|Mᴜʟᴛɪғᴀɴᴅᴏᴍ| 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 [Pedidos CANCELADOS] ✓

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Personaje: Jace Wayland (multiapellidos)
Universo: ShadowHunters / Cazadores de Sombras (Serie).
Ambientado en: primera temporada.
Advertencia: nah.
Pedido: Si.
Indicación: las oraciones en cursiva son los pensamientos de la protagonista.

Mis pies se tambalearon levemente al pisar el suelo, mientras el portal se cerraba a mi espalda. Realmente daba igual cuántas veces hiciera aquellos viajes, siempre me acababa desestabilizando. Aunque bueno, lo cierto era que hacía muy pocos porque no tenía la real necesidad de hacer más.

Luego de un tiempo echando una mano en el Instituto de Londres, era el momento de volver a Nueva York, mi ciudad. Había estado bien mi estancia en tierras inglesas, pero echaba de menos a mi gente estadounidense. Por eso tenía prisa por volver al Instituto, incluso echaba de menos los gruñidos y la cara de perro de Alec Ligthwood, por increíble que pudiera parecer. También a Izzy, su hermana pequeña y mi parabatai, con quien había hablado por mensaje pero nunca era lo mismo. Y a Jace Wayland, aquel rubio teñido que, según mi amiga, tenía enrollado en torno a mi dedo.

Era una exagerada, simplemente llevaba un tiempo saliendo con él. Y lo cierto era que no tenía ni idea de cómo podíamos tener la paciencia suficiente como para aguantarnos el uno al otro. Era decir, mi sarcasmo y su paciencia solían chocar demasiado. Básicamente porque la mitad de las oraciones que iban con sarcasmo o ironía no acababa de pillarlas y se las tomaba enserio. Era hasta cómico verlo.

Observé a los mundanos corretear a mi lado, luego de repasar mi runa de invisibilidad. Me entretenía verlos hacer su vida normal, sin darse cuenta de mi presencia o de las criaturas de nuestro mundo. Eran ajenos, al menos hasta que eran tarde y eran devorados por un demonio o algo por el estilo. Estaban en peligro constante, pero no eran consciente de ellos.

El camino al Instituto se me hizo corto, pues lo conocía como la palma de mi mano. Además, tener la runa de invisibilidad hacía que pudiera atravesar la multitud sin ningún tipo de problema. Esa era una técnica que ahorraba mucho tiempo, casi siempre me ganaba una regañina de Jace por ser algo imprudente. ¿Cómico, verdad? Que él me dijera que yo era la imprudente, bueno, creo que el chiste se cuenta solo.

Nada más atravesar las puertas del Instituto, pude observar que las personas parecían agitadas, como si algo hubiera pasado. Seguí caminando, hasta ver una ancha espalda que conocía muy bien, dando vueltas de un lado para otro. Parecía un animal enjaulado con rabieta, por como pisoteaba el suelo, como si quisiera hacerle un agujero.

—Si sigues caminando de esa manera, harás un agujero en el suelo. —hablé, logrando que dejara de caminar, quedándose congelado en el sitio. Sin duda, mi presencia lo había pillado con la guardia baja. —Y no creo que a tus padres le haga mucha gracia, Alec.