✨ Episodio XVIII✨

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El rostro de Uryu estaba más que pálido, la respiración entre cortada dejaba ver el deplorable estado en que se encontraba el adolescente. Rukia permanecía con un rostro preocupado, sin dejar de mirar al chico aunque hubiese otros heridos siendo cuidados por Inoe.

Ichigo tenía un corte profundo en su brazo derecho, la esencia de su rieatsu desaparecía de una manera tan fugaz que inclusive era preocupante, estaba perdiendo muy rápido sus poderes. Por otro lado quién menos estaba grave era Renji Abarai quién aún teniendo heridas graves estaba fuera del peligro de muerte.

— Kuchiki-san estarán bien, yo me encargo — Orihime se estaba esforzando mucho para que sus amigos estuviesen bien, en especial estaba preocupada por Kurosaki del mismo modo qué ella estaba preocupada por Ishida.

Un rieatsu conocido fue presente en un instante, allí justo en frente Ulquiorra apareció como si nada con las manos en el bolsillo. Automáticamente Orihime retrocedió con timidez al estar él allí, así como no dejaba de mirarle fijamente.

Ya no puedo sentir nad al mirarle —, fue lo que pensó mientras desviaba la mirada a la chica azabache quien dedicó su atención a él sin levantarse del suelo al lado de Uryu — Y por alguna razón no me agrada verle cerca de él — siguió pensando sin decir palabra alguna o reproducir algún sonido.

Rukia sólo le miró como esperando alguna oración, si quiera una palabra de parte del arrancar pero no dijo nada, solo estaba allí, mirándole.

— ¡¿SOLO VIENES A MIRARME O QUE?! DI ALGO —. Fácilmente salió de sus casillas así como atormenta tanto a Ulquiorra como a Orihime. Aunque el primero ni se inmutó.

Ulquiorra desvío la mirada, tan solo verle le hacía sentir cosas que no debería por nadie y menos por una Shinigami. Pero por alguna razón siempre terminaba allí, frente a ella porque quería verle.

— Los Hollows han sido modificados para no percibir rieatsu, lo mismo con nosotros los arrancar — , comentó con tranquilidad ignorando lo confundida que estaba Inoe — te darás cuenta que su plan es acabar con la sociedad de almas.

— ¿Eso no te beneficia? ¿Porqué me lo dices? —, buena pregunta la cual no tenía respuesta. Únicamente se limitó a observar como la nieve caía, era entretenido ver la nieve caer.

Cuando despertó de nuevo luego de volverse cenizas, lo primero que observaron sus ojos fue la nieve fría, era hermosa y caía con gracia sobre sus manos igual de frías. Curiosamente, conoció a una Shinigami quien tenía la habilidad de crear nieve aún estando en el desierto del hueco mundo, tal vez era casualidad, pero sí era curioso.

— Tú puedes creer lo que quieras, Shinigami —, fue lo que dijo — después de todo una vez traicione a ese idiota, ya no soy del todo bienvenido en las noches. No estoy del lado de ninguno, pero me encantaría que de una vez por toda ese tipo ya no existiera.

— ¿No está muerto? Pero mi hermano combatió contra él — , no podía creer que su hermano mayor no acabara con ese sujeto.

— Sigue obsesionado contigo —, sí, ésa era la verdadera razón de ayudarla. Debía admitir que odiaba ésa idea, si ella estaba en contra de estar con ése despreciable, no soportaba la idea que eso se volviera real.

— Que repulsivo — dijo mientras dirigía su vista al Quincy tocando su frente para asegurar su temperatura, estaba estable al igual que sus latidos así como el color de su piel volvía a la normalidad —. No puedo creer que mi hermano lo dejara con vida, es cierto que las cucarachas son escurridizas.

Estaba preocupada, se nota en sus ojos violetas que le importaban realmente poco la información dada, o si alguien estaba obsesionado con ella.

Su mente estaba concentrada en el bienestar del joven frente a él por más que no quiera expresarlo. Por alguna razón eso le causó una extraña sensación al arrancar, la manera en que Rukia miraba preocupada al Quincy, sus ojos estaban concentrados en ello.

¿Qué era ése extraño sentimiento? No soportaba la idea que estuviera con aquel loco que quería estar con ella si o si. Tampoco le agradaba que ella mirara con ojos brillosos y de preocupación al joven.

¿Porqué vino aquí? Mejor era irse para que su mente no estallara por tanto. Aunque no lo demuestre en su rostro inexpresivo, estaba confundido.

Dió la espalda haciendo que Rukia le mirara un tanto sorprendida. Hizo una pausa que parecía eterna antes de si quiera decir algo más.

— Cómo dije nunca estaré del lado de un Shinigami, pero ése tipo no me agrada — : la peor excusa, una muy pésima la verdad — Debo irme, recomiendo que tengas cuidado, ya el rieatsu no puede localizarse con los aparatos de vosotros.

Una garganta fue abierta para retirarse, sin embargo antes de irse fue detenido por aquella voz.

— Cifer —. Se giró a mirarle, está vez solo estaba colocando toda su atención en el aún con su rostro serio, escuchando en un eco el sonido de su voz mencionando su apellido —  : sigo sin poder entenderte, no sé porque sigues ayudándo..., específicamente a mí. Aún así..., — poco a pocos una ligera sonrrisa se mostró en sus labios —, gracias — fue lo que dijo finalmente.

Era la segunda vez que le sonreía, no era normal él montón de sensaciones que sentía con tan solo una expresión tan tonta, no es como que nunca hubiera visto una sonrisa, tal vez si sea una de las pocas dirigida a él en específico. Pero se sentía diferente con mirarla.

Asintió mientras se preparaba para irse una vez más, nuevamente se detuvo aunque esto fue por curiosidad al escuchar una especie de quejido masculino.

—. ¿Qué ocurrió? — apenas el Quincy habló, se sentó con dificultad sobre el suelo. Sus anteojos no estaban puestos mientras sujetaba su frente por el dolor de cabeza.

Se arrepintió de haberse quedado observando por unos segundos. Los ojos de la Shinigami brillaron intensamente, mientras se volvían ligeramente cristalinos.

Fue repentino para todos. La Shinigami dejándose guiar por sus impulsos se había avanzado para abrazarlo — Estás bien —. Fue lo que dijo mientras apretaba más el abrazo sin oportunidad para dejarlo ir. los ojos de Uryu aumentaron drásticamente de tamaño mientras un color rojo se tornaba en sus mejillas con intensidad aún estando aturdido. Orihime sonrió un tanto emocionada por lo que veía, Ulquiorra dilató ligeramente los ojos para luego darse la vuelta con su típica expresión. Solo se fue del lugar sin más.

No debió de haber venido realmente.






Tu Me Cambiaste La Vida (Uryu X Rukia) Completada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora