VI.VI

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Minghao, Jun y Dino eran demasiado rápidos como para seguirlos, Jihoon no podía correr igual, y Hoshi apenas podía dar algunos pasos sin caerse por lo que quedaron atrás muy rápido. Minghao les gritó que si no podían correr que se escondieran y Jihoon tomó ese consejo junto con dos botellas de agua y sal, estaba bien, si ellos podían esconderse entonces estaría bien. No podían correr y el chico que los perseguía era un atleta, quien a pesar de estar infectado seguía manteniendo su resistencia física. Jihoon y Hoshi solo habían logrado escapar porque tiraron cosas en el camino para prohibirle el paso.

Cerca del club de baile no le quedaba más energías para correr, aun escuchaba los pasos del chico cerca por lo que se esforzó un poco más llegando hasta uno de los clubs, podían esconderse ahí por un par de minutos. Empujó a Hoshi al interior y cerró la puerta yéndose al suelo a los segundos para no verse atreves de las ventanas.

Guardó silencio hasta que su corazón fue lo único que pudo escuchar y cubrió los labios de Hoshi para que este no emitiera ningún sonido. Cuando los pasos comenzaron a desacelerar comprendió que había fallado en ocultarse, en cualquier momento el chico entraría y... Jihoon tomó una de las botellas y la abrió bebiendo de ella.

—¿Qué haces?— Preguntó Hoshi en un susurro viéndose peor. —Jihoon...tenemos que irnos, se está acercando.

Casi escupe por el sabor. Demasiado salado.

La puerta se abrió de golpe y Jihoon empujó a su novio lejos de ahí, lo escuchó quejarse pero poco le importó cuando el atleta lo tomó del uniforme y lo puso de pie. Jihoon apretó los labios y casi cerró los ojos por el miedo. Aquella persona tenía los ojos casi rojos y su piel parecía estar descomponiéndose, el aroma putrefacto casi lo hace vomitar. Se preguntó cómo era capaz de tener esa fuerza aun cuando sus brazos se veían tan frágiles.

—¡Jihoon!— gritó Hoshi.

El chico abrió la boca acercándose a él y Jihoon contuvo la respiración. Aquella persona ni siquiera tenía dientes, el interior de su boca estaba tan oscuro y lleno de sangre y viscosidad que era aterrador. Jihoon esperó aun así intentando alejarse, y por suerte el chico no se acercó más, tan solo esperó a que los parásitos salieran de él. Cuando el primer animal se asomó con sus dientes afilados hacia Jihoon este escupió toda el agua que había tomado hacia la boca del alumno.

Cayó al suelo en un par de segundos y el chico se tambaleó en sus pies mientras sonidos extraños salían de él, tan irritantes como lo habían hecho los parásitos la última vez que puso sal sobre ellos. Se alejó sin poderse parar y observó como el parasito más grande caía de la boca del chico, se había arrugado de tal forma que parecía una esfera arrugada. Despues cayeron los demás animales, y aunque estaban vivos solo se limitaron a enrollarse entre sí.

El chico lo miró por varios segundos para despues dar un paso hacia adelante. Jihoon llegó hasta Hoshi y justo cuando pensó que aquella ex-persona iba a acercarse esta cayó de rodillas frente a ellos. Su piel era tan delgada como si fuera una hoja y estaba a comenzarse a teñirse de rojo.

Y en un parpadeo se desmoronó.

Jihoon solo pudo pensar que aquello había sido únicamente la resistencia del cuerpo humano. Y si no ayudaba a Hoshi no tardaría en pasarle lo mismo.

Parásito [SoonHoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora