005

2.4K 55 17
                                    

Personaje: Thomas
Universo: El Corredor del Laberinto /The Maze Runner
Ambientado en: The Teath Cure / La Cura Mortal (tercera película)
Advertencia: Un poco de drama. Posibles spoilers.
Pedido: Sí.
Indicación: los diálogos en cursiva son recuerdos. 

Las ondas del mar se mecían con suavidad, rompiendo contra la costa de manera relajada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las ondas del mar se mecían con suavidad, rompiendo contra la costa de manera relajada. La suave brisa ayudaba a que el agua se meciera levemente, al mismo tiempo que removía el cabello de aquellos que se encontraran sentados en la arena o caminando por la orilla. La arena era blanca y fina, contrastando perfectamente contra el agua azul y cristalina que se unía de vez en cuando, como los labios de dos amantes que se unen con anhelo. Las palmeras se mecían con suavidad, como bailarines siguiendo las notas de una canción.

En aquel paraíso, sentado en la arena de la playa y mirando hacia el horizonte, se encontraba un chico. De pelo oscuro como el pelaje de un oso grizzly, ojos marrones claros como el de la miel pura y labios tan rosados como los pétalos de una rosa. Su rostro estaba adornado por lunares, como las pepitas de chocolate de una deliciosa galleta recién ordenada.

A pesar de estar en aquel lugar tan mágico, su mente no esta para nada tranquila. Acababa de despertarse, luego de haber estado en algo así como un coma, y no quería olvidarse de todo lo que había pasado. Había llegado al Refugio Seguro, pero había costado tanto que le parecía que estaba viviendo en una ilusión. Por eso, su mente, a veces demasiado traicionera, lo hacía recordar sus días en el Laberinto y en el Desierto, tratando de vencer a CRUEL y liberar a toda su gente.

Pensar en aquello también hacía que su mente pensara en ella y se maldijera por lo estúpido que podía llegar a ser cuando realmente se lo proponía. Aquella chica de larga melena castaña, como la madera de un árbol cuando es iluminado por los rayos de sol. De ojos miel, tan claros como los suyos, pero con unas pinceladas pardas que los hacían ver increíblemente preciosos. De facciones tan perfectas que le parecían un sueño, en especial aquellos labios, rojos como una fresa y dulces como el sabor de la misma.

Oh, Jess, ¿algún día podrás perdonar lo sumamente estúpido que soy? Se lamentó en silencio, mientras apretaba la carta de Newt en su mano, casi escuchando como su difunto amigo rubio lo regañaba por su comportamiento.

Cerró los ojos y recordó como había conocido a Jessica, en el Laberinto, en aquel lugar que no era más que el principio de la enorme telaraña de problemas que era el mundo. Recibió los rayos de sol en la cara, pero se obligó a sí mismo a permanecer con los párpados cerrados, recordando con algo de melancolía.






—¡Hey, novato! —era una suave voz femenina, una que lo pilló con la guardia baja. Hasta que giró al cabeza para mirarla y se quedó sorprendido de ver a aquella chica. —Así que tú eres el que le pegó a Gally, ¿ah? Ya me caes bien. —le guiñó un ojo, sonriendo ampliamente. —Me llamo Jessica, novato, pero puedes llamarme Jess.

|Mᴜʟᴛɪғᴀɴᴅᴏᴍ| 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 [Pedidos CANCELADOS] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora