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A la semana siguiente Lisa ya estaba cansada de que las de primero la siguieran, se querían asegurar si estaba bien del brazo, pero ya era viernes así
que podría descansar. La ojimarron no comprendia su interés, pero ya estaba
cansada de las sonrisas tontas que le daban, más aún cuando algunos chicos
de segundo le preguntaron cómo había sido huir de Jaehyun, ella recordando
aun como gritaba su nombre.

Había dejado a sus amigas en la clase de informática y estaba frente a su casillero sacando unos libros, secretamente esperaba encontrarse con Rosé, no le veía desde el almuerzo cuando la rubia le había sonreido toda la hora, aun se sentía en las nubes. Intentaba hacer toda esa ardua labor sin chocar su yeso con el metal, cuando cerró la puerta se encontró con una chica de cabello negro y alta que había visto antes, pertenecía al grupo popular, pero de las de primero. Le sonreía coquetamente mientras vestía el uniforme de deporte, Lisa sonrió por educación.

-Hola... Mmm.

-Isa, es un placer ¿Lisa Manoban? -preguntó dándole un beso en la
mejilla y observándola con interés.

-Si, esa soy yo-dijo sin comprender y torció el cuello, juntando las cejas- Me
buscabas? Isa río tímidamente y la miró pestañeando.

-Eres más adorable de lo que me habían comentado-confesó y Lisa abrió
los ojos

-¿Te... te han hablado de mí?-preguntó aun sin creérselo, como de una chica
invisible ahora era conocida por media escuela.

-Claro, este año has sido el centro de atención en los problemas, aunque
tienes antecedentes del año pasado con la guerra de comida-dijo riendo
nuevamente, sus ojos miel brillaron con coquetería También cuando sucedió lo del capitán del equipo, dijeron que echaste una buena corrida.

-Ah, Jaehyun no podría haberme alcanzado si no fuera porque me distraje-dijo en broma mientras guiñaba.

-Si, todos hablan de eso Cuándo te quitaran el yeso? -preguntó acariciando
extrañamente el brazo bueno de Lisa, la ojimarron se sintió un poco incomoda.

-Bueno... dentro de otras dos semanas-arrugó la nariz al sentir un perfume muy conocido para ella -Oye.. tú de casualidad conoces...-no terminó de
hablar ya que la pelinegra estaba muy cerca de ella.

-Si.. -preguntó fingiendo inocencia y tomando la mano de la ojimarron, Lisa quería concentrarse, pero el perfume de Roséla confundía.

-Eh... bueno.. conoces a...-dejó de hablar cuando escuchó un carraspeo a su
espalda, casi de inmediato Isa se apartó de Lisa con los ojos abiertos.

-Rosé-la Pelinegra dijo su nombre como si se tratara de una profesora, Lisa
volvió a verla y allí estaba la chica de la cual estaba enamorada.

Rosé vestía su uniforme de porrista, sólo que llevaba el cabello suelto y cruzaba los brazos, sus ojos chocolate parecían cuchillas sobre la joven niña Pelinegra.

Lisa no pensó, quería quitar esa expresión de enojo del rostro de Rosé,
pero al verla no pudo evitar formar una sonrisa de amor hacia su chica.

-Park-dijo con una voz dulce logrando captar la atención de Rosé, que hace tan solo unos segundos estaba mirando a la niña que temblaba de pies a cabeza.

Rosé relajó su rostro, pero siguió con el fuego oscuro en sus ojos, observó a
Lisa con una actitud irritada.

-Con que hablando con las de primero ¿Uh? -preguntó en un tono amargo,
Lisa asintió con la cabeza, pero torció el cuello.

-Sí, estaba hablando con isa-dijo mirando a la chica tras ella y le sonrió,la de primero fue tan descarada que le devolvió la sonrisa, aunque esta se
borró al ver el rostro de Rosé.

-Yo.. bueno, quería decirte que Sowon te busca, quiere verte en las duchas,
ella es amiga de mi hermana y me pidió el favor-dijo evitando mirar los ojos
furiosos de Rosé mientras observaba a Lisa -. Solo quería decirte eso,
nada más-dijo lo último mirando a Rosé antes de despedirse e irse por el
pasillo.

-Qué la habrá pasado? Parecía asustada-comentó Lisa confundida por la actitud de la chica, luego pareció entender las palabras-- Para qué querría
verme Kim? ¿Por qué no te lo pidió a ti?

-Yo que sé, estaba ocupada-dijo rodando los ojos, aunque volvió la atención
a Lisa- No que no te gustaban las Altas? -preguntó en un tono cortante.

Lisa frunció el ceño, intentando captar la insinuación, la chica había sido amable, pero ella prefería a las chicas como Rosé.

-No todas son malas-dijo pensativamente y luego sonrió-. Tu hermana Alice es
encantadora.

-¡Ja! Claro, supongo-dijo la Rubia, apretando los dientes y actuando con la
actitud diva que tanto caracterizaba a Ryujin.

-Estas enojada?-preguntó un poco divertida, Rosé río más fuerte y negó.

-Ya quisieras.

-Cómo te va con tu novio?-preguntó la ojimarron un poco disgustada ya que
ayer los había visto juntos, no se habían besado, pero no estaba segura que
duraría así por siempre.

-Jaehyun? El está perfecto, estamos de maravilla-mintió descaradamente y
luego alzó la barbilla mientras mostraba una sonrisa hipócrita . Besa mucho
mejor que tú. Lisa se tensó, pero sonrió con diversión.

-No parecías opinar eso la última vez-dijo logrando que Rosé pestañease, pero, pronto para su gusto, recuperó la arrogancia que la caracterizaba.

-¿Ese beso tonto? Pues sólo lo hice para saber cómo era besar a una chica, nada más y fue patético... -comenzó a callarse cuando Lisa se acercó con los ojos Chocolate en fuego, la sujetó de la cintura con su mano sana y la apoyó contra los casilleros.

Al parecer era su posición favorita. Rosé colocó las manos en su estómago, pero sin intentar apartarla.

-¿Ah sí?-dijo las ojimarron con un tono venenoso en sus palabras- No te
gustó?

-No me movió ni un pelo-afirmó sintiendo la respiración de Lisa quemarle los labios-Para nada creo que incluso deberías besarme otra vez para demostrarte que no es así.

Lisa entrecerró los ojos, pensándoselo, la miró con intensidad y Rosé se sonrojó.

Acercó el rostro y con su nariz acaricio la de la rubia, también rozándola por la mandíbula y sus mejillas. Le dejaba un rastro de besos calientes por el rostro y luego fue hasta su oreja y la mordió con suavidad, logrando un gemido ahogado de Rosé.

-Lisa... -dijo con la voz cargada de emoción y la ojimarron río sobre su piel.

No la besó, siguió dándole pequeñas caricias en su rostro para luego juntar
sus caras y apoyar su frente contra la suya, con sus labios prácticamente
rozándose. Sus ojos estaban en los de Rosé. Se moría por besarla, pero prefirió sonreir cuando la rubia cerró los ojos, esperando el beso, y se separó de ella.

-Pues dile a tu novio que te bese, ya que el si logra moverte ¿Verdad? -dijo
burlonamente al ver como Rosé seguía apoyada de los casilleros, con los ojos cerrados.

Rosé abrió los ojos y observó a Lisa, antes de que su rostro se tornara rojo y mirara a la chica con furia, apretaba los puños y Lisa comenzó a reír

MANOBAN!-gritó enojada dispuesta a darle un puñetazo en la nariz y antes
de que pudiera, Lisa salió corriendo mientras sus carcajadas sonaban por
todo el pasillo.

Rivales | Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora