Por suerte, a Mei le tocó con Shoto, y serían los primeros en luchar con los héroes. El objetivo de los héroes era simple: encontrarlos y derrotarlos. Aún así quien este muy herido será retirado de la batalla.
—Bien Mei, ¿Estás lista?—Le preguntó Shoto a Mei.
—Si.—Contestó ella algo entusiasmada.
Escucharon un tiro que indicaba que el encuentro había comenzado.
Todoroki empezo a pasearse por el edificio donde estarían esperando a el héroe.
—Que tipa rápida. Está justo debajo de nosotros.
—¿Qué?—Mei se acercó a Todoroki el cual estaba mirando por una ventana.
Ambos vieron a la heroína parada frente al edificio, apuntó de entrar.
—Déjame esto a mi, Shoto. Estoy emocionada.
Mei le sonrió. Se dirigió a una puerta donde se encontraban las escaleras que te llevaban abajo del edificio. Bajo como 4 pisos y se detuvo en uno. Justo cuando vio a la héroe.
—Que descuidada eres.
Mei se acercó a ella rápidamente a ella e intento golpearla, pero el cabello de la mujer ahora la tenía atrapada.
—Vi esto en el festival deportivo con Denki. ¡Diablos! ¡Sí que pinchan, pareces r-rapuncel!—Exclamó ella.
Estiró un poco sus brazos, haciendo que el pelo de la chica se corte.
—¿¡Qué ray-—La chica no tuvo tiempo para continuar, porque mei le encajó un golpe en el rostro y la tiro unos pisos abajo.
—Creo que me pase.—Dijo ella en un tono burlón.
Repentinamente vio unas enredaderas que nuevamente la atraparon, pero esta vez la apretaron con más fuerza. Ella comenzo a sacudirse, intentando liberarse.
—Oh—Dijo descuidada la pelinegra.
—Si además de fuerte fueras inteligente, definitivamente serias mejor que All Might.—Con su muñeca, la chica detuvo un chorro de sangre que caía por su boca.
Luego Mei fue lanzada brutalmente por la ventana.
—Espero que no detengan la batalla.
La chica subió los escalones dirigiéndose a Todoroki.
La situación de Oshina era como si estuviese flotando; hasta tuvo tiempo de pensar.
—¡TODOROKI!—En el mismo instante que llamo a su amigo un hielo la atrapó en el aire.
—Lo siento Shoto...No tengo habilidades para volar.
—No importa.
Su amigo la dejo allí y se metió adentro del edificio.
—¿Y?—La pelinegra esperaba a ser sacada de entre el hielo, pero Todoroki ya se había ido.
Por suerte tenía los brazos libres y estaba pensando en usarlos para romper el hielo.
—Veamos. Si rompo de más saldré volando y caere en el hielo para nomas romperme los huesos.
Mei rezo que no le pase nada por lo que iba a hacer. Entonces absorbió fuerza. Notó que ya era suficiente poder y golpeó el hielo, acelerada. Este salio volando en pedazos, dejando caer a Mei en otra capa de hielo. Pero desde allí ya podía bajar al suelo aunque probablemente ya tenga sus huesos destruidos. Se deslizó por el hielo cuidadosamente y cuando por fin toco el suelo corrió adentro del edificio. El ambiente de él ahora estaba helado. Ella cubría sus brazos mientras se paseaba por los pasillos en busca de Todoroki.
—Ahí estás.
La pelicorta oyó nuevamente la voz de la otra chica. Del susto pego un pequeño saltó, girando hacia su derecha, donde vio que de nuevo las enredaderas estaban dispuestas a clavarle sus filosas espinas. Pero Mei lo esquivó sin saber que detrás de ese ataque se acercaba uno peor: vio el cabello verde en forma de un clavo (Sí, raro pero buen ataque), proveniendo del pelo de la heroína. Este se aproximó a Mei quien no tenía nada de defensa, estaba completamente distraída. Lo que la salvo fue: de nuevo el hielo de Todoroki que además de detener el impacto de la peliverde, empujó a la chica hasta el extremo del edificio, dejándola mareada por el impacto.
—¿No entendiste la razon de que te deje en el hielo?—Preguntó Shoto, que parecía algo enfadado.
—Déjame terminar esto, no creo que vayas a poder clavarle el hielo en la cara, Todoroki.
Mei sonrió débilmente y se acercó a la pelinegra para golpearla en el rostro y dejarla inconciente.
—Mira como te dejó. Si no hubiera aparecido por segunda vez ella te hubiera matado.
—Sólo andaba distraída. No me culpes.—Respondio Mei algo apenada.
Ambos oyeron otro tiro. Este indicaba que la batalla había sido oficialmente acabada. Luego de unos minutos llego una ancianita llamada Recovery Girl que curó a los tres dándoles un gran beso en la mejilla.
—Ahh...Que buen quirk tiene, abuelita.— Comentó Mei mientras rascaba su nuca.
—Sí sí, Ahora váyanse de aquí y vuelvan con All Might.
Los dos obedecieron y se marcharon a la par donde All Might.
—Vaya...Creo que las emociones me ganaron hoy...— Se lamento Mei.
Shoto se quedó callado, con la cabeza derecha.
—¿Por qué estás enojado?— Preguntó la pelinegra pasando por adelante de Todoroki.
—Porque eres descuidada, si lo que quieres es convertirte en un héroe tendrías que ser más inteligente.
—Ya te lo dije. Estaba distraída y algo emocionada.
Su compañero no contestó. Mei regresó al lado de Todoroki y desde ese entonces no le dirigió ni una palabra al bicolor. Llegaron donde All Might y los demás. Estaban refugiados, mirando una pantalla en la que se podía observar la pelea de los otros estudiantes.
—Oye Todoroki.— Mei miro de reojo al muchacho. El cual ahora la miraba esperando a que hable—. ¿Me perdonas?
Su tono era preocupado y triste, por lo tanto, Todoroki asintió con la cabeza lo cual formó una sonrisa de alivio en el rostro de Mei.
—Gracias.— Ella, con alivio volvió su vista a la pantalla.
Después de varias batallas, como ya era la hora de irse, algunos estudiantes se habían marchado pero la mayoría continuaba ahí, mirando con atención y asombro las peleas.
—Hey, ¿Quieres irte? — Preguntó el bicolor.
—No sé, ¿Tu quieres irte? — Todoroki asintió lentamente—. Entonces vámonos.
Volvieron a sus aulas para recoger sus mochilas y partieron hacía la estación.
—El tren hoy está atrasado. ¿Qué significa?
El bicolor volteó para responderle a Mei.
—¿Un accidente? No lo sé. Pipa siempre es puntual.
(Pipa es el conductor del tren el cual los lleva a su casa).
—¿Deberíamos ver? — Preguntó ella.
Un chico de pelo rojo hasta los hombros se les acercó.
—Hola, perdón por intrometerme en su conversación de repente, además soy un desconocido, pero les informó que el tren que según ustedes debería estar aquí ya paso, ustedes llegaron tarde, amigos.— Mei reaccionó asustada. Ella llevaba en su muñeca un reloj que casi nunca mentía acerca del horario.
—No puede ser, mi reloj hoy está roto. Entonces el tren pasará en unos 40 minutos.
El desconocido asintió. Extendió su mano hacia Mei y se presentó:
—Me llamo Asume Kithel, les ofrezco usar mi quirk si quieren para adelantar el tiempo.
—¿Tú particularidad es adelantar el tiempo?
—Sip, pero tengo una desventaja. Si adelanto el tiempo más de 30 minutos me dolerá la cabeza y me causará náuseas. Por eso los podré llevar un poco más adelante pero, deberán esperar unos 10 minutos más, ¿Quieren?
—Sí sí obvio...¿Pero adelantaras el tiempo también para nosotros? —Preguntó Todoroki un poco desconfiado.
—Claro, siempre y cuando tengan tacto conmigo.
Mei inmediatamente poso una mano en el hombro del desconocido.
—Las personas de aquí no serán afectadas, simplemente pasarán el tiempo sin nosotros.
Todoroki colocó una mano en la cabeza de Mei.
—Debes tocarme a mi, amigo.
Todoroki exhalo y apoyo su mano derecha en el hombro de Kithel.
—Bien, aquí vamos, no se suelten.— De repente todo se volvió blanco y mareo a Mei y a Shoto.
Era como si hubiera un terremoto afectandolos solo a ellos, pero en realidad los dos estaban completamente quietos.
—¿Mei-sama? ¿Que haces? — Preguntó Todoroki al ver que Mei colocó una mano en su pecho.
—Olvide tomar mis pastillas...
Todo paro y ahora estaban en la estación, había menos gente y más sol que el de antes.
—Lo siento, olvide mencionar que para quienes no estaban listos para esto recibirían un daño breve. Pero están bien, ¿Verdad? — Preguntó amablemente el chico.
Mei ahora apoyo una mano sobre su pecho.
—Gracias.
Todoroki sostuvo un poco a Mei, quien ya estaba apuntó de desmayarse. Kithel se asustó un poco.
—Oye, tú quirk no fue la causa de esto, sino el suyo.
—¿Qué particularidad tiene?
—Crea golpes con tres elementos...El agua, la tierra y el aire. Pero también descubrió que podía hacer otras cosas con la tierra, el agua y el aire. Pero eso no importa, ahora está por demayarse porque cada vez que usa su quirk, se desmaya. Y se desmaya más rápido si usa esos trucos que aprendió por su cuenta.
—¿Uso su quirk? — Todoroki asintió.
—Nosotros ya no te necesitamos, me las arreglare solo. Gracias por tu ayuda, fue un gusto. — Shoto le tendió la mano y la estrecho contra la del pelirrojo.
—¡Sayonara! — Se despidió con alegría el pelirrojo.
Éste hombre comenzo a alejarse. Luego de 10 minutos el tren llegó y Shoto se subió a el con Mei en su hombro.
—¿Mei-san? — Todoroki dio unas palmadas en sus mejillas, intentando despertarla—. No puedo llevarte conmigo.
La respiración de Todoroki se agitó.
—¿debería llevarla a su casa?— Se preguntó a si mismo.
El bicolor asintió aceptando su propia propuesta. Como iban en el mismo camino el podía bajar del tren y regresarla a su casa. Pero también, se le ocurrió darle las pastillas que le permitían a Mei mantenerse despierta.
—¡Todoroki! ¡Hola! — Momo saludo a el bicolor desde otro asiento donde también estaba Jirou.
—Hola.— Respondio serio y cortante.
—¿Qué le paso a Mei? — Preguntó Jirou asomando sus ojos por arriba del asiento.
—Se desmayó, no es nada.
—No vayas a darle esas pastillas, Todoroki. No funcionarán correctamente si se las das dormida.— Mejor dale esto. Momo desabrocho los botones de su camisa mostrando una parte del pecho.
De el aparecieron unos brillitos y luego una pastilla de color rojo.
—Esto. Toma, le funcionarán.
De repente, los ojos de Mei se fruncieron y se abrieron lentamente.
—Uh.
La muchacha fruncio el ceño al ver a Momo tocando su mano con la de Todoroki.
—¿Qué hacen? — Preguntó al notar que el rostro de el bicolor y la otra pelinegra estaban bastante cerca, como si estuvieran dispuestos a besarse. Ella se levantó—. ¿Qué están haciendo?
—Nada. Te desmayaste y Momo me iba a dar unas pastillas.
Mei acerco su mano al hombro de Todoroki y lo echo para atrás.
—Está bien, ya estoy despierta. Puedes irte.
—¿Por qué esa actitud Mei? Sólo están hablando.— Jirou hizo lo mismo que Mei.
—A Momo la pasan a buscar en un auto, que hace ella aquí.
Mei miro al bicolor, el cual estaba ignorando la charla por completo mirando hacia adelante.
—Ah, también quería hablar con Todoroki y por eso quise subirme al tren, ya que sé que el se va en tren.
El bicolor se volteó para mirar a Momo. Ella estaba sonrojada y con una mano tapando un poco su rostro.
—Te quería pedir, Todoroki-kun, que vayamos a un restaurante juntos esta noche, te quiero decir algo importante. Y perdón si es muy repentino.