58 |Extraña amabilidad|

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Skylar

—Ustedes vayan, los espero aquí—Les digo molesta a Klaus y Stefan—No me interesa ver su matanza

—Has dicho exactamente eso todo el verano y Klaus siempre encontró la forma de hacerte bajar del auto—Dice Stefan y tiene razón, las primeras veces me sacó del auto a la fuerza pero luego se dió cuenta de que si me ofrecía comida yo bajaba sin quejarme—¿Podemos saltarnos su discusión e ir a la casa de una vez?

—Estás ansioso—Afirma sorprendido Klaus—Él tiene razón, amor, vendrás con nosotros

—Bien, iré a ver su hermoso show—Me tiende su mano para que baje del auto pero no la tomo, lo ignoro y comienzo a caminar hacia la casa dónde deben estar las mujeres que tienen que decirnos dónde está el licántropo que Klaus quiere encontrar para que nos lleve a la manada.

Caminamos hacia la mujer que parece estar buscando a su perro en su patio y esta salta de susto al vernos tras de ella.

—Lo sentimos mucho, no quisimos asustarte—Dice sombrío y eso parece asustar más a la chica, estos meses que pasamos juntos he notado que es realmente aterrador excepto cuándo  sonríe, eso lo hace ver muy tierno—Nuestro auto se averió a unos kilómetros, hemos caminado por horas, tu casa es la primera que vimos y esperábamos poder usar tu teléfono

—¿No tienen celular?—Pregunta desconfiada

—Se nos acabó la pila—Digo siguiendole la corriente al hibrido—Oye, te prometo que no somos asesinos

—Solo déjanos usar tu teléfono—Pide el rubio a mi lado y ella asiente no muy convencida—Entonces, ¿Puedo pasar?

—No, yo se los traigo.

—Creí que los campiranos eran más confiados—Se queja el ojiazul

—Soy de Florida—Dice con una sonrisa falsa

—Eso lo explica—Corre a velocidad vampírica hacia la chica y la toma del cuello para luego mirarla fijamente a los ojos—Creo que puedes ser más hospitalaria, ¿Puedo pasar?

—Claro—Murmura la pobre rubia con lágrimas en los ojos y Klaus sonríe satisfecho para luego tomarla del brazo y obligarla a entrar a la casa seguidos por mi

—¿Qué está pasando?—Pregunta asustada otra chica al vernos entrar de repente

—Por favor, no te alarmes—Pide Klaus—Dicen que Ray Sutton vive aquí

—No viene aquí seguido, está en gira casi siempre—Explica nerviosa

—Pero supongo que viene cada mes—Dice obvio y la chica se queda callada

—Solo dinos dónde está—Ordeno irritada—Si él te obliga a que le digas, será infinitamente más doloroso

La muy estúpida corre hacia la puerta seguida por nosotros y suelta un grito al ver a Stefan parado esperándola

—Está en Tulley, cerca de la frontera—Dice entre sollozos—El bar es Southern Comfort, en la ruta 41

—Gracias—Dice Klaus con una gran sonrisa—¿Puede pasar mi amigo?

—Si—Solloza y Stefan entra a la casa, esto va a terminar terriblemente mal para ellas al igual que terminó muy mal para las demás víctimas de Stefan

—Con esta hazlo rápido–Le pasa a la rubia, quién suplica que la dejemos ir mientras llora—Pero que la otra sufra

Ambos comenzamos a caminar hacia el auto mientras escuchamos los gritos de miedo y dolor de las chicas, cosa que hace que la sonrisa del híbrido se ensanche

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora