Una nueva oportunidad

Capitulo 19: Dulce tesoro de miel

Estaban en plena preparatoria cuando ocurrió aquel incidente en el país, debido a las amenazas terroristas las escuelas cerraron por un breve período de tiempo hasta que las cosas se aligeraran.

Asuntos que fueron a peor en cuanto tuvo un golpe negativo en la economía. Originado gracias a un pueblo que había sido cruelmente ignorado en plena crisis por falta de comida y agua, esa gente decidió pelear por sus derechos recurriendo a la violencia contra el gobierno de la capital, afectando así al resto del país en consecuente.

Aquellos días, el ejército estaba pasando por una baja debido a los bajos ingresos. Debían estar preparados en caso de que ese pueblo recurriera a otros métodos, trayendo consigo la muerte de muchos civiles, cosa que había ocurrido por ataque terroristas. De está forma, se comenzó a hacer público la falta de reclutas, no hacía falta decir que esto no funcionó demasiado bien hasta que decidieron pagar a los que se fueran a unir.

Jóvenes de diferentes estatus sociales terminaron uniéndose, algunos por necesidad y otros por sus grandes talentos en computación. Aquel grupo era mayormente conformado por adolecentes y adultos jóvenes que ejercían servicio a su país no uniéndose al ejército, sino haciendo búsquedas a través de la red para hacer así captura a los responsables del desastres. Ellos fueron llamados asociados de guerra, gracias a su participación el asunto no pasó a mayores y la cabeza detrás de la rebelión organizada por el pueblo, fue captura.

Como agradecimiento a esa pequeña cantidad de jóvenes, se les dió entrega una considerable cantidad de dinero y protección por parte del gobierno, ya que no hacía falta mencionar que habían muchos en el país que deseaban la marcha diera continuación, bien las identidades de los miembros no fue revelada porque la mayoría era menor de edad, pero sí se hacía una profunda búsqueda lograrían dar con los nombres de los participantes.

Entre aquel mar de tragedia, no todo fue oscuro, ese fue el caso de aquel peculiar dúo. Ambos eran parte de ese pequeño grupo, y se habían muy cercanos siendo compañeros. Cuando la paz regreso, por más que quisieran romper en contacto no lo habían logrado. Por un lado, ella provenía de una familia de gran fortuna y por el otro él de una con pocos ingresos, mas aún así el amor simplemente floreció con el pasar de los años.

Se unieron en matrimonio con el atardecer de la playa y algunos amigos u familiares como testigos de su juramentos de amor eterno. No pasó más de un año hasta que lograron concebir a una pequeña bebé. Hermosa niña de cabellos oscuros y ojos oscuros como el manto de la noche misma, y una dulce sonrisa que hacía a relucir su belleza y ternura.

— Abre la boca. — Reclamó él, mas la menor renegó.

— Me duele la panza.

Era evidente su mentira, recién la había visto comerse una barra de chocolate hace unos minutos. Quería volver a reprocharle cuando una Hanji de camisa manga larga hasta el cuello color negro al igual que sus zapatos y un abrigo chocolate, llegó junto a su esposo e hija al comedor.

— ¿Qué ocurre?, Estaba intentando leer un poco.

— Papi me está obligando a comer.

— ¿Huh, a estás horas? Recién van a ser las 10 de la mañana.

Levi, quitándose su delantal azul y dejándolo sobre la mesa, le recordó eran las 3 de la tarde. Sobresaltada, miró el reloj colgado en la pared.

— ¿Y a ti qué te pasa ahora? — Cuestionó volviendo a intentar acercarle la cuchara de plástico rosa a la boca de la niña, volviendo a ser rechazado.

— Junto a los chicos habíamos organizado una reunión en el bar para despedir a Nifa, te había comentado que se iría a estudiar a otra ciudad. Tenemos que ir.