Capítulo #40

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Capítulo dedicado a Jg-jessy ❤️

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°Mandy°

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°Mandy°

Colmillo de plata.

Una de nuestras tantas manadas vecinas.
Caracterizada por tener uno de los parajes más bellos en cuanto a su flora en toda la sección oeste del bosque.
Un sitio no tan extenso en territorio. Agradable ruralidad y estabilidad de la especie. Un sitio agradable para los lobos.

Con esto, me resulta desalentador  tener que ser espectadora de éste horrible agobio.

—¡Ya vienen! ¡Ya vienen! ¡Tienen que hacer algo, por favor! —alaridos lastimeros salían de esa pequeña niña mientras los paramedicos intentaban tranquilizarla. —¡Por favor! ¡Ya vienen!

Contemplé bajo los efectos influenciados del morbo y el gentío, como consiguieron trasladar a la pequeña que suplicaba por ser escuchada. Su aspecto desalineado estrujó mi corazón, con la idea de el tiempo que debió pasar secuestrada por esas cosas.

No pude presenciar más la escena. Un gruñido terminó por arraigarse en mi pecho.

Detesto a quien sea que este tras de todo. Parece salirse siempre con la suya tras cada secuestro.

De un leve roce con mis dedos, guió una caricia propia a través de mi hombro, buscando indicios de serenidad.

Suspiro con un solo pensamiento:
¿Cuando habrá esperanza de que todo esto acabe de una buena vez?

Regresé en un arrebato el casco a mi cabeza y le descargué potencia a la motocicleta. Estaba a punto de retomar mi camino pero una persona me tomó desprevenida en medio del arranque, frené a tiempo antes de tener la oportunidad llevarme al hombre por delante.

Levanté la mirada con el susto todavía al borde de la garganta.

—¡Cuánto lo siento, no lo...!

Enmudecí al reconocer en vagos recuerdos de fotografía al hombre frente mío. Sentí mi lengua ausentarse de movilidad, lo cual aumentó más mi vergüenza al encontrarme con su estrecha y audaz mirada.

Linda manera de conocernos en persona.

El guardia custodio que asumo iba en su compañía, me escudriñó de arriba a abajo con la mandíbula apretada.

—¡Fíjate por donde andas con esa cosa, niña!

El hombre de traje elegante se anticipó a su amenaza cruda y con elegancia elevó su palma en signo de que guardase la compostura.

—No tiene porqué preocuparse. ¿No ve? Ni un solo rasguño.— le indica al final, acomodando las mangas de su traje en un movimiento casual. —Además... —me devuelve su atención con detenimiento, casi gracia por la coincidencia de encuentro. —No me parece prudente faltarle el respeto a la futura luna de nuestra manada vecina.

Entre Lycans: Lazos de oscuridad [Completa✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora