I.IV

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Hoshi lo tomó de la mano en el pequeño camino de la azotea a las escaleras, no importaba mientras nadie los viera, eso estaba bien, pero conforme fueron escuchando pasos y murmullos Jihoon lo soltó y comenzó a caminar más rápido dejando atrás a su novio. Aunque claro, solo era su novio cuando nadie los veía, cuando nadie estaba para escucharlo. Sintió un ligero malestar que lo hizo detenerse un momento para mirar a Hoshi, él le sonrió.

—Quédate despues de clase, nos iremos juntos.— Fue lo único que dijo antes de adelantarse por completo.

Cuando llegó al aula encontró a Mingyu en su lugar cruzado de brazos como un niño pequeño. Suspiró caminando hasta él solo para empujarlo y sentarse, la cuarta hora estaba por terminar y no estaba de humor como para soportar los berrinches de su amigo. De cualquier modo, como si Mingyu no hubiera entendido la indirecta, se puso de pie aun con los brazos cruzados y lo miró largamente esperando alguna excusa.

—¿Qué pasa?— preguntó comenzando a acomodar sus libros sobre el pupitre.

—¿Qué pasa?— imitó Mingyu. —Eso es lo que quiero saber ¡siempre vienes conmigo cuando comienza la cuarta hora! Ahora solo te vas sin decirme nada, y no puedo encontrarte por ningún lado.

—¿necesitabas algo?

—A mi mejor amigo, quizás.

—¿tu mejor amigo no era Seungkwan?

—Seungkwan no cuenta, es amigos de todos.

Jihoon suspiró. Seungkwan sí era amigo de todos, pero pasaba demasiado tiempo con Mingyu, solo que Mingyu era lo suficientemente acaparador como para querer que alguien estuviera con él todo el día a todas horas, alguien que no pudiera separarse, y Jihoon lo había sido durante un tiempo, al principio no se separaba de Mingyu, pero despues llegó Hoshi...

—Seungkwan sí cuenta.— Fue lo único que respondió.

—Pensé que como Hoshi no te hablaba ahora pasarías más tiempo conmigo, pero fue todo lo contrario.

Jihoon se encogió en hombros.

—Si quieres a alguien que esté para ti todo el día consíguete una novia. No tendrás problema en hacerlo.

—No quiero una novia, quiero un amigo... ¿no estarás dejándome de lado porque ya tienes una novia? ¡Ni se te ocurra!

Bien, Mingyu no estaba del todo equivocado, por lo general pasaba menos tiempo con él para pasarlo con Hoshi, quien si era su novio (un novio secreto, quizás), pero aceptarlo solo haría que se crearan rumores estúpidos a su alrededor.

—No te estoy dejando de lado.— Mintió un poco.—Si no tienes nada que hacer mientras no estoy puedes ayudar siendo el vice-presidente de la clase, lo que ya eres.

—Lo poco que tengo que hacer ya lo hacer tú. Aparte, es un dolor de cabeza lidiar con eso.— Mingyu suspiró haciendo un puchero al final.

La puerta del aula se abrió dejando pasar a Hoshi, y cruzó miradas con él por un par de segundos antes de volver a desviarse. Lo escuchó llegando a su lugar y sentarse como siempre, escuchó a sus amigos quejándose como lo hacía Mingyu y un poco más. Jihoon no sabría que hacer con más de un Mingyu, si el único que tenía era un poco estresante no quería imaginar lo que Hoshi lidiaba al tener alrededor de tres o cuatro Mingyus pequeños.

—Chicos, miren.— Dijo Suni apuntando a la ventana

Jihoon giró al igual que Mingyu y los demás, estaban en un piso alto por lo que ver cosas afuera era interesante, porque no solía haber mucho que les llamara la atención, así que todos se arremolinaron alrededor de las ventanas acercándose a ellas. Las ventanas estaban cerradas, era mejor así, pero la ventana en la que estaba Suni había estado rota por mucho tiempo y podía abrirse con facilidad, lo que hizo que la chica se asomara saliendo un poco de esta. Se puso de pie en cuanto lo vio.

—Suni, no hagas eso, podrías caer.— Dijo acercándose.

Se detuvo en cuanto pudo verlo; del cielo caía lo que parecían ser pequeños cristales, como una lluvia de escarcha en pleno verano. Era extraño, ni siquiera era lluvia o algo similar, solo era algo de escarcha, no mucha, solo un par de brillos que eran capaces de llamar la atención. La chica se quejó de un segundo a otro llevando una mano a su rostro, y Jihoon aprovechó para jalarla y cerrar por fin la ventana como pudo, aunque como siempre, no cerró por completo.

—¿Estás bien?— preguntó Hoshi a Suni, ella asintió.

—Me cayó algo en el ojo...

—Déjame ver...— Hoshi la tomó del rostro y Jihoon giró hacia él. —Ah... No puedo ver bien, Lian ¿puedes revisarla?— Se alejó.

Jihoon apartó su mirada sintiéndose apenado. Por lo general no tenía demasiados celos, pero él sabía que a Suni le gustaba Hoshi ¿Quién no lo sabía en esa aula? Si hubiera sido Lian no habría problemas... ¿si quiera había problemas con Suni? Jihoon se sintió patéticamente desconcertado.

Cuando regresó su mirada al cielo aquella escarcha había dejado de caer.

Parásito [SoonHoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora