✨ Episodio XIX ✨

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El cabello violeta de la arrancar caía espesamente hasta la cintura, sus ojos eran de un ámbar profundo, su piel era morena. Tenia múltiples heridas y raspones, combinados con una fuente hemorragia que poco a poco se curaba al llegar al hueco mundo.

Maldito Quincy — se quejó la nueva arrancar número dos — no creí que fuese tan listo — presiona con fuerza su herida, observando de reojo al espada de cabellos celestes, quién permancia intacto.

No puedo creer que seas tan inútil — Grimmjow estaba de muy mal humor al saber que una mujer más débil que él , era la nueva dos. Al menos Harribel si era más fuerte que él.

Cumplí mi misión — su mirada era congelante al igual que su voz — eso es lo que importa — esa manera de hablar le recordaba a Ulquiorra, eso no le agradaba en absoluto.

Algún día te mataré — dijo para adelantarse hasta las noches. Lugar donde hace poco un Shinigami de nombre Aizen les ordenaba. Ahora un tipo raro que en realidad es mucho más fuerte que los demás, comenzó a crear hollow de una forma muy parecida a Aizen. Lo peor del caso era que tenía una extraña obsesión con Rukia Kuchiki.

Maldito Urahara — se quejó un arrancar pelirrojo, que observaba su brazo herido de gravedad.

¿Matarón a dos? — Hommi parecía sorprendida — no lo imaginé.

Yo sí, eran unos inútiles — dijo Grimmjow con fastidio, retirándose de allí, a quien sabe dónde. Solo sabía que estaba de muy mal humor.

[...]

¿¡Cómo!? — Renji Abarai alzó la voz histérico. El teniente del sexto escuadrón fue uno de los Shinigami enviados por la aparición de los arrancar nivel espadas. Estaba furioso al enterarse que Rukia Kuchiki fue absorbida por un extraño poder, en cuestión de segundos había tomado de la camisa al recién recuperado Quincy — ¿Se puede saber que hacías? — antes de entrar en una discusión, entre el Shinigami pelirrojo y el Quincy, una mano había soltado el agarre del teniente.

Abarai, si eran arrancar que su rieatsu no se pudo detectar, entonces fue tomado por sorpresa. Te hubiera ocurrido igual a ti — la voz sería de un segundo teniente, calmó a Renji, sentándose nuevamente.

Uryu permanecía con varios pensamientos que corrían más rápido qué una bala. Sus ojos azules se mostraban realmente apagados, algo no muy común en Ishida. De vez en cuando miraba su mano, ignorando por completo las discusiones en aquella habitación. Renji al igual que Ichigo no entendían nada de lo qué explicaba Kisuke, Inoe Lucía preocupada. Shūhei Hisagi quien detuvo antes a Renji, permanecía con un semblante serio, entendiendo por completo todo lo ocurrido al igual que Matsumoto Rangiku. Kon lloraba una y otra vez por Rukia, aturdiendo por completo.

Sin más que ver, con un ligero dolor de cabeza, se levantó en medio de la conversación, retirándose de aquel lugar. A todos los sorprendió, pero le dio por completo igual, se sentía vacío.

“Si supiera donde estás iría sin dudarlo”

Cerró los ojos con fuerzas, observando el cielo estrellado. No era por la gran cantidad de nieve, no era por ser invierno. Nunca había sentido tanto frío como sentía el día de hoy, tampoco ese incomparable vacío que tenía en el pecho.

“¿Porque no la sostuve con más fuerza?”

Sus pensamientos no eran de ayuda, necesitaba hacer algo pero por primera vez... No sabía que hacer.

Maldición — se quejó entonces, sus ojos comenzaron a humedecerse. No, Rukia estaba viva y debía encontrarla. La necesitaba. Respiró profundamente, aguanto la respiración, luego soltó el aire, finalmente, logró contener aquellas lágrimas amenazantes por salir.

¡Ishida! — no se había dado cuenta que tan lejos estaba, cuanto había caminado ido en sus pensamientos. Caminaba por las frías y soltarías calles. Se giró al escuchar su nombre.

Kurosaki — Dijo con voz indiferente, como si no estuviera a punto de quebrarse — Dime.

¿A dónde vas? — preguntó con seriedad.

No es tu problema ¿O si? — se acomodó los lentes — no puedo quedarme a escuchar análisis, no sé dónde está y pienso saber dónde está. No puedo perder el tiempo escuchando a Urahara.

Eso suena bien — sonrió — pero creí que odiabas a los Shinigami.

Ajá — sé giró nuevamente, dejando a Ichigo allí. Comenzó a caminar nuevamente.

¿Y que piensas hacer? — nuevamente el Shinigami sustituto caminaba junto a él — porque no tenemos ninguna pista.

Lo sé... — antes de poder continuar su dialogo, observó cómo una garganta se abría frente a ellos. En cuestión de segundos el arco y la flecha Quincy estaban en su brazo — allí están las pistas — dijo finalmente.

[...]

Habían caminado al rededor de una hora y media. El desierto no parecía cambiar, ésto comenzaba a sacar de sus casillas a Rukia, quien sólo podía observar la espalda del arrancar. Sus brazos estaban adoloridos al igual que parte de su estómago, no se sentía para nada bien. El espada era lo contrario, aunque su rieatsu no se había recuperado, al menos ya no estaba muriendo, eso era algo.

Miró su mano, sintiendo un gran vacío en su pecho, junto un ligero dolor de estómago. Más que volver a casa quería verlo, quería ver a Uryu, eso quería.

Al menos dime quién hace todo esto — Ulquiorra se detuvo entonces, su mirada parecía perdida. Luego camino nuevamente — que raro es — se quejó.

No quiero recordar el nombre —  su rostro era el mismo, su tono de voz igual. Pero se notaba algo de odio — me regresa de las cenizas y luego me lanza morir — continuó hablando.

Bueno, no me digas el nombre pero dime qué quiere de mi —  dijo un poco cansada de preguntar lo mismo.

Lo poco que recuerdo es algo sobre quererte a ti por una promesa de los Kuchiki — contestó con desinterés — no recuerdo más.

Eso no ayuda — Dijo cansada — ¿A dónde vamos se puede saber? — Ya no podía más.

La única manera de salir de aquí es usando una garganta . Para que me dejes en paz y dejes de golpearme debo abrirte una garganta — explicó.

Eso suena fácil — respondió un poco más calmada.

En mi estado no lo es — aseguró — ahora deja de hacer preguntas. Saben que estás aquí, te estarán buscando. Por eso te dije que te resignaras a morir — su voz fría calaba los huesos — en tú estado no soportaras nada.

¿Dudas de mis habilidades? — colocó las manos en la cintura — soy más fuerte que tú .... Por ahora.

Bien... Espero seas más fuerte que  él — Rukia sintió un fuerte rieatsu que se aproximaba con velocidad, un rieatsu mucho más fuerte que ella sin duda alguna.

Tu Me Cambiaste La Vida (Uryu X Rukia) Completada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora