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Al fin era jueves, eso quería decir que
faltaba un día para el viernes y pronto el
tan anhelado fin de semana. Lisa se encontraba un poco más feliz, de alguna forma.

Últimamente sentía que tenía una ventaja sobre la Rubia, y era molestarla. Seguía sin comprender por qué la castaña terminaba rabiando, pero cada vez que Lisa le hablaba lindo a una chica o era muy coqueta con un chico, Rosé la miraba como si fuera a jalarla por los pelos.

Hoy en la mañana, en el laboratorio de
biología, había sido alucinante pero no del todo, ya que terminó con un encéfalo de vaca en su cabello.  Ella tenía cómo compañera de mesa a Mina, única chica linda de su clase.

Nunca habían hablado mucho pero hoy decidió ser muy encantadora con ella y, extrañamente, la chica le habló muy animadamente. Recuerda aun cuando dijo un comentario sobre sus ojos y la chica se sonrojó.

Lisa se felicitaba interiormente, no sabía que tuviera algún talento para coquetear y menos con las chicas.

Miró divertida cómo toda la clase Rosé
cortaba el encéfalo prácticamente clavando el cuchillo en la tabla mientras observaba a Mina, luego la fulminó con la mirada a ella y Lisa prefirió mantenerse alejada.

Había sido el colmo cuando Mina, con
más confianza, había dejado un beso en
la comisura de los labios de Lisa, al
despedirse. Antes de que pudieran hacer
algo, Lisa sintió un objeto pegajoso en su cabello. Era un tentáculo del animal que acaban de disecar y Mina también tenía varios pedazos.

Rosé estaba riendo con sus amigas e hizo una cara de <<Yo, yo no fui>> tan falsa, que por esa razón Lisa no le dijo sus cinco palabras.

Pero igual seguía feliz, porque al salir y
limpiarse, cuando volvió se encontró con
que Mina estaba hablando con una amiga suya a lo lejos y Rosé debía de ser quien ayudara a la ojimarron.

Le pareció perfecto, duró una hora entera escuchando los insultos de la Rosé cuando ella se equivocaba y también cómo rodaba sus ojos, sus hermosos ojos.

El problema era, que después de salir de
aquella burbuja, cayó en cuenta de todo
Qué coño estaba haciendo? No intentaba llamar la atención de ella, sólo que le gustaba fastidiar a Rosé porque era muy perra con sus amigas. Si, si, debía de ser la razón.

O eso misma se dijo mientras iba al salón, para su sorpresa no encontró a ninguna de sus amigas Donde podrían estar? Intentó ir por los pasillos, buscándolas, y decidió ver al campo de fútbol. Las tres estaban allí, observando a los chicos entrenar y todos, incluso Jaehyun, lucían muy bien con el uniforme azul y el casco.

Eunha comía unas papas de su bolsa mientras sus piernas estaban estiradas hacia adelante, Jisoo y Jihyo charlaban distraídamente de temas triviales.

-No sabia que iban a estar aquí-dijo
sentándose junto a Jihyo y observándolas.

-Claro, se supone que hoy dan los
resultados. Todas debemos estar aquí
y ustedes, que son mis fieles amigas,
también-dijo la pelinegra, encogiendo los
hombros. Después se acercó un poco más, susurrando-. Además, creo que tengo un flechazo por el defensa.

Se refería al chico de cabello castaño y
ojos café, ese era Daniel. Lisa aún lo
recordaba, ya que fue él quien una vez el
año pasado le tomó una foto cuando estaba bañada en pintura, obviamente por una broma de Rosé.

-Daniel? Es un idiota-afirmó y la chica hizo una mueca.

Tu también te fijas en la rubia idiota
y yo no te digo nada. Gustos son gustos,
querida-dijo cruzándose de brazos y
mirando divertida a su amiga, que tenía un rubor delatándola en las mejillas.

Rivales | Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora