Tras encontrar el collar

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Una apacible tarde de domingo había caído sobre Hogwarts. Los rayos de luz verdosa se filtraban por las ventanas de la sala común de Slytherin bañando a los estudiantes inmersos en diferentes actividades con las formas danzarinas del agua del Lago Negro. El agradable murmullo de la corriente del lago hacía las veces de música ambiental para arrullar  a todas las personas que deambulaban por ahí.

Aditi y Rowan habían conseguido apropiarse de un sofá forrado de cuero negro que se encontraba pegado a una de las paredes de la sala. Les fue bastante difícil lograrlo considerando que apenas iban en tercer año, ya que a menudo los alumnos de los grados superiores abarcaban todos los sillones, sillas y divanes para sentarse. De modo que una vez que ambas consiguieron por fin un asiento decente, decidieron no levantarse hasta que cayera la noche.

Ahora ambas amigas se encontraban leyendo: Rowan se había sentado erguida con la espalda pegada al respaldo del sofá, sostenía el libro con una mano y con la otra iba pasando las páginas cada que era necesario. Aditi por su parte se había enroscado como un gato en la esquina más cerca de la chimenea, en medio del montón de afelpados cojines color esmeralda que decoraban el mueble.

El tiempo pasaba y la luz filtrada de las ventanas se hacía cada vez más tenue, anunciando gradualmente la llegada de la noche y de cada vez más alumnos de Slytherin a la sala común y a los dormitorios.

-¿Aditi?- Una voz pronunció su nombre desde la pequeña escalera de piedra que había a la entrada de la sala común.

Aditi levantó la vista de su libro, tratando de identificar quién la llamaba. Pronto distinguió que la voz pertenecía a Liz Tuttle, una de sus compañeras de tercer año que venía caminando hacia donde ella se encontraba sacudiéndose las botas llenas de lodo.

-¿Hmmm? Oh, hola Liz. ¿Qué necesitas?- Le saludó Aditi con tono amable.

-Hay alguien afuera de la sala común que quiere hablar contigo.

A Aditi no le hacía mucha gracia levantarse del lugar que tanto había luchado por conseguir, pero la curiosidad sobre quién podría estarla buscando un domingo por la tarde-noche era más fuerte. Rowan también despegó la vista de su lectura y lanzó a su amiga una mirada cargada de la misma curiosidad. Con pesar, Aditi se levantó del sofá.

-Gracias por avisarme, Liz. Iré a ver.

-Pfff, no te hagas muchas ilusiones, Moore. ¿Quién tendría genuino interés en buscarte a esta hora?- Le espetó con tono burlón Merula Snyde, quien se encontraba en medio de una partida de ajedrez mágico con su desagradable amiga Ismelda. Ismelda río con sorna y la sonrisa de Merula se expandió.

Aditi estaba a punto de responder a sus burlas con un hechizo Anteoculiata, que habría puesto un enorme par de cuernos encima de las grasientas cabelleras de sus rivales, pero la mirada que le lanzó Félix Rosier, el prefecto de la casa, la disaudió por completo. Se limitó a poner los ojos en blanco y pasar a lado de Merula para tirarle de la mesa su pulcro conjunto de pergaminos y tinta con una buena patada "accidental" directa a la pata de la mesa.

Aceleró el paso para que Merula no consiguiera reprenderla y por fin atravesó el muro de piedra corredizo que daba inicio a la Sala Común de Slytherin. Una vez en el pasillo de las mazmorras distinguió una silueta masculina muy familiar recargada en una de las columnas de piedra del castillo.

-¡Talbott!- Dijo Aditi tal vez un poco más fuerte de lo que hubiera debido. Las mejillas se le colorearon de rojo y por una vez agradeció que la luz en las mazmorras fuera casi inexistente para que él no lo notara.

-Aditi.- Respondió Talbott con su imperturbable voz y sin dejar de cruzar los brazos. -¿Va todo bien?- Le cuestionó el chico enarcando una de sus pobladas cejas. - Luces un poco... alterada.

Together we fly (TALBOTT WINGER X MC FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora