Ya era la hora exacta en la que Todoroki pasaría a buscar a Mei. Se había vestido, obviamente con una bufanda de color rojo oscuro, una sudadera de color negro y un pantalón blanco fino con un cinta en la rodilla, (se que es raro, pero puedes imaginar otra vestimenta a tu gusto).
Unos minutos después, Shoto golpeó la puerta levemente, aunque Mei se dirigió apresurada a ésta. Cuando la abrió, estaba a quien esperaba. Todoroki llevaba casi lo mismo, pero, una camisa de la U.A y una bufanda blanca.
— ¿Por qué llevas puesta la remera de la Academia —Soltó ella mientras se reía nerviosamente.
La expresión de Shoto no parecía estar de la mejor forma; pues como siempre, no habló primero ni se rió ante el comentario de Mei. Pero era común, así que agregó:
— Me pareció linda —Dijo. La vista se le desvió un poco desde el rostro de Mei, y después volvió a mirarla—, Mei...No iremos al cine, se clausuró. Pero encontré una pista de patinaje lejos de aquí, y lo bueno es que va poca gente. ¿Quieres ir?
Ella no dudo en decir que si, pero se quedó 3 segundos mirándolo.
— Claro, pero... no se patinar.
— Tranquila, yo si se, y mientras estes conmigo no te vas a caer.
Entonces, Mei cerró la puerta de su casa de un golpe y se marchó con Todoroki.. . .
— Todoroki-kun...¿Cuánto falta? —Preguntó Mei, exhausta.
— Un poco, sólo debemos hacer 5 cuadras más.
Ya llevaban recorriendo 17 veredas desde que se encaminaron hasta llegar a su destino. Cuando por fin, Mei vio una enorme estructura parecida a una cabaña que luego seguía. Adentro habían pocas personas y algunas tomando té. Ella alzo la mirada y vio un cartel colgado con el nombre del recinto: "LovedIce" Mei entro primera lentamente y Todoroki detrás de ella, quedando parados frente a un hombre de pelo blanco, con aspecto cansado pero furioso.
— Pueden pedir unos... cosos, patines allá, donde esta la tipa de cabello largo.
Mei observó a una mujer que también parecía exhausta, pero tenía una sonrisa algo forzada al estar atendiendo a un cliente, que antes de que ambos se acercarán se fue con unos patines en la mano.
— Hola lindo, hace mucho que no vienes.
— Baur. Dame mis patines y unos para ella, rápido.
— ¡De color celeste! —Exclamó Mei, y ambos le lanzaron una mirada.
Aquella mujer les entregó los patines y le indicó a la pelinegra todo, e irónicamente le dijo a Todoroki que ella era la encargada de guiar a los clientes, pero el la ignoró y se fue junto a Mei a un banquito, atravesando un pasillo con bastante gente.
Mientras se ponian los patines.
— Todoroki-kun. Parece que si hay gente...
— Si, éste día si. Los primeros días de invierno la gente viene más abundantemente, y la mayoria trae algún familiar, amigo o...pareja.
Ella comprendió rápidamente porque estaba allí junto a él. Se sintió especial al ver que Todoroki la sentía como una amiga, o quizá algo más, pero no había algo más que amistad entre ellos aún.
Terminaron de prepararse y, finalmente se posaron en el hielo. Mei retrocedió un poco al ver que se arrastraba hacia adelante, pero al retroceder apenas un poco sus pies se tambalearon y provocaron que se caigan.
Su acompañante sonrió. La ayudo a levantarse, cuando nuevamente sus pies se resbalaron y se cayó nuevamente.
— Levantate y sostenme, te ayudaré.
El le tendió la mano y ella se levantó, lo agarro de los hombros y camino al ritmo de el impulso de Shoto.
No creyó que el sabia patinar, pero realmente lo estaba haciendo. Lentamente, bajo la velocidad y paro frente a un grupo de chicas lindas. Éstas se voltearon, y al ver a Todoroki se le lanzaron encima. El brazo de Mei, se despegó del hombro de Todoroki, y luego una de esas chicas la empujo sin querer.
Devuelta estaba en el piso.
— ¡TODOROKI!
— ¡TE VIMOS EN EL FESTIVAL DEPORT- —Antes de seguir, una le metió un codazo y se apresuró a abrazarlo.
Oshina observaba todo desde abajo, podía ver cómo apretaban a Todoroki sin darle siquiera un aliento.
— ¡QUÍTATE!
— ¡TODOROKI! ¡UNA FOTO CONMIGO!
Cada una decia algo distinto. La unica pelinegra (Mei, que era la única con pelo negro), se levantó sin caerse, para luego apartar a aquellas chicas de Todoroki.
— Nadie les dara algo si se ponen así —Comentó mientras se sostenía de Todoroki, que respiraba abundante—. Casi lo dejan sin aire. Si son fans, respeten, no lo traten como un muñeco.
— Cállate, ni que fueras la novia.
Mei se sonrojo e iba a responder, pero Todoroki lo hizo por ella de la misma manera.
— No tengo novia, no me gusta nadie —contestó, fríamente— Larguense.
Aquellas obedecieron rápidamente. Y desaparecieron ante la vista de ambos.
— Perdón. Siempre me las encuentro y hacen escándalo.
— No te preocupes...—Dijo ella, volviendo a tomar la mano de Shoto.
Todoroki apretó su mano y lentamente avanzó, arrastrando a Mei mientras que ésta intentaba mantener el equilibrio. Y así fue durante unos minutos.
— Creo que traerte aquí no fue la mejor idea.
Mei se deprimio un poco ante su comentario, sintió que estaba siendo una carga para él.
— Podríamos irnos si quieres, hay más cosas por hacer aún.
— Hola Shoto — Una voz estalló en sus oídos, haciendo que se volteen rápidamente.
— Baur. Deberías estar atendiendo a la gente, ¿no crees? — Todoroki parecía algo molestó por la presencia de aquella mujer; era la misma que los había atendido anteriormente.
— ¿Qué pasa con ella Todoroki-kun? — Preguntó susurrando en el oído de él.
Shoto iba a responder, pero fue la mujer la que contestó.
— Pasa que le caigo mal nada más porque le hablo.
— ¿Puedes dejarme en paz? Me caes mal porque me acosas, alejate de... — Alguien lo interrumpió antes de que continúe.
— ¿ACOSARTE? ¿ACASO ESTÁS LOCA? — Exclamó Mei, soltando la mano de Shoto—. POR DIOS, ¡MUJER! ¿CUÁNTOS AÑOS TIENES?
— Que te import...
— ¿Cómo puedes?...
— Si que tienes pelotas nenita, tu eres la que debería alejarse de él, y segundo, yo no lo acoso.
— Si. Me acosas, ¿Por qué el otro día estabas espiandome en el tren?
Los puños de Mei estaban rodeados por una luz verde que luego siguió a su puño golpeando al rostro de esa mujer, lanzandola a una mínima distancia.
— Maldita.
La chica se levantó y miró seriamente a Mei, mientras chorreaba sangre por su boca. Se largó sin decir nada, pero con una mirada arrogante.
La personas del lugar miraban a Mei un poco sorprendidas, aunque luego continuaron disfrutando de su patinaje. Mei suspiró y puso sus manos en las caderas.
— ¿Y ahora qué? — Preguntó ella.
— La proxima persona que venga a molestarnos, acabará haciendo que nos vayamos.
— Claro. Mira, Todoroki. Me pude parar sola.
El estiró un poco sus labios, y empezó a desplazarse libremente por el círculo. Mei hizo lo mismo pero más lento, sosteniendose de una baranda que limitaba al círculo, dando un espacio para que la gente pudiera sentarse en unos bancos que habían colocado para observar la cancha.
— ¡Todoroki! ¡No me dejes atrás! — Exclamó Mei algo nerviosa.
— Entonces ven conmigo.
El se alejó más y Mei intento acercarse más. Mientras se deslizaba por el hielo, Todoroki daba giros que terminaban haciendolo tambalearse un poco. Pero durante esos minutos el no se cayó ni una vez.
— Si te quedas de ese lado jamás me alcanzaras, intenta llegar hasta mi si puedes — Shoto la acababa de provocar para que se acerque a él.
La pelinegra se deslizó sin apuro, se notaba irritada. Como Shoto la subestimo en eso, iba a darle una lección; llego hasta la posición de Todoroki y cruzó sus brazos delante de sus costillas.
— Te pedí que me ayudes.
— ¿En qué? Si lo estás haciendo perfectamente.
El sonrió pícaro. Mei miro sus pies y sonrió, luego volvió.