Las voces de gente hablando desde la sala lo hicieron despertar de su cómodo sueño. Esa noche tuvo un lindo sueño donde manejaba un barco en un enorme océano. Sonrió al recordarlo, siempre había querido viajar en un bote e ir a la playa y jugar con la arena y olas, cosa que nunca había podido hacer en sus 4 años de vida.
Dejando escapar un bostezo, se rasco los ojos con su pequeño puño derecho con pereza. Deberían ser al menos las 7 de la mañana, por lo que no entendía tal escándalo tan temprano.
Con el rostro adormecido se puso sus chancletas, y camino hacia el lugar de donde venían las voces. Al llegar a la sala grande fue su sorpresa al encontrar una invitada junto a Levi y Hanji.
— Me parece fantástico, no duden en llamarme si tienen más dudas, intentaré contestar sus llamadas y adelantar el proceso de aceptación por parte del servicio social, mientras tanto deben— Detuvo sus palabras repentinamente al notar la cuarta presencia de alguien en la sala—, Oh, buenos días cariño ¿Te desperté?
El rubio sonrió con ilusión en sus ojos azules al mirar a la chica. Fridda extendió sus brazos y Armin corrió hacia ella para que lo abrazará, y lo cargará entre brazos. —¿Desde hace cuánto estás aquí? No sabía que vendrías de visita.
— Llegué ayer, —Comentó abrazando al niño con cariño.— la visita fue repentina, pero no quería despertarte por eso no te llamamos.
Armin pudo notar algunas vendas en el rostro de la mujer de cabellera oscura, quien lo había criado desde que llegó por las puertas del orfanato junto a sus 2 hermanos.
—¿Q-qué te ocurrió? —Preguntó con preocupación.
Fridda sonrió para disimular su sorpresa, estaba por irse para no causar preocupación en el rubio. Afortunadamente ella fue lista y en lugar de responder cambio de tema con rapidez. —No es nada de que preocuparse, Al contrario de ti, Armin ¿Cómo es eso que no avisaste que te sentías mal?
Armin bajó la cabeza con vergüenza. — Fue un accidente, comí unas cosas que me hicieron mal, pero ... Ya aprendí la lección, le prometí a la señora Zöe y al señor Levi que no volvería a pasar nuevamente...
Fridda suavizó su mirada y le sonrió con ternura, procediendo a dejar nuevamente al niño en el suelo. Aunque no lo demostraba, le dolía demasiado el brazo y al tener a Armin, quien no pesaba demasiado, comenzó a creer que tenía algo dislocado.
— Me alegra saberlo, Levi y Hanji me han hablado sobre el asunto y afortunadamente no paso a mayores y eso me alivia, además luces muy lindo está mañana así que eso confirma que ya estás más que sano ¿No es así? —Dijo poniendo su mano con suavidad sobre la cabellera rubia del más bajo.
Armin asintió levemente y un leve sonrojo se formó en sus mejillas debido al halago.
—El desayuno está listo. — Anuncio Levi, quien durante la charla se fue a revisar la comida.
— ¿Te vas a quedar a desayunar con nosotros, Fridda? —Preguntó Hanji.
La joven monja lo pensó por un rato hasta que negó con su cabeza.
— Gracias por la invitación y su hospitalidad pero ya han hecho mucho por mí, además el viaje de regreso a la ciudad María es muy largo —Suspiró —, también están mis superiores, ya debieron darse cuenta de mi ausencia y en cuanto a castigos se refieren saben muy bien que hacer.
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Una nueva oportunidad
FanfictionDespués de haber perdido a su amada hija hace tantos años, ellos decidieron cumplir con uno de los últimos deseos que tuvo su pequeña antes de partir a un viaje sin retorno. Querían darle una nueva oportunidad a aquellos niños a los que la vida les...