-Hija.- llamó mi mamá, me levante del escritorio.
-Hola mamá.- mire a mi asistente que estaba atrás de ella.- dejala pasar Gianna.- ella asiente.- ven mamá.- ella camina y se posiciona a mí lado para abrazarme.
-Mi bebé está tan hermosa.-dice de manera cariñosa.
-Lo heredé de ti.- beso su mejilla.- ¿Que te trae por aquí?.
-Tu novia.- hizo mala cara.
-Finge un poquito que te cae bien.- me miró feo.
-Nunca.- camina hasta el sofá.- es tán prepotente.- deja su bolso en la mesa de centro.-¿Que le viste?.- preguntó enojada.
-¿Que pasó ahora?
-Todo lo que elijo no le gusta, quiere todo extravagante y eso no te gusta.- asentí.- no se porque quiere escogerlo.
-Solo dale el gusto madre, uno no se casa todos los días, ¿Oh si?.- ella me miró.
-No todos somos como tu padre y yo.- suspiro algo triste.- ¿Estas segura de querer casarte con ella?.
-Si mamá, la amo y no me imagino estando con alguien mas.- levante mis hombros.
-Te apoyo princesa.- se levanta del sofa.- pero sigo pensando que ella no es la indicada para ti.
-Ella lo es mamá, la quiero conmigo.- apenas termine de decirle eso escuche que había una discusión fuera de mi oficina.
-¿Que es eso?.
-No lo sé.- camine hasta la puerta la abrí y ahí mire a mi prometida enojada.
-No te fijas.- le dijo en un tono bastante enojado.- ensuciaste mi vestido Gucci.- rode mis ojos.
-Lo siento.- la chica le iba limpiar su ropa, pero ella la empujó haciendo que la chica se caiga.
-Voy a decirle que te despida, incompetente.- se giro para mirarme.- mi amor, daño toda mi ropa, despidela.- le negué.
-Todos regresen a su trabajo.- suspiré y camine, hasta la chica la ayude a ponerse de pie.- mil disculpas, regresa a tu puesto.- mire enojada.- Alexa, no puedes hacer esto.- negó y camino hasta mi oficina.
-Ves porque te digo que no es para ti.- me susurro mi madre antes de irse.
-¿Por qué la defendiste?.- preguntó enojada cuando entre a mi oficina.
-No está bien que hayas hecho eso Alexa.
-¿No está bien?, daño toda mi ropa.
-¿Y?, Alexa es solo ropa, no puedes tratar a mis empleados como te da la gana.- le hable duramente.
-Cuando nos casemos, también seré la dueña del conglomerado.- le negué.
-Serás mi esposa, no dueña de mis empresas.- hablé furiosa.- ahora quiero que salgas y le pidas disculpas.- la mire molesta.
-No lo haré.- se cruzó de brazos.
-¡Bien!.- camine hasta mi escritorio y me senté a seguir con mi trabajo.
-¿Solo eso dirás?.- quité mi mirada de los documentos para verla.- mira mi vestido Aria, esta arruinado.- negué con mi cabeza.
-Días como este, me pregunto ¿por qué me casaré contigo?.- me miró con terror.- quiero que te vayas Alexa.- toque mi sien.
-Amor yo qui..
-No te quiero aquí Alexa, fuera.- ella asiente y se va.
No pude concentrarme en mi trabajo, me sentía un poco triste por haber tratado mal a mi prometida, así que salí temprano, cancelé un par de reuniones, camine por las lindas calles de Bredwood, sin rumbo fijo, cuando tomé conciencia me di cuenta que estaba fuera de una florería, mire un momento el local, era pequeño pero tenía toda clases de flores, entre al local para buscar el arreglo de flores para la boda, pero hubo una flor que llamó mi atención, esta era blanca como especie de copa, frunci el ceño.
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La chica de las flores
RandomAria una chica que a la vida siempre le ha sonreído, con una vida que muchos desearían, con unos padres que siempre estuvieron pendiente de ella, con una economía más que perfecta. Al fallecer su padre por un accidente de avión ella se convierte en...