EPÍLOGO

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Lisa estaba abriendo la puerta levemente, evitando emitir cualquier ruido, no queriendo despertar a la durmiente, aun. Su esposa le había
ordenado despertar a la niña, sus suegros se encontraban en un crucero
por el mediterráneo y las dos adultas estaban encargadas de cuidar de la adolescente, hace dos semanas desde que llegaron a la casa.

Despertar a la chica de dieciséis años ya formaba parte de la rutina, ya que Lisa era la única capaz de interrumpir el sueño de la chica sin terminar lastimada. Si su esposa intentaba despertar a su hermana menor normalmente terminaba golpeada por una almohada o recibia quejidos negativos de la niña, por esa razón Lisa era la encargada de
levantarla todas las mañanas.

- Eh, despierta, bella durmiente-comenzó diciendo la ojimarron, sentándose en el borde de la cama y sacudiendo levemente sus piernas.

- Mmm- fue lo único que recibió como respuesta.

Lisa inspeccionó el cuarto de la chica, aun sin levantarse de la cama, algunas revistas y la ropa regada por el suelo. El ordenador estaba encendido y mostraba la aplicación de ¡Tunes abierta, parecía que alguien se quedó hasta tarde escuchando canciones de Exo.

Lisa sonrió, era en parte su culpa que la adolescente tuviera una obsesión con esa banda y Taylor Swift ya que desde pequeña la ojimarron le regalaba discos de sus artistas favoritos para su cumpleaños

-Vamos, Ryujin, tienes que despertar - Lisa insistió una vez más lazándose juguetonamente sobre el pequeño cuerpo de Park Ryujin bajo las mantas.

Ryujin volvió a gruñir acurrucándose más en la cama e intentando apartar
a su ojiverde favorita de encima, aun no entendía como su hermana soportaba ser despertada por Lisa todos Ios días. Era muy entusiasta y lo peor era que le daba resultado, siempre las dos hermanas Park terminaban obedeciendo a Manoban.

-No, Lis, vete-dijo jadeando por falta de aire cuando Lisa volvió lanzarse aplastando su estómago.

Ahg!

-Si no quieres otro ataque sorpresa, levántate - la amenaza iba enserio y
Ryujin sabia eso.

Aun asi, se resistió, ayer había durado hasta tarde escuchando música y mirando por la ventana, ella queria dormir al menos unas..doce horas
más, si, aquello se escuchaba de maravilla.

-Déjame.

-Pero ya es de mañana, tienes que ir al instituto-le intentó quitar la almohada de la cabeza forcejeando durante un rato.

Ahora por culpa de la ojimarron la rubia estaba más despierta de lo que quería estar, ella gruñó nuevamente. Se resignaba a moverse de la cama, eso hasta que algo de lo que dijo Lisa le llegó con claridad a la cabeza: instituto.

De un salto se incorporó en la cama, logrando hacer caer a Lisa de culo al suelo. Ryujin se rió un poco, su cuñada podría tener veintisiete años, pero a veces era casi tan infantil como ella. Ni hablemos de su hermana, Rosé aun saltaba por los regalos el día de Navidad.

-Tengo que cambiarme, se me hace tarde! - la menor de los Park pegó un salto corriendo al cuarto de baño, parecía entre emocionada y feliz.

-Pero Ahora por qué tanto entusiasmo? -Lisa rascaba su cabeza formando una mueca ya que le dolia el trasero Por qué los pisos de madera debían ser tan jodidamente duros? Cuál era la necesidad?

Ryujin volvió a salir del baño quietándose el pijama y cambiándose a trompicones por unos short y un jersey, Lisa alzó su ceja observando el apuro de la chica.

- Descuida, Ryuging, aun faltan veinticinco minutos. Puedes llegar aun así -Ryujin le miró sacándole la lengua y con los ojos brillantes, cepillando su
cabello.

Rivales | Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora