Puede que un combate cuerpo a cuerpo sea algo despiadado.