Hola, esposa.

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Terminamos de anotar las preguntas que estaban en el libro de Cultura, ya que, como no estaba el flaco, habían mandado a una maestra de primaria a suplir. Todos los maestros se encontraban arreglando la kermesse en el patio, mientras mi salón se mataba con las preguntas del libro. Como no estaba el maestro, decidí no darle tantas vueltas al asunto, y responder a lo puro tarugo.

1. ¿Quién soy?

R= Carla.

2. ¿De dónde vengo?

R= De mi casa.

3. ¿Hacia dónde voy?

R= Hacia el patio de la escuela, ya casi es recreo.

4. ¿Por qué vivo en sociedad?

R= No me queda de otra.

5. ¿Qué quiero?

R= Ahora mismo, comer.

6. ¿Cómo puedo obtenerlo?

R= Comiendo, pero aun no tocan, y me regañarán si lo hago en clase.

7. ¿Qué es libertad?

R= Ser libre.

8. ¿Qué es vida?

R= Lo que se forma al no usar condón.

9. ¿Por qué debo vivir bajo ciertas normas?

R= Porque me expulsan.

10. ¿Por qué debo vivir bajo ciertas leyes?

R= Porque me meten a la carcel.

Aunque no estaban bien formuladas, la suplente me calificó, y Lizeth me dijo que se las pasara, pero después de leer mis respuestas me arrojó de vuelta mi libreta y comenzó a reír. Al tocar el timbre algo en mi panza se movió. Hoy me caso con Brayan. Bajamos las escaleras, yo de la mano con mi amiga, y Fer con Dafne atrás.

-Te vas a casar con Brayan, ¿verdad?-Lizeth me miró.

-Sí-sonreí.

-Hay, yo quiero ser la madrina-sonrió.

-Sí hombre, sí.

Las mesas estaban formadas de distinta forma a como están normalmente. Cuando las chamacas pidieron su orden, fuimos a sentar a una mesa y ellas comenzaron a comer, y a fastidiar.

-¿Ya viste quién está en la mesa de al lado?-preguntó Fernanda quien estaba sentada frente a Lizeth y yo.

Yo miré hacia la mesa de al lado, y se encontraba Brayan sentado, y al igual que yo; no estaba comiendo. A mi simplemente no me gusta lo que venden, quien sabe por qué él no come. Sonreí para luego girar mi vista hacia Fernanda.

-Apesta a amor-dijo Lizeth-, acompáñame por un agua.

-Vamos-me levanté.

Lizeth y yo nos dirigimos hacia un puestito fuera de la cooperativa donde se compró un agua de jamaica. Al darnos la vuelta, nos encontramos con Brayan y su amigo Ángel. Aunque todos le dicen Orlando. Se acercaron un poco, y mi amiga Lizeth fue la primera en iniciar la conversación aunque no de un modo tan bonito.

-¡Te vas a casar con mi amiga, eh!-amenazó Lizeth a Brayan- ¡O si no te voy a romper tu madre!

-¡Lizeth, cálmate!-le grité a Lizeth, y ella dio media vuelta, y me dejó sola allí, al igual que Orlando a Brayan- Lo siento, es un poco agresiva.

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