𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒

107 |Cura|

Skylar

—Bienvenida, hermanita—Le dice Klaus a Rebekah cuándo ingresamos en "La habitación roja de la tortura" según Stefan

—¿Es un truco?—Pregunta desconfiada —¿Cómo sabes que es de los cinco? ¿Dónde está su tatuaje?

—Los tatuajes son invisibles cómo los pasados—Explica con obviedad—Vamos a cenar—Muy a su pesar, Rebekah sigue a su hermano al igual que nosotros a la sala dónde la mesa está preparada y una chica está sirviendo la comida, la cuál es pollo con vegetales—Gracias, mi cielo—Le dice a una de sus muchas sirvientas antes de que esta se retirara de la habitación—Y gracias al consejo por quemar toda la verbena, mi vida es mucho más facil—Klaus y Stefan comienzan a comer pero ni Rebekah y yo estamos comiendo, no porque no luzca delicioso porque es todo lo contrario sinó porque no es lo que quiero comer, sigo con ganas de comer una dona de chocolate pero Stefan y Rebekah no me dejaron comprar una porque "Es hora de la cena y eso no es saludable" ¡Son tan molestos! Soy inmortal, ¿Que es lo peor que me puede pasar por comer una dona?—Coman

—No hasta que tenga mi dona—Digo completamente seria pero eso parece divertirle—Quiero una dona de chocolate y otra mantequilla de maní con crema batida

—Te compreré la tienda entera pero come—Ordena y yo sonrío complacida antes de llevarme un bocado a la boca—Rebekah, come tus vegetales

—No hasta que te disculpes—Dice molesta

—¿Por cual indiscreción?—Pregunta inocente—Ha habido demasiadas

—Me gritaste y me golpeaste.

—Tiraste la sangre de Elena, ya no puedo hacer más híbridos.

—Pero tu asumiste las cosas.

—Eso es lo que hacen los hermanos, linda—Dice obvio

—¿Pueden dejar de pelear por una vez en su vida? Quiero cenar en paz—Exclamo irritada—¿Klaus no tienes algo que quieras decirle a tu hermana?

—Perdón—Murmura de mala gana, cómo cuándo un niño es obligado a disculparse con su hermano—A veces olvido lo delicada que eres, ¿Me disculpas?

—Voy a tener que considerarlo—Es lo justo pero mo puedo evitar rodar los ojos, es una lucha fraternal interminable la de ellos

—Perfecto, ¿Por qué no me cuentas sobre el cazador de Rebekah?—Pide Stefan

—Claro, se llamaba Alexander y...—Comienza a contar pero lo interrumpo

—¿Era un idiota? Porque eso confirmaría mi teoria de que todos los Alexander son idiotas—No tengo nada en contra de los Alexander solo que una de las personas que más me lastimó se llamaba así

—De hecho, era un gran chico, si olvidabas sus defectos: Buscaba criaturas de la noche, por lo que nos sentiamos muy seguros con nuestros anillos solares—Nos cuenta mientras se lleva un bocado a la boca—El nos dijo que solo eran cinco, vinculados por el fuego y el aliento de una bruja para destruir a los vampiros, decían poseer el arma máxima para la destrucción de los vampiros y que aunque no lo lograran, había un plan b, una chica, tanto las brujas vivas y muertas planeaban la llegada de una criatura extremadamente poderosa a la que denominaban "Trihibrida" por ser la primera combinación de las tres especies existentes—Termina de decir para luego mirarme con una sonrisa ladeada—Esa fué la primera vez que escuché sobre ti, aunque no me agradaste mucho que digamos

—No te culpo, cuándo no tenía memoria tampoco me agradabas mucho—Me sincero—Tu reputación te precede—Cómo es usual, me pierdo en sus preciosos ojos azules al mismo tiempo que sonrío cómo tonta enamorada