Tu Me Cambiaste La Vida (Uryu X Rukia) Completada

✨Episodio LVI✨

    Para todo hay una primera vez y está era la primera vez en que Rukia plancha enfermizamente la falda del vestido con sus manos algo sudadas, ella no era así, su seguridad se había ido por la borda cuando llegaron las cuatro y se suicidó cuando eran las cinco y media. Tragando saliva presenció una vez más el vestido amarillo pálido, sentía que se veía bien cuando realmente jamás en la vida se había sentido preocupada por su apariencia, ella era shinigami para pensar tonterías porque no tenías que ser bella para matar hollow o empuñar un zanpakuto o subir de rango.

      No, solo necesita práctica y ejercicio.

      Nunca en sus décadas de vida había tenido una cita o una salida sola con un chico que no sea Renji, Byakuya, Kahien o Ichigo quienes eran más hermanos que otra cosa. No obstante tampoco pretendía ser alguien que no era más bien estaba nerviosa porque realmente no sabía que hacer, creía que sabía muchas cosas de éste mundo pero ahora caía en cuenta que no sabía que hacer en una cita.

     Comenzó a jugar con sus dedos, acomodando un poco su bufanda blanca alrededor del cuello porque hacía demasiado frío.

     Sus dedos empiezan a congelarse así qué ocultó sus manos entre los bolsillos del vestido que combinados con unas medias negras eran un lindo atuendo.

       — Creí que había llegado temprano —: escuchó su voz inevitablemente alzando la mirada se topó con aquellos ojos azules cristalizados en anteojos, una sonrisa ligera y cerrada teniendo su bufanda celeste alrededor de su cuello en compañía de una chaquetas cerrada color blanco aperlado, cómo le quedaba el blanco —, te adelantaste.

      El también parecía nervioso por la manera en la qué acomodó sus anteojos en una especie de tip nervioso o algo así.

       — Bueno... quería estar puntual —, contestó colocándose de pie con seguridad.

       Pronto el nerviosismo se fué cuando notó que el también era un novato en esto aunque era más pasable por ser menor, ambos caminaron por un silencio prolongado pero tan cómodo qué no resultaba malo por la compañía del orto.

      — ¿Has ido alguna vez a un festival? —, preguntó de repente el masculino — uno del mundo humano.

      — No... ¿En qué consiste? —, dijo realmente interesado.

      — En eso —, señaló hacía al frente bajando unas escaleras largas dónde al fondo una calle completá estaba llena de tiendas y puestos divertidos.

      Rukia entusiasmada por conocer algo nuevo del mundo humano corrió por los puestos tomando la mano de Uryu para guiarlo cómo una especie de niña pequeña preguntando tantas cosas que el respondía gustoso.

      — ¿Qué es eso? —, preguntó mientras veía una fila de chicos pequeños y grandes tratando de tomar unos peces con redes.

      — Es un juego que... —, pero fue interrumpido y jaloneado hacía una tienda.

       — Mira, todavía existe el arte del origami, éso también lo hacemos en la sociedad los niños —, dijo entusiasmada mirando las figuritas de papel —, una grulla de papel —, dijo señalando una figura hecha con papel azul —, se dice que si haces mil de estás figuras de te cumple un deseo ¿Qué pedirias si lo lograrás?

       — Asumiendo qué tendré mi casa llena de papel que probablemente voy s lograrlo nunca porque me desharia de éso, asumiendo que lo haga —, afirmó —; supongo que sin necesidad de hacerlas se me ha cumplido el deseo.

      Los ojos violetas de Rukia miraron con curiosidad al chico.

     — ¿Qué? —, preguntó pero entonces unos niños con máscaras que recién habían comprado corrieron empujando un poco a Rukia quien fue sujetada, aunque no iba a caer, por Ishida tomando sus hombros.