Sí me preocupo.

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Pasaron dos días en los cuales por los recreos, ignoré a Brayan por completo. O al menos intenté hacerlo. Por las mañanas procuraba subir por las escaleras del fondo, para no tener ue pasar por su salón. Por los recreos él me miraba y sonreía, pero yo simplemente giraba mi mirada, y en las salidas me tardaba para no verlo pasar.

Estaba acostada en mi cama, pensando en todo ello. Llevaba dos días haciendo lo mismo, y sin poder llegar a una maldita conlusión. Mi teléfono comenzó a sonar. Tenía un mensaje, pero no tenía ganas de platicar con nadie, así que lo ignoré. Poco después recibí otro, otro, otro, y otro. Así que decidí abrirlo para contestar que no tenía ganas de platicar, pero el mensaje era de Brayan.

~Conversación iniciada el 22 de septiembre del 2014 a las 17:23~

Brayan Beckham:

No, no. A penas me metí, ayer vi que mi amigo te insultó, y te dijo tonterías.

Te juro que no fui yo, y pues, no es estar tonto, pero sí le di mi contraseña a tres amigos, y yo tengo las suyas.

Beto era uno de ellos, pero ya la cambié :(

Pero bueno, de parte de mi amigo, que no sé quién de los tres fue, te pido una disculpa.

Yo nunca te diría eso.

Yo:

Está bien, no te preocupes...

Brayan Beckham:

No, no. Sí me preocupo.

Pienso que gracias a esa tontería que hizo mi amigo ya no sentirás nada por mí, y me quitarás el interés.

Yo:

No, no pasará.

Yo creí lo mismo, pero me di cuenta que no.

Brayan Beckham:

¿Qué?

Te dije que quería algo contigo nuevamente, ¿no?

¿Por qué me retractaría?

Yo:

No, me entendiste mal.

Dijiste que gracias a las tonterías de tu amigo, ya no sentiría nada por ti.

Te digo que yo pensé lo mismo, pero me di cuenta que no es así.

Que sigo sintiendo lo mismo por ti.

Brayan Beckham:

¿Enserio?

¿Aun tengo oportunidad?

Yo:

Sí.

Brayan Beckham:

¿O sea que mañana podemos hablar?

Yo:

Claro.

(...)

Bajé las escaleras junto con Dafne, Fernanda, y Lizeth, e hicimos lo de siempre. Lizeth y yo acompañamos a Dafne y Fernanda a comprar, de ahí nos vamos a sentar, y como era de esperarse, a los diez minutos, Brayan estaba pasando por enfrente de mí junto con su amigo Ángel, pero simplemente no le tomé importancia.

Brayan me había dicho la última vez que platicamos que parecía loca porque siempre estoy pendiente de él, siempre estoy esperando que vaya a buscarme, etcétera, así que decidí ya no hacerlo. Después de todo nunca me había aferrado tanto a alguien, ¿por qué hacerlo ahora?

Thinking Out LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora