Begonia

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Pov Aria

-Aria, Aria, mi dulce Aria.- entró mi socia a la oficina.- aléjate del trabajo, es sábado.- la mire mal.

-Esto es importante Jasmin, en tres meses es el aniversario del conglomerado.- levante mis hombros.

-Si, aja, ¡pero es sábado!.- se sentó encima de mi escritorio.

-¡Bajate Jasmin!.- ella niega con su cabeza.- detesto que lo hagas.- me levante enojada.

-Detesto que trabajes un sábado.- mira sus uñas.- así que bajale tres rayitas a tu "enojo".- hace comillas con sus manos.- le diré a tu mamá que estas trabajando.- saca su móvil.

-No serias capaz.- la desafío, ella gira su móvil para enseñarmelo.-¡Está bien!.- le grite y ella sonríe.

-Hola linda Marie.- me sonrie.- nada solo quería saber como estabas.- rodé mis ojos al escucharla hablar con mi madre.

Odiaba tanto que se llevarán tan bien, pero lo amaba al mismo tiempo, Jasmin fue la única amiga que tuve desde que salí del colegio, estuvo conmigo en la universidad y con ella he hecho tantas locuras.

-Bien, vamos a comer.- guarda su móvil y se baja de mi escritorio.

-¿Me recuerdas el por qué somo amigas?.- le pregunté antes de que saliera de la oficina.

-Porque soy el ser que más te ama.- me tira un beso.- pero no eres mi tipo.- suelta una carcajada.- aún así eres muy linda, pero soy muy heterosexual.- guiña un ojo.

-No es suficiente.

-¡Claro que sí!.- habla sería.- estuve a tu lado desde que te vi en aquella cafetería del colegio, supe que eras amor, dulce Aria.- sonríe.- muchas veces pensé que yo te había cambiado la vida.- afirme con mi cabeza y ella niega.- tu me cambiaste la vida.- me mira con dulzura.- ahora levanta tu trasero, ¡tengo hambre perra!

-No me digas perra.

-Claro perra.- lo dice en broma.

Amaba mucho escucharla hablar de nuestra amistad, ella solía ser fría, pero cuando se trataba de mi era toda miel.

Ella nos llevó hasta la zona central de Bredwood, nos bajamos de su coche y pude divisar la florería del otro día, seguía siendo la zona más colorida de esta parte, las flores le daban un toque diferente.

-¿Te gusta?.- me susurra.

-¿El local?.- me mira extraña.- ¿Que?

-Paso una muchacha que te quedó mirando pensé que la habías visto.- le negué, ella miró de nuevo el pequeño local.- te regalaría la Begonia roja o naranja.- la mire extrañada.

-¿Sabes su significado?.- ella asiente.- ¡dímelo!

-Es tu tarea averiguarlo.- guiña su ojo y camina hasta dentro del restaurante.

-¿Por qué no me la dices?

-Porque se lo mucho que te gustan las flores y siempre haz querido saber su significado, ahora te doy un motivo para que lo aprendas.- se sienta en nuestra mesa.

-Caes mal.- me senté enfrente de ella.

-No te pongas así y dime, ¿Cómo van las cosas con Lalo?.- le frunci el ceño

-¿Quién es Lalo?

-La loca que tienes como prometida.- se ríe la muy canija.

-En serio te pasas Jasmin.

-Ya, ya, ya, dime.

-Se fue hace unos días a Portland.- levante mis hombros.

-¿Que fue hacer allá?

La chica de las flores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora