Una nueva oportunidad

Capitulo 24: La calidez del perdón

Antes de irse de viaje por la carretera hasta la ciudad vecina, habían decidido hacer una parada importante. La ciudad Rose era de por sí un lugar normalmente residido por la clase media, pero esto no evitaba que personas de gran índole económico vivieran en el lugar, ese era el caso de la familia de Hanji.

La familia Zöe era reconocida por su gran papel en el ámbito comercial desde hace muchas generaciones atrás. No fue sorpresa para Levi no ser muy bien visto por el padre de su esposa desde el primer instante, razón por la que siempre mantenía cierta distancia de aquel hombre.

En cuanto el auto piso la acera de aquella mansión, dos figuras conocidas los esperaban en la entrada. Al distingirlas bien reconoció a los hermanos menores de Hanji, quiénes la última vez que vió fue hace menos de 2 o 3 años.

— ¡Hanji, Levi! — Exclamó el chico rubio procediendo a abrazar a su hermana— no nos veíamos desde hace mucho.

Al separar el contacto, abrazo a su otro hermano castaño con una sonrisa, Levi únicamente los saludo con un asentido de cabeza.

— Lo mismo digo, pero hey, están más alto de lo que recordaba — Comparo su altura con la de sus hermanos—, parecen unos gigantes.

— Por mi parte he estado haciendo ejercicio, pero este sujeto ha estado ocupado con otras cosas... — Dijo el gemelo rubio, Sawney, viendo al contrario.

— En lugar de abrir la boca deberías lavartela, bocón. — Gruñó él con cierta molestia por dejarlo en esa situación frente a los invitados.

— ¿Ah? ¿Qué ocurrió? — En cuanto una idea llegó a su cabeza sonrió burlona— ¿Acaso el pequeño Bean consiguió una novia?

— Oh, es más que eso, hasta tienen encargó los calentones.

La sorpresa se había reflejado tanto en el rostro de Hanji como en el de Levi, Bean miró de reojo a su hermano antes de darle un golpe en el estómago por hablar demás, haciéndolo dar un quejido de dolor pero simulando no le había causado demasiado efecto el golpe. Apenas apartó la vista, su hermana lo tomo de ambos antebrazos viéndolo boca abierta.

— ¡No puedo creerlo! Tengo muchas dudas, ¿Quién? ¿Cuando? ¿Dónde? y ... ¿¡Por qué no me dijiste antes!? — Exclamó sacudiendolo.

— Su nombre es Lina, llevamos un año saliendo.

— ¿Sólo un año? — Preguntó arqueando su ceja, a lo que el contrario asintió.

— No pudieron aguantarse — Prosiguió nuevamente el rubio ignorando la mirada pesada de hermano gemelo—. Debiste haberlo visto, hermana, casi se mea encima al decirle a papá.

— ¿Cómo reaccionó él?

Él chico suspiro, negando con su cabeza mientras cerraba sus ojos.

— Nada bien. Si no fuera por el embarazo la hubiera comido viva, pero afortunadamente no tuvo más opciones que aceptarla.

— Al menos a ella no le lanzó la ensalada encima durante la cena. — Comentó Levi con sarcasmo.

— Habíamos terminado de comer en ese momento, pero no dudo que lo habría hecho también. — Una repentina sonrisa se formó en su rostro— ¡Pff! ahora que lo mencionas, fuera de las discusiones ese días, algo que no puedo olvidar es la cabeza de Levi con los vegetales encima. ¿Te dejaron subir al autobús así?

— ¡Oh, eso es cierto! Recuerdo que tuvo que irse caminando porque tenía semillas hasta en el culo.

Pronto, ambos hermanos dejaron escapar una carcajada al recordar algo bueno de ese día.