Luffy queda embarazado, pero Law no quiere hijos, así que terminan, ¿Qué pasa cuando años después se encuentra a un niño que se viste muy parecido a él?
Me gustaría preguntarle muchas más cosas a Torao, pero necesito el libro, si me quedaba más tiempo, probablemente ya no lo tendría.
-¿Solo quieres eso?.- Preguntó mi papá mientras pagaba el libro.
-Si, lo necesito para seguir estudiando.- Dije.
-Esta bien, sigamos paseando.- Dijo tomando camino hacia la salida de la biblioteca.
-¿Mis tíos vienen?.- Pregunté a papá.
-Eso creo, no me dijeron, pero conociendolos van a venir.- Dijo con una sonrisa.
-Ok.- Dije sin más.
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Seguimos andando un rato, en el camino nos encontramos con Zoro, al parecer se había perdido, y no encontraba a Sanji, íbamos juntos, más adelante nos encontramos con las chicas y con Chopper y Franky, tal vez Sanji ya esta en el Sunny.
Dicho y hecho, Sanji ya estaba en el Sunny, y estaba acomodando las cosas para el banquete.
Después de un regaño por parte de Sanji a Zoro, estuvimos jugando un rato hasta que papá se quedó dormido, así que aproveché para escabullirse un rato.
-¡No te vayas muy lejos!.- Oí que me gritó Nami de lejos.
-¡Esta bien!.- Le devolví el grito.
Cuando baje del Sunny me sorprendí, ya que ahí, cerca de el se encontraba el pirata Torao, mirandome fijamente, como si supiera que en cualquier momento iba a bajar.
-¿No eres muy pequeño para tener ese libro?.- Pregunto mirandome serio.
-¿No es usted muy viejo para quererlo?, según lo que sé, ya debería haberlo leído.- Se la devolví.
-No, no soy ni muy viejo ni muy joven, tengo la edad adecuada.- Dijo respondiéndole con una sonrisa burlona.
-Bueno, no soy lo suficientemente grande, pero es el único libro que me falta de la trilogía.- Dije serio.
-Ohhh, así que ya te leíste el resto.- Dijo viéndome serio.
-Claro, o sino ¿Para que querría ese?.- Respondí.
Seguimos viéndonos fijamente durante un rato, hasta que...
-¡Capitan!.- Escuche que gritaron, cuando me asomé para ver quien era.
-¡Un oso!.- Grité emocionado, mientras me acercaba.
-¡Un niño!.- Gritó él.
-¡Eres más lindo y esponjoso en persona!.- Dije montandome en su espalda.
Todos se quedaron en silencio, y yo reaccioné y volví a estar serio.
-Si me disculpan.- Dije alejandome un poco.
-Puedes acariciarle, no le molesta.- Escuche que dijo el capitán.
-Es cierto.- Dijo el oso.
-¡Ohhh, es tan lindo¡.- ¡Oh!, dije eso en voz alta, que vergüenza.
El oso sonrió y se acercó a mi, para seguido cargarme en su espalda.
-¿Eres Mont?, ¿El hijo del capitán?.- Escuche que pregunto el mink.
-¡No soy su hijo!.- Medio grité yo.
-¿No?.- Pregunto otro de la tripulación- Pero, si eres igual de serio.- Dijo.
-¡No es así!,¡Soy igual a papá!.- Exclame yo.
-Si, es cierto, es igual a Luffy.- Susurro su capitán, pero yo lo escuché.
