𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨́𝐧 [𝐓𝐨𝐝𝐨𝐫𝐨𝐤𝐢 x 𝐓𝐮]

18

     — ¿Cómo dormiste? —Preguntó la hermana de Todoroki.
     — Bien —Respondió cortante, para tomar un sorbo de te y luego decir: —, ¿Y ustedes?
     — ¡Bien!, ¿Verdad Todoroki? —Exclamó.
     — Si —Todoroki se irguio en su silla—. Mei, ¿Porque vives sola?
  Oshina, un poco ofendida, entrecerro los ojos y lo miro disgustada.
     — Mi mamá, y mi papá murieron, incluso mi hermano menor —Contestó, tratando de no tocar el tema.
  Vacilo unos segundos, en preguntarle por su mamá, pero recordó que no le había nombrado nada a Todoroki acerca de su familia.
     — Todoroki, ¡No debes hacer preguntas obvias! —Exclamó su hermana, sus ojos se enfocaron en Mei—. ¿Estás bien mei?
  Ella asintió. Todoroki dio el último sorbo dejando su taza vacía, después se quedó unos segundos comiendo soba y se retiró del comedor.
  Mei camino a buscarlo, después de quedar saciada bajo el sabor de su desayuno.
Estaba en su habitación durmiendo junto a una almohada en forma de corazón.
     — Todoroki, ¿No tendrías que estar en la Academia ya?
—Mei corrió los ojos a sus costados.
     — Si, aún es temprano.
  En ese instante, a Oshina se le pasó por la mente la invitación de Mina, en la que había aceptado ir pero no, no cumplió.
     — ¡Todoroki! Ayer estuviste en tu casa todo el día después de las clases, ¿Verdad? —Se le agitó la voz, y forzaba su rostro en una sonrisa que trataba de aliviarla.
     — No. Fui con Mina a merendar. Por cierto, estaba Momo. Y creo que les metió una idea a los chicos.
  Mei, boquiabierta, espero a que le cuente la idea que según el había metido en unas cabezas. Todoroki suspiró, procediendo a decir unas palabras:
     — Momo dijo que la golpeaste porque estabas celosa de ella —Acercó su mano a su cabeza, para acariciarla—. Pero no explicó el porque. Entonces, algunos se lo creyeron, pero yo no.
  Ella sonrió.
     — Bueno, yo estaba invitada...¿No crees que es muy obvio? Se lo iban a creer, y más si faltaba sabiendo que Momo estaría allí —Cálculo Mei, y al contrario, Todoroki lo negó meneando la cabeza a sus costados.
     — No. No le dijo a nadie quien iba a ir con nosotros.
     — Entonces...¿Momo mintió?
     — Si, está enojada. Pero es una buena persona, se amigaran devuelta.
  Mei se retiró dudosa, yendo al sillón que la hermana de Todoroki estaba acomodando.
     — ¿Te ayudo? —Preguntó.
     — No hace falta cariño —Hizo una pausa en acomodar el sillon, para dirigirse a Mei—. Mira, te dejé tu remera limpia —Sonrió, pero Mei estaba desagradecida. Hubiera preferido haberlo hecho sola.
     — Gracias, pero no hacía falta.
     — De nada —Se agradeció, y luego continuó—. Endeavor vendrá a casa está noche, y quería preguntarte si querías quedarte hasta que te quieras ir...
     — Oh —Gimio, indignada—. De echo, planeaba irme hoy, pero está bien.
  Mei agarro su remera y la llevo consigo misma hasta al baño, para colocarsela nuevamente. Salio del baño, y se puso a mirar la tele.
      — Adiós —Se despidió Todoroki, antes de desaparecer atrás de la puerta.
  Unos minutos después de que Todoroki se marchará, Mei se dirigió a la cocina junto a la hermana de Shoto, la cual estaba horneando  galletas.
     — ¿Puedo probar? —Preguntó—. Cuando estén listas, claro —Sonrió con las cejas curvadas.
  Fuyumi (La hermana de Shoto) pudo notar que su sonrisa no demostraba alegría, parecía preocupada, y luego de lo que había pasado el día anterior, vacilaba en que la calle ahora sería cuidadosa para ella. Lo cuál Fuyumi entendió; colocó una mano en la cabeza de Mei, la acarició y luego la bajó.
     — Linda, se que estás preocupada por Todoroki, las calles ahora no son seguras. Pero debes saber que es fuerte al igual que tú, por algo saliste viva después del ataque de los villanos —Las cejas de la pelinegra se alzaron—. Shoto me hablo de ti, dijo que eres una persona fuerte y amable, juntos estarán bien. Ya son personas de confianza, ¿Verdad?
  Finalmente, Mei asintió, mientras recordaba como su amistad con Todoroki se hacia más segura.
  Cuando Todoroki regresó, estaba sudando, después de que las dos lo recibieran se ducho, y luego de eso permaneció en su cuarto.
     — Todoroki, ¿Cómo te fue hoy? —Preguntó Fuyumi—, ¿hiciste nuevos amigos?
     — No voy para hacer amigos —Dijo cortante, en ese entonces Oshina bajo la vista—. Pero me fue bien.
  Decididamente, miro a Mei unos segundos.
     — ¿Aún no te vas a tu casa?
     — ¡TODOROKI! —exclamó su hermana—. Se quiso quedar porque papá se queda hoy.
     — Entonces...¿Quieres ver a mi viejo?, Será lo peor que te pasará en la vida —Comentó. Para luego irse con un rostro fastidioso.
  Sin embargo, luego de las palabras de Todoroki, Mei permaneció sentada allí. Hasta que por fin vio que la manija de la puerta se inclinaba, por la noche.
Apareció Endeavor detrás de ella.
     — ¿Qué haces tú aquí?
     — Bueno...Me atacaron, y tome un atajó para llegar aquí. —Se remango, y sus heridas se dejaron ver.
     — ¿Cómo terminaste viva, niña?
  Le explicó todo después de que saludara a Fuyumi, Mei le explico todo.
     — Interesante, ¿Eh?, ¿Por qué sigues aquí? ¿Si estás perfectamente bien?
     — Porque yo la dejé —Intervino Todoroki—. ¿Algún problema?
  Endeavor sonrió y se negó. Se sentó, iniciando la cena. Todoroki se sentó al lado de Mei, y Fuyumi en una punta.
     — Tú, niña. Eres bastante fuerte, te vi en el festival deportivo. ¿Se puede saber porque? —Dijo irónicamente. Luego de eso, Todoroki lo miro fastidiado.
     — Bueno, mi mamá me entrenaba de pequeña, luego mi abuela, y después hice artes marciales, me declararon campeona menor sub-15. Luego ingrese a la U.A.  —Endeavor estaba encantado, y, dispuesto a preguntar sobre su particularidad, vio a Todoroki clavando los ojos en Mei mientras comia.
     — ¿Cómo es tu quirk?
     — Se llama "Tree strokes". Utilizo tres elementos a mi favor, y puedo hacer lo que se me ocurra con ellos. Puedo formar golpes, patadas, con sólo absorber los elementos a mi cuerpo, es el aire, el agua y la tierra. Puedo hacer trucos también, los invocó haciendo formas con mis manos sobre la estructura que quiero que tengan, y diciendo las palabras..."Mágicas".
     — El aire es el que más utilizas, ¿Verdad?
     — Si, los elementos tienen que estar a mi alcance —Confirmó—. ¿Por qué?
  Él agito la cabeza.
     — Vaya, si que eres fuerte, mocosa —Sonrió.
  Ella le devolvió la sonrisa, aunque no le agradó el apodo "Mocosa".
     — También, a mis 12 años partí un saco de boxeo.
  Endeavor la escuchó tentado, deseando que fuese su hija para así entrenafla más y más.
     — ¿Alguna vez luchaste contra un villano de pequeña?
     — Si, una vez pelee con ogro gigante que se escabullia en la mañana, y salía a la noche. Atormentaba a la gente y se la devoraba. Un día a la noche, sali a comprar con mi abuela, en un negocio al que sólo se le permitía ingresar 3 personas. Entonces me quedé afuera, pero llego esa cosa y me clavó con unas garras que tenía, me traspasó.
     — ¡Oh por dios! —Exclamaba Fuyumi, por lo contrario, Endeavor esperaba que Mei continúe—.
     — Pero incluso así, abrí mi mano en vez de tenerla en un puño y corte su mano, con mi mano. Después estuve un mes en el hospital, y para cuando me recupere ese ogro estaba muerto. Y, una vez mate a un hombre lobo, gracias a eso recibí un autógrafo de All Might...—Agregó, para finalmente devorar un pedazo de pollo servido en su plato.
     — Lo tienes todo ganado. Exelente —Endeavor hizo una pausa para tragar su último pedazo de pollo que quedaba en su boca—. ¿Cuándo te vas a tu casa?
     — En un rato, si no le molesta —Froto sus manos contra una servilleta, luego comió el resto de su comida.
  La cena continuó en un silencio muy incómodo, que hacía a Mei mirarlos de reojo. Fuyumi, tan alegre como siempre, mantenía esa sonrisa guardada, Todoroki, también la miraba. Chocaban sus mirabas y luego las regresaban, y Endeavor, seguía con su comida y mirando la tele.
  Unos minutos más tarde, nuestra protagonista miro el reloj, y al ver que ya no era temprano para irse, dudo un poco en la decisión de irse justo en ese minuto. Pero no tuvo otra opción, entonces, arrastró su silla hasta ponerse de pie.
     — La comida estuvo muy rica —Comentó—. Pero ya tengo que irme. Fuyumi, por favor, ¿Podrías abrirme la puerta?
     — Claro.
  Mei sonrió, saludo a Endeavor, y camino hacía Todoroki. Cuando iba a dejarle un beso en la mejilla como despedida, él aferró su mano a la manga de la remera de Mei, y acercó el rostro a el oído de ella.
     — ¿No pudiste haberte quedado más tiempo? —Susurró.
  Él la soltó, y la dejo marcharse confundida en dirección a su hogar.
Ella pensó que se sentía algo incómodo quedando el junto a su papá, y su hermana, debido a su triste pasado, pero en ese entonces Endeavor trataba de ser el orgullo de Todoroki.
(Según el. Lo dijo en un episodio).
  Abriéndose paso hacia su casa, se cruzó con el bosque anterior, que hizo que a Mei, un airesito le recorriera el cuerpo recordándole su experiencia allí. Pero en ese instante era peor: de noche, todo oscuro, y ella estaba parada en la nada, mirando fijamente el principio de ese bosque. Por más horror que le causará, la única opción que tenía para llegar a su casa, era atravesando ese bosque, hasta que finalmente las luces de su pequeño pueblo le indiquen que se tranqulizara. Entonces, dio el primer paso en el interior del bosque.
Anduvo unos minutos escuchando pájaros mientras caminaba, que luego se veían en el cielo por sus sombra.
Caminando férreamente, vio el primer árbol que le daba camino al edificio que antes había visto. No dudo en correr, alejarse de ese edificio, después de escuchar un paso detrás suya. Tan rápido que caminaba, el latido del corazón se le aceleraba, entraba en pánico por cada pisada, y aunque no había viento, se creó uno que le golpeaba el rostro mientras se internaba en los árboles. Sintió una motivación fea para seguir corriendo: además de escuchar sus pasos aceleradamente, escuchaba otros atras de ella, que seguían el ritmo de su velocidad. Obviamente estaban siguiendola, y sus piernas perdían energía. Se detuvo frente a un árbol, y se dio la vuelta, allí vio a la misma rubia loca, Toga. Tenía una cara excitada, la misma de antes.
     — ¿Buscas peleas? ¿Por qué huyes si tu me buscaste? — Sus dedos se estiraron y sus manos taparon las mejillas de la rubia.
  Permaneció sin decir nada, además de que su respiración se lo prohibía, y sólo después de que la agitación de su respiración se reduzca, pudo hablar:
     — Nunca quise venir aquí, pero, hey. Tengo que cruzar este maldito bosque lleno de personas locas, incluyéndote a ti, para llegar a mi casa.
     — Todo caminó tiene su obstáculo, sea bueno o malo, y en este bosque no habría ningún obstáculo si me dieras un poco de sangre, amenos que no quieras divertirte claro —Exclamó.
     — La unica gota de sangre que tendrás, sera tuya, después de que des un paso más.
     — Si que tienes bolas, ¿Verdad?
     — Soy mujer idiota.
La rubia lanzó nada más ni nada menos su cuchillo, que nisiquiera alcanzó a tocar a Mei.
     — ¡Déjame en paz de una vez! —Bramo Mei, antes de golpear un árbol que luego se derrumbó desparramando tierra.
  Por atras sintió una aguja filosa, que provenía de Toga.
Le había dado en la espalda, pero sólo causó un efecto de unos segundos.
     — Que distraída.
  Le dirigió la última mirada odiosa a Toga y, comenzó a dejar atrás a Toga rápidamente. Pero esta vez ya no la estaba siguiendo.
Poco a poco las iluminaciones pertenecientes a su pequeña ciudad, fueron creciendo e iluminando el camino de Mei, que lentamente, le causaban a ella una sonrisa aliviada. Simplemente se encontró frente a su pueblo y desesperada, camino hacía su casa en busca de paz.
  En cuanto abrió la puerta bufo ansiosamente, y se largó a llorar de alegría. Por fin ya no sentía esa desesperación, aunque ahora sus ojos se inundaban en sus propias lágrimas.
  Despues de un llanto, un té y un baño tibio, se durmió en la cama, ocupando todo el espacio de aquella.
  Pasaron los tres días como si nada, más rápido que ver un rayo en su máxima velocidad. Pero estaba preparada para algo, junto a Todoroki. El sábado se aproximaba, y cuando por fin se encontraba en ese día, ampliamente, despertó la habitación llena de nieve.
     《¿Todoroki habrá escogido el sábado aproposito?¿O tal vez no saldremos juntos?》se pregunto a si misma.