✨Episodio XLI✨

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      Al emprender el camino Uryu sentía sus heridas más sanas que anteriormente habían durado tanto tiempo en silencio que era incómodo pero estaba seguro que si hablaban sería peor, a su lado Kuchiki caminaba pensando algo porque su mirada perdida estaba, al lado de esta Ulquiorra quien había comenzado a odiarlo con todas sus fuerzas por los probables sentimientos que compartían por Rukia, bien era obvio la shinigami no parecía notarlo (aunque no era fácil de presenciar), además que a su lado izquierdo estaba Ryuken con su mirada fría que debes en cuando lo miraba a él.

     Prefería estar en silencio que iniciar una conversación con la mujer con quién ahora era incómodo hablar, con Ulquiorra quien más bien lo quería muerto o con Ryuken, con él menos qué menos porque desde hace unos buenos años ni se hablan incluso caminan en aceras opuestas si se encontraban en la calles porque no soportaban caminar en el mismo lugar que el otro.

      — Oye, te estás recuperando ¿Verdad? — ante la observación de la shinigami Ryuken observó a su hijo de arriba abajo con disimulo, era verdad, tal vez había desarrollado aquella habilidad de curar sus heridas con el rieatsu del ambiente. Ulquiorra también miró pero fué por escuchar la voz frívola de la shinigami, quién en este momento tenía la atención en el niño humano y esa sensación extraña en su estómago le volvió — Has estado caminando como si no tuvieras herida alguna durante este trayecto.

       Las noches era tan amplio que podían perderse si buscaban un lugar exacto, pero en este momento solo seguían a Ryuken como un antiguo detector de metales para hallar una salida.

      — Si, es lento pero recolectando el rieatsu se puede curar las heridas propias aunque no funciona en otros y tarda mucho según la herida, en este casos es muy grave —, era por eso y solo por eso que podía moverse incluso entrar en combate.

      — Es algo útil ahora que lo pienso —, tal vez el karma era una desgraciada en totalidad o simplemente tenían una especie de imán atrayente a la mala suerte pero el suelo se agrietó tan ferozmente qué sorprendió, cayeron hacía una habitación donde solo había una profunda oscuridad.

      Rukia se golpeo le cabeza con fuerza a tal punto qué su sien sangró y los huesos de sus extremidades se entumecen, la nariz se le rompió también pero aún así había caído encima de alguien que sea como sea el de abajo había recibido una caída peor, de pronto las luces encendieron.

        Escuchó un quejido abajo, Uryu estaba siendo aplastado por la mitad del cuerpo femenino que en sí no pesa para nada pero con la caída y sus heridas era como si sus huesos se vuelven polvo, dolía, ardía, parecía el infierno mismo.

      La sangre de Uryu corría con más intensidad que antes, la herida había abierto otra vez y se había roto el hueso de un dedo,aún siendo resistente, aún con la capacidad qué tenía había caído unos quince o veinte metros con un peso encima.

       — ¡Uryu! —; emitió un grito repentino levantando a Uryu quien se enderezó aún en el suelo, sus anteojos se rompieron vueltos añicos —, estás muy herido.

       — Nos han separado a propósito —: a diferencia de Rukia se había fijado sin mover la cabeza a ningún lado o mirar las partes, tenía la mirada en el suelo cuándo se colocó de pie sujetando la herida sangrante en su estómago.

       Era una habitación en su totalidad blanca, no era uno brillante que dolía la cabeza era un blanco opaco casi de un color amarillo.

      — No están en ninguna parte — aseguró para cuando volvió a mirar Ishida ya estaba de pie con su arco bien preparado acercándose más a la shinigami —, esto es una habitación cerrada.

       Un viento ligero sopló uno tan fuerte que bailó el cabello de ambos en una especie de danza, Rukia sujetó con fuerza la espada debido que su compañero estaba en guardia.

      — Es una trampa Rukia, tengo el presentimiento de que solo te querían a ti —, fue lo que dijo y ella no comprendió nada hasta qué todo se volvió claro cuando sus ojos violetas se fijaron en lo que se fijó Uryu, aquél sujeto quien la secuestró anteriormente y ahora lidera el hueco mundo estaba allí.

     Tenía una largas cicatriz que recorría su cara en forma diagonal desde la frente hasta el final de la boca, le faltaba un ojo siendo reemplazado por un parche viejo y desteñido, era realmente espantosa su actual apariencia y ambos dedujeron qué si recibes el ataque de lleno de la zanpakuto de Byakuya Kuchiki podrías quedar de ese modo a menos en su forma Bankai.

       — Ya estoy harto de todos ustedes —, su voz era débil tenía un corte profundo en la garganta que aún permanecía en vendas, tosía con mucha continuidad —. Interrumpe mis planes, los hacen añicos y luego vienen a mi territorio con la persona que más quiero tener, como si nada.

        Estiró su mano también llena de constantes cicatrices, la zanpakuto apareció en su mano colocando una postura perfecta.

      — ¡Los matare! — . Gritó con todas sus fuerzas —, Rukia será mía y tú maldito Quincy voy a destruirte tan despacio, tan detallado... ¡Qué no habrá funeral para tús partes!

       

Tu Me Cambiaste La Vida (Uryu X Rukia) Completada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora